Entrevista | Tony Gratacós Escritor

“Nuestra historia supera a Juego de Tronos”

El autor de “Nadie lo sabe”, un relato sobre Juan Sebastián Elcano, pretende responder a incógnitas sobre el navegante vasco y devolver a la gesta de la primera circunnavegación la “sangre, sudor y lágrimas” con que se vivió hace 500 años

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura.

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura. / Carlos Ruiz

El periodista Tony Gratacós debuta en el mundo de la literatura a los 55 años con la novela “Nadie lo sabe”, editada por Destino tras ser un éxito de ventas en la plataforma Amazon. Partiendo de la pregunta de ¿qué pasa si la historia nos miente?, el autor, formado en el sector audiovisual en Los Ángeles y con una trayectoria profesional ocupando puestos de responsabilidad en Antena 3 y Disney Chanel en España, aprovecha las sombras en la biografía de Juan Sebastián Elcano para construir una historia novelada en torno al navegante vasco que hace 500 años completó la primera vuelta al mundo en barco.

– ¿Cómo se forja el proyecto de escribir una novela basada en Elcano?.

– En su momento por la proximidad de la efeméride de los 500 años de la primera vuelta al mundo. Había leído la biografía de Magallanes escrita por Stefan Zweig y comprobé que se hablaba poco o no muy bien de Elcano. Pensé que el aniversario sería una oportunidad de escribir mi primera novela, de dar a conocer algo que hace cinco años pocos conocían. Quise contextualizar esa época de rivalidad política entre los reinos de Castilla y Portugal, de aventuras y descubrimiento no desde la perspectiva de volver a contar la travesía, sino de entrar en esa historia con ojos nuevos, los de un joven cronista ficticio, Diego de Soto, que empieza a investigar qué ocurrió en esa expedición.

– ¿Pretende sembrar la duda sobre la historia que conocemos?

– Pretendo sembrar inquietudes, desempolvar nuestra historia y darle la sangre, sudor y lágrimas a los personajes que hace 500 años lograron la gesta de poner un cinturón al planeta Tierra.

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura.

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura. / Carlos Ruiz

– ¿Eligió hacer al navegante vasco una especie de villano porque los malos venden más?

– Es cierto que los malos atraen más, pero lo que pretendo es remover conciencias, que se sepa que lo sucedido hace 500 años fue alucinante y que yo lo quiero contar para que se conozcan las luces y sombras del acontecimiento, que no todo es tan blanco o tan negro como nos dicen que ocurrió.

– ¿Qué hay de real y qué de ficción en su obra?

– Salvo el joven narrador a través de cuyos ojos vemos la historia, todos los personajes son reales, como también lo son los hechos. Diría que es real el 90% del libro, pero el 10% restante, cuando como novelista entro en el alma y corazón de los personajes, tiene mucha fuerza y hace plausible la versión alternativa que ofrezco.

– Calvo Poyato, autor de “La última travesía”, sostiene que si Elcano hubiera sido francés no hubiera desaparecido para la historia tras la primera circunnavegación al mundo, ¿cree que este hecho le ha permitido escribir sin miedo a que se le echen encima patriotas o historiadores?

– Uno de los primeros lectores del libro fue un vasco que escribe en euskera en sus redes sociales. Tuve miedo de su reacción porque en el País Vasco Elcano es un personaje muy admirado. Me quedé aliviado cuando me dijo que le había encantado el libro.

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura.

El periodista Tony Gratacós debuta a los 55 años en la literatura. / Carlos Ruiz

– ¿Qué sombras en torno a ese personaje le han dado pie a fabular?

– Me llamó la atención que Antonio Pigafetta, uno de los 18 supervivientes que regresan de la primera circunnavegación, no mencione a Elcano en su diario cuando se supone que le debería estar agradecido por su pericia y valor. Lo segundo es que el navegante vasco pide al rey ser capitán de una segunda expedición y se lo niegan. Por último, en 1524 solicita entrar en Valladolid armado y con guardaespaldas. La respuesta a esas tres incógnitas es mi novela “Nadie lo sabe”.

– Han comparado su novela con “Juego de Tronos”, ¿se ha inspirado en esa serie?

– Dejé de ver la serie en la primera temporada. Veía a todo el mundo emocionado con ella, con la historia de sangre y rivalidad, y pensaba ‘´qué pena que tengan que venir los americanos a contarnos la reinvención de la rueda cuando tenemos en nuestros genes historias reales más emocionantes’. Hay que rescatar ese ADN y ponérselo a las nuevas generaciones.

"Escribir mi primera novela a los 55 años responde a una vocación dormida desde que de niño un profesor me dijo que escribía bien"

– La novela fue un éxito en Amazon y ahora la publica un importante sello editorial, ¿cómo ha vivido ambas experiencias?

– En su momento mandé el manuscrito a una agencia literaria importante de Barcelona que me dijo que sí, pero entró el Covid en nuestras vidas y en septiembre de 2020 las editoriales se habían vuelto más conservadoras y no apostaban por escritores noveles. Entonces, como Elcano, decido seguir navegando y recurro a Amazon. Luego, por una casualidad, la jefa de prensa de Destino lee el libro, se entusiasma, convence a los editores y me encuentro con que editan veinte mil ejemplares. Me siento como una cenicienta.

– Escribe su primera novela con 55 años, ¿es una vocación tardía?

– Una vocación dormida. Escribir una novela siempre me pareció como un milagro, palabras mayores. Muchas veces hasta que vas creciendo no eres consciente de tus talentos y limitaciones hasta que llega un momento en que te sientes más seguro, con la suficiente vida interior. Y tengo que mencionar la importancia de un profesor de lengua que tuve en primaria_que me dijo que escribía muy bien. En ese momento no le di importancia, pero fue como una semilla plantada en mi cerebro y en mi corazón que ha ido germinando. Sabía que escribía bien porque en un momento de mi vida un profesor me lo dijo. De ahí, la importancia que tienen los maestros, los padres y la gente que nos rodea de niños.

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