Los viejos oficios: Loaira Pérez, ceramista

Las formas de lo cotidiano

Desde una pequeña aldea de A Pobra do Caramiñal surgen piezas que combinan la más genuina tradición del barro con la innovación desde un concepto orgánico y sostenible. A la cabeza de Cerámica Raposiñas está Loaira Pérez, que suma juventud para el rural y talento con premios

Raposiñas, firma ubicada en una aldea del concello de A Pobra do Caramiñal, surge de una idea de emprendimiento en el rural en el año 2019. El talento de su artífice, Loaira Pérez, se ha visto recompensando con una de las bolsas Eloy Gesto de los Premios Artesanía de Galicia, lo que le ha permitido profundizar más en su extensa formación. Además, sus clases de cerámica están siendo un éxito fuera y dentro de la comarca de Barbanza y sus piezas tienen demanda en todo el país.

Loaira ha viajado a un epicentro del barro, el Cencal (Centro de Formación para la Industria Cerámica) en Caldas da Rainha, un referente internacional en el sector. La estancia en Portugal se suma a su amplio bagaje formativo en la escuela Mestre Mateo de Santiago (Joyería), en Pontevedra (Bellas Artes y Restauración), en Argentina y en Bilbao. Después quiso volver a sus orígenes para dar forma a su proyecto junto a Abelardo Pérez Santiago, delineante industrial que participa en el proceso creativo, y Melo Pérez, diplomado en economía y encargado de la gestión y administración del negocio artesano.

De ese ambiente familiar y de cercanía a la costa salen piezas inspiradas en el mar, en la huerta y en los recuerdos de la casa de la abuela. El entorno vive en cada una de las creaciones de Loaira, que incluso se ha guiado por el lugar en que nació -Raposiños- para dar nombre al taller. Volcada en la economía circular, procura emplear materiales locales para sus productos y que el proceso se centre en la proximidad. Aparte de la propia materia prima, pone el punto final a las piezas con materiales reciclados que suele recoger en el monte.

Tras los bocetos y la impresión 3D vienen los moldes de yeso o el propio modelado. Y después el trabajo con las manos que hace único cada producto. De ahí sale una perfecta combinación entre las formas de la alfarería tradicional y el aprovechamiento de la tecnología como es la impresión digital. Así surgen boles, vasos, cuencos, jarras, jarrones y muchas otras elaboraciones de belleza sutil y orgánica -tanto utilitarias como decorativas- que remiten a ese ambiente familiar y de cercanía de la casa, el mar y la huerta. De las manos de Loaira salen las formas de la memoria, la belleza de lo cotidiano plasmada en barro.

Sus colecciones se pueden ver en su página web -raposinhas.com-, aunque el grueso de su trabajo está enfocado en los pedidos personalizados y en la colaboración artística. La búsqueda continua de nuevas técnicas y los cursos de cerámica que imparte con éxito permiten a Loaira seguir profundizando en el antiquísimo universo de la arcilla.

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