Mar amplía las zonas de extracción de la mejilla, con nuevos tramos en la Costa de Vela y Lagos

La Consellería do Mar mantuvo ayer una reunión con el sector mejillonero para abordar la escasez de mejilla en las costas de Galicia, un encuentro en el que se presentó una batería de medidas para paliar esa situación crítica para los bateeiros. Una de las decisiones pasa por ampliar la superficie destinada a la extracción de la cría de mejillón en banco natural, con importantes cesiones por parte de las cofradías, en especial de la provincia de Pontevedra. Los espacios sobre los que se levanta el veto se conocerán en cuanto se publique la resolución, pero en la propuesta trasladada por la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra figuraban 2,5 kilómetros de la Costa da Vela, en Cangas, y los “cons” o zonas rocosas situadas en la parte exterior de la playa de Lagos, en Bueu. Ahora está por ver si esto es suficiente para calmar los ánimos, devolver las aguas a su cauce y desactivar la llamada “guerra de la mejilla”.

La decisión trasladada ayer por el director xeral de Pesca, Antonio Basanta, a los mejilloneros implica abrir 132 nuevos kilómetros a la extracción de mejilla. La gran mayoría (120) son espacios portuarios o dependientes de autoridades portuarias. Los doce kilómetros restantes se reparten entre la costa de Cangas, Bueu, Baiona, O Grove y Aguiño (en Ribeira), aunque ayer desde la Consellería do Mar no explicaban cuáles son las zonas concretas y habrá que esperar hasta la publicación de las resoluciones, que incluirán los mapas y coordenadas. Desde el departamento autonómico apuntaban que en su decisión había un compendio entre los informes biológicos sobre el estado del percebe y la mejilla y la contrapropuesta presentada por la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra.

El actual plan establecía un veto total para los siete kilómetros de la Costa da Vela, desde Punta Subrido hasta Punta Couso. Desde la Cofradía de Cangas trasladaron su disposición a reabrir un tramo de 2,5 kilómetros, que comienza en las cercanías de la “caracola” de Donón y que abarca hasta la ensenada de Cú de Lobo, cerca de Cabo Home. La agrupación de percebeiros canguesa, no obstante también dejó claro que el entorno de Punta Couso y la zona comprendida entre Punta Robaleira y Punta Subrida resultan innegociables debido a su enorme importancia en la producción de percebe.

Por su parte, desde la Cofradía de Bueu se apuesta por mantener el veto en Cabo Udra, desde Salamín hasta el Con da Loba, pero sí que se abre a permitir a los bateeiros extraer mejilla en las rocas que están situadas por fuera de la playa de Lagos.

Esta contrapropuesta, en la que también figuraban concesiones por parte de Baiona y O Grove, fue trasladada a la Consellería do Mar por parte del presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. Ayer manifestaba que “después de muchos análisis decidimos ceder estas zonas con el ánimo de acabar con este conflicto” y aseguraba que era una propuesta definitiva. “Hasta aquí podemos llegar y no resulta posible ceder nada más”, sentencia.

Desde la Dirección Xeral de Pesca sostienen que la inminente reapertura de zonas supone autorizar la extracción de la mejilla en el 30% de los espacios que hasta la fecha permanecían vetados. “Son lugares que el propio sector mejillonero señaló históricamente como importantes bancos de producción de mejilla y que suman más de 12 kilómetros de costa”, afirmaba ayer Antonio Basanta. El director xeral de Pesca añadía que con la reapertura de esas zonas y con los nuevos espacios en los puertos, el sector mejillonero gana una superficie adicional de trabajo que supera al conjunto de los bancos reservados en exclusiva para el percebe.

La primera reacción de los bateeiros: “Una tomadura de pelo”

La primera reacción por parte del sector mejillonero llegó ayer por la tarde, en una reunión celebrada en Boiro. Para las asociaciones participantes la propuesta de la Consellería do Mar es una “tomadura de pelo” y anuncian un calendario de movilizaciones, aunque por el momento sin definir.

El departamento autonómico presentó ayer las nuevas zonas que se abrirán, pero también puso sobre la mesa los estudios que se están realizando para hacer frente a un problema que persistirá en el medio y largo plazo. Hay una docena de proyectos de investigación en diferentes ámbitos, que suman un montante de 2 millones de euros.

En ese lote se incluyen estudios sobre la presencia de cría de mejillón en el medio marino, su fijación en estructuras colectoras en función de las condiciones meteorológicas y oceanográficas, entre otros. Hay planes para la mejora de los medios de captación, como el que se pondrá en marcha próximamente en Bueu a través de “long lines”, y se valoran cambios en las cuerdas colectoras de las bateas.

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