...    

Caballero fortifica una tercera mayoría absoluta incontestable con el 61% de los votos y 19 ediles

El candidato socialista apenas sufre erosión tras 16 años de gobierno | El PP de Tapias sube casi cinco puntos y suma un concejal (5) | El BNG triplica actas (3) y Podemos-Marea de Vigo certifica su salida de la corporación

J.C.

Nueva victoria incontestable de Abel Caballero en las urnas, al que los vigueses han vuelto a dar plenos poderes para consolidar su proyecto de ciudad. Tanto es así que tras dieciséis años de gobierno, los ocho primeros en coalición con el Bloque y los ocho últimos ya con mayoría absolutísima, el alcalde y candidato socialista ha acaparado el 60,86% de los votos, lo que le garantiza 19 de los 27 concejales que formarán la próxima corporación municipal (cede uno con respecto a 2019).

La que será su tercera mayoría absoluta consecutiva refuerza además un fenómeno político sin parangón en ninguna urbe española y europea, supone un espaldarazo ciudadano a su gestión –apenas se aprecia erosión en los resultados con respecto a hace cuatro años– y mantiene en una minoría anómala a las fuerzas de la oposición pese a los avances de PP y BNG. Los populares, liderados por Marta Fernández-Tapias, crecen hasta los cinco concejales (uno más que hasta ahora), y los nacionalistas que encabeza Xavier P. Igrexas pasan de uno a tres. La gran damnificada del 28-M ha sido la coalición Podemos-Marea de Vigo, que tras irrumpir en Praza do Rei en 2015 abanderando la nueva política y con la promesa de jubilar al gobierno de Caballero, ha quedado finalmente fuera de la corporación.

PSOE

Caballero es una bestia política digna de estudio. Lejos de un desgaste significativo, el ejercicio del poder ha fortalecido al candidato socialista, que desde su primer mandato se ha caracterizado por trascender la ideología e incluso apartarse de las siglas de su partido –como ha vuelto a ocurrir en esta campaña, en la que no ha participado ningún peso pesado del espectro socialista por petición expresa del alcalde– para centrarse, como repite por activa y por pasiva, en el proyecto Vigo: “Las siglas de mi partido son las siglas de Vigo”.

Con todo, el porcentaje de vigueses que lo han votado baja ligeramente del 67,6% al 60,86% (82.313 electores, 18.742 menos que en 2019), lo que no empaña una mayoría absoluta –la tercera consecutiva– envidiable por el resto de ciudades gallegas, españolas y europeas. Ese amplio respaldo en las urnas demuestra que el grueso de los vigueses aprueba su gestión al frente de Praza do Rei y su defensa de la ciudad, y que electores que votan a otras formaciones políticas en los comicios nacionales o autonómicos apuestan por él en clave municipal.

PP

El Partido Popular ha cogido algo de aire tras la debacle electoral de 2019, cuando se quedó con cuatro concejales, pero sigue lejos de lo que fue y lo que se espera de una formación que aspira a ser la alternativa a Abel Caballero en Vigo.

Marta Tapias en la sede del PP en Vigo

Marta Tapias en la sede del PP en Vigo

Los populares, con Marta Fernández-Tapias al frente –que como candidata y presidenta del PP local renovó por completo la lista y apostó por perfiles sin experiencia municipal–, suben casi 5 puntos y ganan un edil (5), lo que en clave interna se interpreta como un punto de inflexión y el inicio de una senda de crecimiento para dentro de cuatro años, aunque el resultado es insuficiente: el PSOE supera en 42 puntos al PP, una brecha difícil de igualar en el resto del Estado, salvo en País Vasco o Cataluña. Por contextualizar, en 2011 la exalcaldesa Corina Porro obtuvo 13 concejales (a uno de la mayoría absoluta) y se consideró un fracaso. En 2015, Elena Muñoz convirtió esas trece actas en siete, y cuatro años más tarde, en cuatro.

BNG

El Bloque de Xavier P. Igrexas se ha convertido en la tercera fuerza política de la ciudad, dando un sorpasso a la coalición Podemos-Marea de Vigo. Los nacionalistas, que llegaron a formar parte de varios gobiernos municipales –incluso con Caballero durante ocho años– y a dirigir la Alcaldía con Lois Pérez Castrillo en 1999 pero que se habían quedado fuera de la corporación en el mandato 2015-2019, pasan de un concejal a tres con el 11% de los votos. Aunque crece, en línea con la senda de recuperación que el BNG ha experimentado a nivel autonómico en los últimos años con Ana Pontón al frente, el resultado sigue lejos de lo que cabría esperar de la mayor ciudad de Galicia, la más joven –desde un punto de vista demográfico– y el pulmón industrial del Noroeste.

Xabier Pérez Igrexas

Xabier Pérez Igrexas / V. C.

Podemos-Marea de Vigo

El globo de Podemos-Marea de Vigo ha acabado por pincharse. La coalición había irrumpido en 2015 en la corporación abanderando las formas de la nueva política española y con la promesa de regenerar la Praza do Rei. Obtuvo entonces más de 16.000 votos y tres concejales. Fue incluso noticia nacional, con Navia como centro neurálgico. Cuatro años más tarde, sus apoyos cayeron hasta los 10.384, perdiendo un edil. Y este 28-M se ha repetido la historia con 6.523 papeletas, por debajo del 5% necesario para mantener un acta de concejal. La política de oposición frontal de Rubén Pérez y su equipo al gobierno local no ha dado réditos a la coalición. Todo lo contrario.

VOX, Cs y PCTG

El resto de fuerzas que han concurrido a estas elecciones (Cs, VOX y PCTG) tampoco han sumado apoyos suficientes para irrumpir en la corporación. Cs, en esta ocasión guiada por la ingeniera Eva María Endress, sigue en barrena con apenas el 0,5% de los votos (687 frente a los 3.624 que tenía hace cuatro). Le supera ampliamente VOX, ahora pilotado por Álvaro José Díaz-Mella, que ha obtenido 3.573 papeletas (2,64%). Al PCTG de Carlos César Touza García, por su parte, le han votado 481 vigueses (0,35%).