El conflicto de Vitrasa entra en una nueva fase: el Concello volverá a indemnizarla, pero se mantiene la huelga

Caballero, que no concreta la cifra, pide a la empresa que convoque la mesa negociadora y al comité, que ponga fin a los paros

Ambas partes volverán a reunirse con mediación

Viajeros se suben a un bus de Vitrasa en Sanjurjo Badía.

Viajeros se suben a un bus de Vitrasa en Sanjurjo Badía. / Alba Villar

Una compensación económica para paliar el “quebranto” en las arcas de Vitrasa derivado de las restricciones de la pandemia –aforos o confinamiento– y la reticencia de los ciudadanos a utilizar medios de transporte colectivos cuando el COVID-19 pegaba más fuerte. Es la solución que propone el alcalde, Abel Caballero, para poner fin al conflicto que mantienen la empresa concesionaria del autobús urbano –de competencia municipal– y sus trabajadores desde agosto de 2021, derivado, en parte, de esta coyuntura: la adjudicataria llegó a proponer una reducción de los salarios –congelados desde hace casi cuatro años– y un aumento de la jornada laboral para “reequilibrar” su contrato con el Ayuntamiento.

“Estamos ya en la resolución del conflicto”, apuntó el regidor antes de pedir a la empresa que convoque la mesa de negociación con urgencia y a los empleados, que “desconvoquen la huelga” –indefinida, está previsto que empiece el sábado, el día siguiente al encendido de las luces de Navidad–. “Produce un enorme daño a los ciudadanos y los trabajadores. Ambas partes tienen que ponerse a negociar de forma inmediata y no levantarse de la mesa de negociación hasta que haya un acuerdo”, añadió en un audio remitido a los medios de comunicación el primer edil, al que el comité de empresa, la Federación de Vecinos (Favec) y los grupos de la oposición en el Concello le reclamaron en numerosas ocasiones su mediación para atajar el conflicto.

Los desacuerdos entre la compañía y los empleados, motivados también en la reclamación de mejoras en sus condiciones laborales, como la regulación de los descansos, la reducción de la sobrecarga de trabajo, la contratación de más conductores o la reducción del número de empleados eventuales, se traduce hasta la fecha en paros y huelgas. En definitiva, una pérdida acusada de la calidad de un servicio que ha perdido músculo en los últimos años por factores ajenos a estas movilizaciones por la reducción de viajes y frecuencias.

La receta que propone el alcalde es el “reequilibrio económico” de Vitrasa –no concretó la cifra–. Sería la tercera compensación a la empresa por parte del Ayuntamiento, la entidad responsable de la concesión. En diciembre de 2020, la Junta de Gobierno Local aprobó indemnizarla con casi 2,2 millones de euros por la imposibilidad de ejecutar el contrato entre el 16 de marzo y el 14 de junio de ese año; además, se prorrogó por otros cinco años la concesión. En julio de 2021, validó una nueva inyección, en este caso, de algo más de 3,5 millones por la reducción de ingresos derivada de la pérdida de viajeros por la existencia de aforos.

Trabajadores de Vitrasa boicotean la visita de Abel Caballero al HALO.

V. C.

Los 5,7 millones no le parecieron suficientes a la empresa, por lo que acudió a la justicia para reclamar 19,2 millones –13.556.808 euros más– que le habían sido negados por el Concello en noviembre de 2021. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Vigo desestimó el recurso a principios de este año. Los responsables de Vitrasa –integrada en la española Avanza, propiedad del grupo mexicano Mobility ADO– interpusieron recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) frente a esta sentencia, por lo que la concesionaria estaría a la espera de que se pronuncie al respecto el alto tribunal gallego.

Los ingresos de Vitrasa por la concesión de transporte urbano en la ciudad ascendieron a 17,6 millones de euros en 2022, de los que 10,8 millones correspondieron a subvenciones municipales al precio de los billetes. El resto de la facturación –sin la parte bonificada– fue de 6,77 millones. Las cuentas anuales de la sociedad, depositadas en el Registro Mercantil, evidencian una caída en el número de usuarios: los ingresos del ejercicio anterior fueron de casi 19 millones de euros. En ambos casos, la sociedad registró pérdidas, y los números rojos de 2022 –sin contar otros servicios, como los que presta en el Área Metropolitana de Barcelona– rozaron los 5 millones de euros.

El BNG reclama que la nueva indemnización a Vitrasa “non sexa un cheque millonario para unha saída en falso” y reclama la “retirada das sancións pola folga contra varios traballadores/as e membros do comité de empresa” y que ponga fin a la “represión antisindical”.

La postura del comité de empresa

Imanol Arnoso, presidente del comité de empresa de Vitrasa, avanzó a FARO a última hora de la tarde que se mantiene el calendario de movilizaciones: la huelga indefinida desde el 25 de noviembre y las concentraciones convocadas para la próxima semana. “El único problema que se soluciona es el de las cuentas de Vitrasa, pero el de los trabajadores sigue latente”, argumentó.

La empresa solicitó por la mañana una reunión de mediación y el comité la aceptó. Será la tercera. En la primera, no hubo acuerdo; en la segunda, planteó la inaplicación de convenio. “Solo pararemos las protestas cuando se cumplan nuestros objetivos: eso pasa por la renovación del convenio –caducado desde finales de 2020–, con mejoras laborales y una subida salarial para recuperar el poder adquisitivo”, expuso, a la vez que recordó que esto también implica a empleados de administración y taller.

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