Los viejos oficios: María del Carmen Gaiteiro, costurera y bordadora

Puntadas del país

Crece el interés por los talleres de costura y de bordados. Además de enseñar, María Gaiteiro, con su marca Nobelo a Nobelo ubicada en A Estrada, quiere mantener una de las tradiciones más arraigadas de la tierra. La naturaleza y la cultura gallega son sus fuentes de inspiración

Aunque es natural de Vedra, desarrolla su actividad profesional en el concello vecino de A Estrada. María del Carmen Gaiteiro Moure hace años que logró el sello Artesanía de Galicia con su firma Nobelo a Nobelo con la que quiere mantener una de las tradiciones más arraigadas de la tierra, la de bordado y costura. La oferta de su producción fue aumentando, y hoy elabora todo tipo de complementos de moda. Desde fundas para móvil a bolsos, estuches, vestidos o mochilas, entre muchos otros. Además es miembro del colectivo multidisciplinar Creativas Galegas que, con sede en Santiago, busca dar mayor visibilidad al producto artesano gallego, además de mostrar su trabajo en directo e impartir talleres.

María del Carmen tomó prestado un verso de Uxío Novoneyra –“Nobelo a nobelo faise o mantelo” – para dar nombre a su marca de A Estrada. Tras estudiar corte y confección y trabajar como costurera durante un tiempo compaginó su labor con una tienda de telas, de eso hace más de una década. Le gustaba lo que hacía y además le permitía recuperar la tradición de la costura, el bordado y la confección desde una perspectiva contemporánea.

Los oficios manuales gozan de buena salud, dice, y Galicia es un excelente escaparate de ello. Se aprecian como trabajos de futuro más allá del hobbie, y eso es lo que quieren los artesanos, que la tradición se perpetúe. Además de recuperar técnicas antiguas que desaparecerían para siempre sino las rescatasen las nuevas generaciones, una nueva hornada de profesionales reivindica los saberes antiguos y el sector textil es uno de ellos. Además coincide con la eclosión de una nueva conciencia sostenible por reparar, conservar o crear algo original y, en este sentido, los talleres de costura y de bordados están cada vez más solicitados. A mayores, aportan beneficios comprobados como el cultivo de la paciencia, la liberación del estrés o el desarrollo del ingenio y la creatividad personal. Y en todas las artesanías prima el concepto “slow”: no se puede bordar rápido, como tampoco se puede estandarizar o mecanizar ningún trabajo manual.

Sobre lino, aldodón u otros materiales, María combina técnicas como el bordado a mano o el patchwork para representar motivos de la naturaleza, poemas o rostros de personajes de la cultura gallega. Aunque cualquier detalle es susceptible de trasladarse a la tela de la mano de esta artesana, que también trabaja por encargo y realiza obras al gusto de cada cliente. Sus obras ya han ido fuera de Galicia y también repara los tejidos para que tengan una segunda vida.

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