La pesca sigue “con mucha preocupación” la evolución del precio de los combustibles. Según un informe de la Comisión Europea, “si los precios de la energía se mantienen en este nivel, la flota pesquera de la UE-27 perdería globalmente 300 millones de euros de beneficio operativo en 2022”. Teniendo en cuenta que Galicia representa el 10% del sector de la Unión, la comunidad se dejaría 30 millones. Pero ni siquiera hay garantía de que se mantengan, sino que su tendencia alcista puede continuar. Las armadoras están pagando cuatro veces más por el carburante que desde el comienzo de la pandemia –cuenta a FARO el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Javier Touza– y se trata de un coste que no puede repercutir a los compradores porque el pescado se sigue vendiendo en subastas, con lo que se lo lleva el mejor postor.
Pero al alza de combustible se suma un problema extra para las armadoras que faenan y, por lo tanto, repostan en el extranjero. No pueden acceder al descuento de 20 céntimos por litro de combustible aprobado por el Gobierno. Y ello a pesar de que los barcos extranjeros que lo hacen en España sí se benefician de esta medida. Pero “es que incluso cuando podemos acceder al descuento al repostar en España, el precio sigue por encima de lo que podemos permitirnos para ser rentables”, lamenta Touza. “Los 20 céntimos se los han comido de sopetón las subidas de las últimas semanas”, explica. El presidente de ARVI cifra en 0,60 euros por litro el precio máximo del combustible con el que un pesquero puede ser rentable. Actualmente, está en el entorno de un euro, incluso por encima. “Es inasumible”, zanja.
Y el problema se complica aún más en el extranjero, donde los precios son todavía más caros. “En la mayoría de los puertos donde repostamos combustible, como Montevideo o Callao, el precio es disparatado: estamos pagando hasta 1,50 euros el litro”, cuenta.
Reclamación al Gobierno
Es por ese motivo que desde ARVI han decidido reclamar al Gobierno tres medidas: que se aplique de forma retroactiva el descuento a los barcos que repostan en puertos extranjeros, que se extienda esa reducción del precio de los combustibles hasta finales de diciembre y que se exonere el pago de las tasas portuarias. “El Ministerio de Pesca nos apoya –cuenta Touza–, pero la Agencia Tributaria tiene la palabra final y dice que no tenemos derecho”, critica. El ministro del ramo, Luis Planas, ha dicho que algunos países de la OMC reunidos ayer en Ginebra “proponían que se eliminaran las ayudas al gasoil y España ha conseguido que la UE defienda que en el contexto actual no se pueden eliminar las ayudas al gasoil pesquero”.
El encarecimiento del combustible hace peligrar a una importante parte de ese 10% de flota pesquera europea que se encuentra en Galicia. Según el informe de la Comisión, referido a la totalidad de los Veintisiete, cerca del 40 % de la flota de pequeña escala, el 66 % de la de gran escala y el 87 % de la de aguas lejanas “no serían rentables si los precios de la energía se mantienen en este nivel durante el resto de 2022”. Los segmentos que utilizan artes con mucho consumo de combustible, como el arrastre, están entre los más afectados.
“Si no cambia radicalmente la situación, determinados segmentos van a parar muy pronto –alerta Touza–; llevamos arrastrando una situación compleja desde hace mucho tiempo, pero todo tiene un límite”. El armador subraya que esto pondría “en juego la seguridad alimentaria,, ya que el parón de los buques traería aparejada la consecuente carencia de pescado. Esta hipotética falta de producto se sumaría a la que ya se vive con el cereal como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania.
Hoy mismo, el sector se reunirá con distintos eurodiputados, en lo que es su primera visita a Vigo tras el Brexit y la pandemia. El encarecimiento de los carburantes será “el tema estrella” de este encuentro, adelanta Touza. Y no solo porque el precio del combustible se haya disparado, sino porque “no se sabe hasta cuánto puede subir”.
"No sabemos qué va a pasar en 15 días"
Salvo cambios de última hora, el descuento al combustible entra en su recta final. Esos cambios son posibles, según dijo ayer el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación: “Estamos trabajando y preparando la prolongación a partir del 1 de julio de las medidas”. Pero hasta que haya una confirmación definitiva, el sector contiene la respiración. “No sabemos qué va a pasar en 15 días porque, teóricamente, el día 30 se acaban las ayudas”. Quien habla es Iván López, director general de Pesquera Áncora, armadora dedicada a la pesca de bacalao en el los caladeros del Atlántico sudoccidental y de Noruega/Svalbard. En ambos extremos del océano, el litro de combustible está “como aquí o un 10% más caro”.
Cree que se su empresa seguirá siendo rentable este año, al contrario de lo que ocurrirá con el 87 % de la flota pesquera de aguas lejanas, según la Comisión Europea. “En nuestro caso tenemos la suerte de trabajar un pescado que está subiendo, pero no es el de la mayoría”.
Además de reclamar a las administraciones “un horizonte operativo superior a unos meses” (el descuento al combustible entró en vigor el 1 de abril), lanza una reflexión (“no entiendo que nadie haga un estudio del impacto que tendría la falta de suministro de pescado”) y una advertencia (“somos tremendamente dependientes del gasoil”).