La ruta de Peinador a Bilbao se une a Kurt Cobain y Amy Winehouse en el "Club de los 27"

La histórica conexión de Air Nostrum dice adiós a Peinador el día de su aniversario

En las dos últimas décadas desplazó a más de 300.000 viajeros

Avión del último vuelo entre Vigo y Bilbao en el aeropuerto de Peinador

Avión del último vuelo entre Vigo y Bilbao en el aeropuerto de Peinador / Marta G. Brea

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

¿Qué tienen en común Kurt Cobain, Amy Winehouse, Jimi Hendrix y la conexión aérea entre Vigo y Bilbao? Pues que todas forman parte del “Club de los 27”. Dentro de la volátil y escasa parrilla de destinos del aeropuerto de Peinador pocas rutas se ganan el calificativo de ”histórica”; pero la que unía desde 1996 ambas urbes era una de ellas.

Este viernes 27 de octubre, justo cuando en el aniversario de su estreno, Air Nostrum operaba por última vez el enlace de forma regular hasta el próximo 31 de marzo. Esta conexión ha desplazado a más de 300.000 viajeros en los últimos 20 años, llegando a superar los 30.000 anuales entre 2006 y 2008 cuando se situó entre los primeros 20 destinos desde Bilbao.

Según confirmó a FARO un portavoz de la aerolínea, esta supresión se debe a un “descenso de la demanda en la temporada invernal” que constataron en los últimos años. A pesar de que la ruta llegó a contar con once vuelos semanales por sentido, actualmente se limitaba a los lunes, viernes y domingos.

Las mismas fuentes señalan que es utilizada principalmente por viajes de negocios, motivo por el cual ya era cancelada durante el mes de agosto y entre el 20 de diciembre y el 8 de enero.

Sin embargo, este año ha logrado sus mejores porcentajes de ocupación en enero (60,11%), julio (62,13%) y septiembre (77,81%). El principal hándicap llega con el tamaño de las aeronaves empleadas, las CRJ-200 de 50 plazas o las CRJ-1000 de un centenar; lo que obligaba a unos precios bastante altos para garantizar los beneficios. Ayer mismo, la última butaca para el vuelo de ida se vendía a 250 euros, mientras que en la vuelta eran 150.

Turbohélice Fokker-50 de Air Nostrum que inauguró la ruta en 1998

Turbohélice Fokker-50 de Air Nostrum que inauguró la ruta en 1998 / FdV

Han pasado casi tres décadas desde que la filial regional de Iberia estrenara con un turbohélice Fokker-50 esta ruta que continuaba hacia Valencia tras hacer escala para regresar en esa misma jornada.

De nada ha servido el incremento del 60% en el número de pasajeros que la han utilizado en los primeros nueve meses del año, siendo este el mayor crecimiento entre todos los destinos nacionales desde Bilbao; ya que continúa siendo el que menos pasajeros suma con 7.856 en total, por lo que quedará por debajo de los 9.000 en el total anual, el mejor dato tras el COVID.

Una de las principales causas es la explotación actual: además de Madrid, Vigo es el único destino donde no es operado por una compañía low cost. El establecimiento de las bases de Vueling y Volotea en Loiu les han permitido situarse como líderes de la terminal vizcaína, donde tienen cinco destinos andaluces, seis canarios o los otros tres del noroeste: A Coruña, Santiago y Oporto.

En los dos primeros casos, las aerolíneas que los operan cuentan con convenios publicitarios con los ayuntamientos locales, mientras que Air Nostrum ha operado “a mercado” esta ruta desde su nacimiento.

Almudena, pasajera del último vuelo entre Bilbao y Madrid

Almudena, pasajera del último vuelo entre Bilbao y Madrid / Marta G. Brea

Adrián, pasajero del último vuelo entre Bilbao y Vigo

Adrián, pasajero del último vuelo entre Bilbao y Vigo / Marta G. Brea

El adiós de esta ruta cogió por sorpresa a la mayoría de los pasajeros que llenaron por completo la última frecuencia hacia Vigo. Es el caso de Almudena Palacio, quien optó por el avión para acudir a una boda en el área de Vigo tras un congreso en Bilbao. Aunque reconoce las externalidades negativas del avión, halaga que sea “como un taxi” a nivel de comodidad y apuntó a que el tren en este caso no era una alternativa “porque tarda 11 horas y no es más barato”.

Con equipaje también viajó Adrián, un violinista que actuará en la ciudad durante las próximas semanas. “Por mi trabajo estoy acostumbrado a hacer escalas para ir al extranjero, pero en vuelos nacionales es más fastidiado”.

En el caso de María, que lo usaba por primera vez para acudir a una boda con su pareja, ya se había percatado de que la vuelta con la misma aerolínea debía realizarla por Lavacolla. En ese sentido Marián, usuaria habitual que volvía a Vigo, reclamaba mejoras en el transporte público entre ambas ciudades para paliar esa centralización en los vuelos entre Euskadi y Galicia.