5 edades, 5 responsabilidades

La autonomía de los más pequeños se desarrolla a través de 5 fases

Cinco fases para la autonomía.

Cinco fases para la autonomía. / Shutterstock

El desarollo de la autonomía de cada niño o niña se forma de acuerdo a una serie de circunstancias personales. Pero sí existen diferentes tareas, actividades y experiencias que pueden o incluso deben vivir según la edad, para conformar esa madurez que les convertirá poco a poco en adultos.

Responsabilidades que, bien llevadas, les harán más independientes, con ellos mismos y con los demás. Desde empezar a lavarse los dientes solos hasta ir al colegio sin compañía de un adulto; cosas como la primera vez que les damos las llaves de casa o cuándo empiezan a poner la mesa para ellos mismos, su familia o sus compañeros.

Es importante no tener miedo a dejarlos investigar y aprender, y ante todo evitar la sobreprotección. Hablamos con Marisol Justo de la Rosa, de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE), para que nos ayude a conformar esas “actividades” (unas simbólicas y otras no tanto) para acompañar según cada etapa vital:

D 2 a 3 años

“Aparecen los primeros rasgos de autonomía, pueden vestirse solos (prendas sencillas, cierres con velcro, chaquetas...) y lavarse las manos. También empezarán a guardar sus juguetes en el sitio correspondiente”, explica Marisol. 

De 3 a 5 años

Es el momento de ayudar poco a poco en tareas domésticas, tanto en clase como en casa: “Poner y recoger la mesa, guardar la ropa…” y también en el cole, ayudar a recoger los pupitres, guardando los útiles de clase, o incluso los platos y cubiertos en el comedor.

Cada fase, una responsabilidad.

Cada fase, una responsabilidad. / Shutterstock

De 5 a 7 años

“Toca lavar los platos, hacer pequeños recados o colaborar en el cuidado de una mascota”. Y es que una de las claves a esta edad es comenzar con el cuidado de los animales (de forma sencilla, pasear con la familia, darle de comer). No solo funciona como enseñanza y responsabilidad, si no que les ayuda a practicar la empatía: comprender las necesidades de los demás y ser capaces de corresponderlas.

De 7 a 10 años

Comprendido que nuestros actos afectan a los demás, a esta edad empezamos a ser responsables de nosotros mismos. “Pueden empezar a preparar meriendas sencillas y es el momento de reconocer el orden de su cuarto como una tarea propia”. Hacer la cama, aprender a doblar alguna ropa... y sobre todo entender que no se trata solo de ‘ayudar’ en casa, sino de ‘participar’en las tareas de todos.

De 10 a 12 años

Comienza la independencia fuera de casa: “Pueden hacer algunas compras o sacar la basura”. También es la edad a la que pueden comenzar a ir solos al colegio (depende, claro, de muchos factores) y se encargan de su higiene personal en su totalidad.