“La lucha contra la autoexigencia en el aula”

Alba Fernández: “Hay que buscar el vínculo en la escuela”

La psicóloga educativa propuso incorporar otras estrategias además de la calificación numérica a la hora de evaluar a los alumnos para validar otros aspectos importantes

Alba Fernández, debatiendo con docentes y padres.

Alba Fernández, debatiendo con docentes y padres. / José Lores

Quien más o quien menos ha sentido la necesidad de responder ante los demás tal y cómo se espera de uno. Pero cuando esto se convierte en una fijación por la que un niño o un adolescente no es capaz de hacer las cosas porque cree en ellas, para sentir orgullo de sí mismo, sino que es una manera de conseguir la validación de padres, compañeros, en definitiva, otros, empieza el problema.

“¿Qué es para ti la autoexigencia?”, preguntó Alba Fernández a los presentes en su taller: “La lucha contra la autoexigencia en el aula”. La psicóloga educativa pretendía hacer reflexionar a los docentes y padres sobre el peso que cargan muchos alumnos. Con una sola palabra, los asistentes fueron definiendo su impresión. “Perfeccionismo, control, responsabilidad, presión, agobio, depresión, ambición, motivación, sacrificio, búsqueda de refuerzo, constancia...”

“La autoexigencia puede entenderse como una meta o un logro, pero mal controlada es un arma de doble filo que deriva en angustia y en una manera de vivir mal”, aclaró la psicóloga. En un taller donde todos aportaron sus opiniones y experiencias en el aula, Fernández recordó que la autoexigencia parte de factores internos, pero también externos como: los cambios sociales y culturales de cada generación, la familia o la escuela, por ejemplo.

“Nosotros como profesores intentamos quitar importancia a las notas, son un número, pero lo importante es por qué un alumno ha sacado un resultado u otro. Queremos ver más allá, pero es muy difícil que muchos padres lo entiendan”, compartió una de las profesoras presentes. “Los alumnos, especialmente en secundaria, están muy expuestos. A algunos les cuesta hablar en público por si quedan mal”, compartió otra. Y muchos docentes manifestaron notar que esa autoexigencia detectada en el aula partía desde las casas de los chavales, “no solo con las notas”.

Así que Fernández quiso darles algunas pautas desde la psicología educativa que pudieran ayudarles a manejar la gestión emocional en el aula. “Hay que buscar el sentimiento de vínculo con los alumnos para que, poco a poco, se sientan unidos a la escuela”, dijo.

“Pero es que en el sistema en el que estamos inmersos hay que entrar en la dinámica”, contestó un profesor. A lo que Fernández propuso incorporar otras estrategias distintas a la hora de evaluarles. “Por ejemplo, podemos ir haciendo evaluación continua no centrándonos en los números”. Y animó a valorar a los estudiantes por los logros conseguidos, es decir al camino hecho.

Para la psicóloga, el hecho de tener en cuenta la importancia de cada paso para mejorar es una cuestión que, sin lugar a dudas, contribuye a reducir los niveles de autoexigencia de los alumnos. Especialmente entre aquellos para los que supone un estrés.

Y recordó que, como en toda empresa, es fundamental ajustar las expectativas y los objetivos a la realidad. “Porque una cosa es el tope que todos tenemos y otra muy distinta a dónde me gustaría llegar”, como manera de evitar generar frustración.