Entrevista | Rebeca Stones Influencer y escritora

“Un influencer debe dejar a su público ser crítico”

“ La mayoría de las personas que se dedican a esto están obsesionadas con el dinero, los números y las apariencias”. “Estoy feliz de vivir en Vigo, alejada del ambiente tóxico de Madrid”

Rebeca Stones posa para FARO en el entorno de la Porta do Sol de Vigo.

Rebeca Stones posa para FARO en el entorno de la Porta do Sol de Vigo. / JOSÉ LORES

Con once años subió su primer vídeo a Youtube mostrando sus muñecas, en cuarto de la ESO una marca multinacional le regaló su primera sudadera y se sintió como Paris Hilton. A los 16 el canal Disney en España la contrató para presentar el programa Jaja Show y el grupo editorial Penguin Random House le ofreció la oportunidad de publicar su primer libro, “Timantti”, al que le han seguido otros cinco títulos, prácticamente uno por año, el último de ellos, “Insaciable”, recién salido a la venta. La viguesa Rebeca Stones, de 22 años, forma parte de esa primera generación de influencers que crecieron con las redes sociales y encontraron en ellas su modo de ganarse bien la vida.

– Acaba de publicar “Insaciable”, ¿qué se va a encontrar el lector en esta novela?.

– Es mi primera secuela, la segunda parte de “Ingobernable”, algo que no había hecho antes pese a las propuestas de la editorial porque en anteriores libros no veía que la historia diera lugar a una continuación. Cuento la historia de cinco jóvenes sevillanos con sus amoríos, decepciones, sus vidas, con sucesos muy cotidianos que le pueden pasar a cualquier persona. Intento que todo sea muy realista, que el lector se sienta identificado con lo que le pasa a los protagonistas, y no quiero entrar en mucho más porque sería hacer spoiler, pero el lector se va a encontrar con un historia que engancha desde la primera página, giros de guion, muchas sorpresas y un final que creo que les va a encantar.

– ¿Qué temas aborda que hasta ahora no tratara en sus libros?

– Con “Ingobernable” e “Insaciable” toco por primera vez el tema romántico erótico. Ya había hecho novela romántica con “Ocho”, pero ahora quiero agregarle un tono más picante, muy de moda en tendencias, como se puede comprobar en el top cien de los libros más vendidos en Amazon. Las escenas eróticas enganchan más a la lectura, te sientes incentivada a seguir para encontrarte otras. No hay demasiadas porque no me gusta hacer el libro cargante respecto al sexo. Son escenas muy explícitas y detalladas, sin llegar a ser vulgares ni caer en lo repetitivo..

– ¿Por qué una viguesa que presume de serlo escoge Sevilla para su historia y por qué se decantó por ambientarlo en el mundillo de la esgrima?

– Quería buscar un nuevo lugar para una novela alejándome de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. “Ocho” se desarrolla en Vigo, aunque no se dice explícitamente el nombre de la ciudad, pero los escenarios son a los que iba y sigo frecuentando. Elegí Sevilla porque he viajado tres veces a una firma que me invitan anualmente y me fascina la ciudad, su ambiente y su gente. Y sobre la esgrima, al buscar algo que uniera a los personajes deseché el típico instituto y pensé en ese deporte minoritario que siempre me ha transmitido elegancia y que hace tiempo que dejó de considerarse elitista. Como no tenía ni idea de esgrima y no quería meter la pata me documenté yendo a entrenamientos del Club El Olivo de Vigo y buscando información.

Rebeca Stones posa para FARO en el entorno de la Porta do Sol de Vigo.

Rebeca Stones posa para FARO en el entorno de la Porta do Sol de Vigo. / JOSÉ LORES

– Con 22 años es su sexto libro publicado, ¿cómo logra esa productividad?

– Publiqué mi primer libro, “Timantti”, en 2016,y desde entonces he publicado todos los años excepto uno. La editorial (Montena, de Penguin Random House) cada vez que ha publicado uno me ha ido dando la oportunidad de editar otro porque las ventas siempre fueron muy buenas. Yo siempre acepté; la pasión por la lectura que me inculcó mi madre desde pequeña dejó de parecerme suficiente y a los ocho años empecé a escribir mis propios cuentos. Eran historias inconclusas que fueron evolucionando y con quince años tenía un montón de escritos en el ordenador que retomé cuando la editorial me pidió algún manuscrito y les mandé el de “Timantti”. Como les gustó, me puse a acabar esas historias que nunca terminaba.

– ¿Se puede ver una evolución desde esa primera novela?

– Publiqué mi primer libro con 16, aunque lo escribí con quince, y ahora tengo 22. No solo he evolucionado como escritora sino como mujer, maduré, me pasaron cosas buenas y malas de las que aprendí y mis libros son un fiel retrato de mi evolución como persona. No son autobiográficos pero plasmo en mis personajes mi manera de ver el mundo.

– ¿Y en esa manera de ver el mundo tiene cabida la crítica social?

– Intento poner algo de crítica social en todos mis libros, quizás en el que más se puede ver es en “Sotavento”, una historia ficticia que trata indirectamente el cambio climático, el exceso de poder, las dictaduras. Pero en mis dos últimas obras el objetivo fundamental es entretener al lector.

Rebeca Stones posa para FARO con su último libro "Insaciable"

Rebeca Stones posa para FARO con su último libro "Insaciable" / JOSÉ LORES

– Escritora, influencer, actriz, presentadora, ¿qué faceta tiene más peso en Rebeca Stones?.

– Estoy orgullosa de todas ellas. Puedo entender que haya gente que me prejuzgue como influencer y piense que no puedo hacer nada más que dedicarme a las redes sociales; hay influencers que no escriben sus libros y ni se molestan en saber que hay en sus páginas. Yo escribo desde la primera a la última letra , lo reviso, aporto ideas para las campañas de marketing e incluso tengo voz en la portada. Soy consciente de que ser influencer me ha abierto las puertas a cumplir mi sueño de ser escritora y que me ofrecieron publicar porque sabían que tenían unas ventas aseguradas. Cuando te ofrecen una oportunidad de esa índole tienes tres opciones: aceptar y publicar algo digno, publicar una bazofia que tal vez no has escrito tú o rechazar la oferta. Allá cada uno con su conciencia.

– ¿Cómo fue el proceso de convertirse en influencer en una época en que todavía n existía esa figura?

– Empecé con once años imitando a unas chicas americanas que hacían unboxing de unas muñecas que yo también tenía, así que mi amiga y yo empezamos a subir vídeos a Youtube, en una época en la que esa plataforma solo se emplea para música. Al principio me seguían cinco personas y era feliz; luego esos seguidores fueron aumentando y cuando llegué a 500 mi madre dijo ‘vaya, habrá que echar un ojo a esto’. Mis padres no sabían qué conllevaba que una niña colgara cosas en redes, algo impensable ahora. Seguí con ese hobby sin ningún tipo de compensación económica hasta que en 2015 una marca me regala una sudadera y yo se lo cuento emocionada a mis compañeros de cuarto de la ESO, me sentía como Paris Hilton. En 2016 ya empecé con una agencia a ganar dinero y me llaman para presentar el programa Jaja Show en Disney. Hice bachillerato artístico porque quería estudiar en la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático), que veía como los estudios más adecuados para lo que quería dedicarme. Pero llegó un momento en que tenía que hacer la selectividad y me pregunté ¿para qué?. Estudiar me sacaba tiempo de trabajar en algo que no sabía cuánto tiempo iba a durar, así que decidí ocuparme por completo en la redes, grabar programas, hacer la serie de Netflix (“O sabor das margaridas”) y publicar libros.

@rebecastones 🤺❤️‍🔥 INSACIABLE ❤️‍🔥🤺 A la venta a partir del 1 de diciembre. Gracias por hacer esto posible 🥹🫶🏻 #libros #booktook #books #ingobernable #insaciable ♬ sonido original - Rebeca Stones

– ¿Qué queda de ese sueño de ser actriz?

– Realmente desde pequeña quería ser actriz o escritora, pero descubrí que me gusta más escribir que interpretar personajes. En los dos temporadas que hice de Jaja Show tenía 16 y 17 años y hacía el papel de una niñas de once o doce años, algo que afectó mucho a mi proceso de madurez porque llegó un momento en que no sabía si estaba creciendo. Además me pasó un poco lo que a Miley Cirus con Hanah Montana: te quedas en el colectivo social con ese personaje y esa edad. Recuerdo ir a un hotel con mi novio a los 18 o 19 años o subir fotos en biquini y ver las reacciones de la gente en plan “¿tu madre te deja?”. Además recuerdo el trabajo como muy duro: grabábamos tres programas al día y nos mandaban los guiones la noche anterior al hotel de Madrid donde iba. Y encima tenía que estudiar. Aún así nunca diría que no a un trabajo de actriz.

– Supongo que muchos de sus seguidores quieren ser influencers, lo que los convertiría en sus potenciales competidores, ¿ve esto como un amenaza?

– En todo trabajo tienes competencia, no lo veo como amenaza. Al estar viviendo en Vigo, estoy lejos de los ambientes tóxicos y de envidia que hay en Madrid. Me consta que la mayoría de personas que se dedican a esto están obsesionadas con el dinero, los números, la apariencia,.. Yo estoy contenta de vivir aquí aunque me reste ofertas o posicionamiento, ante todo está mi felicidad, mi familia, mis amigos y mi salud.

– ¿Nunca se ha cansado de estar siempre expuesta?

– Como lo llevo haciendo desde que tengo once años, para mí es lo normal. De hecho hubo un momento, cuando empezaba la relación con mi actual novio, en que no posteé en instagram nada del viaje que hicimos por Galicia y me sentía rara. Este trabajo es un privilegio que conlleva vender tu vida, es como vender el alma al diablo, aceptar críticas constantes. Tienes que poner en una balanza pros y contras y ver si te compensa.

– ¿Se ve con 50 años de influencer?

– No pienso en la fecha de caducidad de mi trabajo, ya me lo decían con 16 años y lo que está sucediendo es que mis seguidores van creciendo conmigo. Tal vez a los 50, si sigo creando contenido, les interese lo que yo diga. Eso está por ver. Y si esto se acaba, tengo un colchón económico que me permitirá empezar de cero en otro trabajo o estudios.

– ¿Cómo es la Rebeca que no sale en redes sociales?

– Mi voz y mi acento cambian automáticamente al grabar una story , y no intencionadamente porque me encanta mi acento. En la intimidad tengo un humor más ácido que filtro para no ofender a nadie, pero me muestro como soy, al natural.

– ¿Se autocensura?

– No me gusta dar mi opinión política ni ideológica porque me siguen personas que son como gelatina y pueden pensar que lo que está bien es lo que yo digo. Creo que una influencer tiene que dejar que su público sea crítico y desarrolle su propia opinión con sus experiencias y conocimientos. Sí comparto mis ideales, cuestiones que son la base fundamental de los derechos humanos, como la lucha por el feminismo, contra el racismo y contra la homofobia.

– ¿Su sueño?

– Que alguno de mis libros se convierta en un serie de Netflix. “Ingobernable” e “Insaciabe” podrían serlo.

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