Al HALO le sale un primo en Tenerife

Si el HALO llegó a Vigo para cambiar la movilidad entre dos barrios separados por un desnivel de 50 metros y para erigirse en icono estético de la urbe, en el archipiélago canario le ha salido un primo pequeño. Se trata de un proyecto llamado también a revolucionar el tráfico en Tenerife y que recuerda al ascensor vigués por la forma circular que presenta.

El proyecto tinerfeño no es un elevador, sino un gran anillo peatonal que se superpondrá a una gran rotonda que da acceso al casco histórico de La Laguna. La idea es que los viandantes no tengan que cruzar al nivel de los coches, de forma que se mejore su seguridad y se eviten los atascos. También tendrá vistas al océano Atlántico.

El anillo de la rotonda de Padre Anchieta medirá 314 metros, por los 90 metros de diámetro del HALO. En el resto de cifras, sin embargo, el proyecto vigués impone sus dimensiones colosales. La prensa canaria destaca que la pasarela se montará con 11 módulos metálicos de 10 toneladas cada uno; en el caso del HALO fue necesario utilizar piezas de entre 40 y 150 toneladas. Solo los vidrios ya pesaban hasta una tonelada.

En el caso del proyecto de La Laguna, eso sí, se añaden las dificultades logísticas, ya que esas piezas se están fabricando en Sevilla. Es una de las "operaciones más complejas que ha realizado jamás en una obra viaria en Tenerife", según describe El Día, diario de Prensa Ibérica, al igual que FARO. Se precisarán camiones especiales de más de 30 metros y para el viaje por mar a Tenerife, cargueros de gran tamaño capaces de llevar un gran peso.

El presupuesto de la obra supera ya los 10 millones de euros, mientras que el HALO se cerró finalmente en 15,8 millones. Las previsiones más optimistas indican la pasarela peatonal se podrá utilizar después del verano del próximo año.