Belenes todo el año

No importa el mes que sea, que haga calor o que el otoño esté a las puertas. Los belenistas lo son los doce meses del año y siempre están pensando en cómo mejorar y hacer más artísticos sus nacimientos. Lo sabe Luis Manuel Santos que desde su taller de Lugo no solo mantiene viva una artesanía que cada vez escasea más, sino que también intenta fomentarla entre las nuevas generaciones. Sus maquetas, las casitas del ratoncito Pérez, hórreos, teléfonos y múltiples piezas en miniatura tienen reconocimiento en numerosos rincones de España.

Luis Manuel, que es carpintero de profesión, comenzó en los años noventa a hacer belenes. Primero de forma doméstica y familiar, vio que gustaban y que comenzaban los encargos. Ya desde niño tenía habilidad para trabajar la madera. En sus paseos por el campo daba forma a trozos de árbol que se encontraba en el camino y la rama inerte pasaba a ser pieza funcional o decorativa, incluso los palés o las cajas de fruta tenían cabida en sus habilidades. Después la formación en el oficio le mostraría definitivamente el futuro.

Sus trabajos fueron escogidos en varias ocasiones para exposición. En sus nacimientos, como el que estaba situado a la entrada del Consistorio de Lugo -donde expuso cuatro años consecutivos y cada portal diferente-, no faltaba de nada: abastecimiento para la leña, terrenos de labradío o zonas de pasto para las ovejas, además de otras construcciones y decorados. Tampoco faltaban las representaciones de profesiones como el carpintero, el herrero, el escribano o un mesonero.

Luis trabaja de forma totalmente artesanal utilizando materiales naturales como ramas, arena, arcilla, corcho, barro, vegetación o maderas. Cada obra es única y después de la estructura a escala –la maqueta– viene lo demás, como la capa de protección o el color. Su web artesanialugo.com es su mostrador online y ahí pueden verse no solo belenes, también casitas del Ratoncito Pérez con mobiliario en el que no falta detalle, con bolsita para el diente y certificado firmado por el simpático roedor conforme ha recogido la pieza. Nunca hay dos casas iguales y se pueden personalizar con el nombre del niño.

De la pericia de este artesano salen también relojes, complementos de decoración, muebles con funcionalidad e ingenio –hueveras, fresqueras, percheros…–, juegos de ajedrez, relojes de pared y de mesa o trabajos personalizados con la idea que quiera el cliente. 

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