Fin de trayecto, capitán “Pescalover”

Ignacio “Nacho” González abandona hoy Nueva Pescanova tras más de siete años como CEO | Defensor de la marca, reorganizó la empresa bajo la tutela constante de la banca

Ignacio González, en la sede central de Pescanova

Ignacio González, en la sede central de Pescanova / Ricardo Grobas

Lara Graña

Lara Graña

La actividad industrial y pesquera de Pescanova SA y Nueva Pescanova (su heredera) suma más de 60 años. Una travesía durante la cual ha tenido únicamente dos consejeros delegados (chief executive officer, CEO): el fallecido Alfonso Paz-Andrade e Ignacio Nacho González. El primero abandonó su cargo pública e indisimuladamente enemistado con el entonces mandamás del grupo, Manuel Fernández de Sousa, en 2007; el segundo se baja hoy del barco, por motivos personales y siete años y medio después de llegar a Chapela. Paz-Andrade, de perfil puramente industrial, desplegó un esfuerzo colosal en la expansión de la compañía por todos los mares del mundo, bajo la batuta inicial del mismísimo fundador, José Fernández López. En el fichaje de Nacho ya intervinieron factores más 2.0, con un cazatalentos mediante y con cargas explosivas en los cimientos de la multinacional. De Jacobo González-Robatto (Banco Popular) a José María Benavent (Abanca), este madridista empedernido tuvo siempre encima la tutela de la banca. Acreedora con mayúsculas, además, y penitente de una quita que superó los 1.500 millones de euros. Con los bancos llegó –el denominado G7 de entidades– y con un banco –el de Juan Carlos Escotet– se marcha. “Seré un Pescalover para siempre”, resumió, en sus redes sociales, cuando anunció su salida.

En su primera entrevista con FARO, Nacho apuntó que habían sido varios los motivos que le animaron a aceptar la propuesta y a dejar una macrodirección general en Campofrío. “Si sale bien, que estoy seguro que saldrá bien, siempre podré decir que puse mi granito de arena para recuperarla”. Cuando se incorporó a la empresa, se topó un berenjenal. Había pasado por la presidencia el exbanquero Juan Manuel Urgoiti, elegido por un combinado de accionistas (Luxempart, Damm o Masaveu) que solo apuraron el fichaje del desconocido Enrique García López como medida de futuro.

El ex-presidente de Nueva Pescanova, Jacobo González-Robatto, con el ex consejero delegado, Ignacio González, al finalizar una junta en 2016

El ex-presidente de Nueva Pescanova, Jacobo González-Robatto, con el ex consejero delegado, Ignacio González, al finalizar una junta en 2016

Un supuesto “fenómeno” que únicamente diseñó un plan de ahorro, el Meta 100, sin planes adicionales de reestructuración o recuperación de las ventas tras el severo revés que había sufrido la imagen de marca. Aquel Meta 100 se fue por el desagüe: la banca acreedora cogió el timón y, con él, a Nacho de capitán. “Lo que más me sorprendió –añadía en aquella entrevista– es cómo una compañía tan grande y cotizada tenía una manera de organizarse tan desestructurada. Estaba por parroquias que no se hablaban entre sí, y en algunas cosas competían”. Con hasta incluso una filial de tapadillo para faenar en las Malvinas (Lafonia), arriesgando la continuidad de su negocio en uno de los caladeros, el argentino, que casi siempre ha dado dinero.

Aunque sí defendió la visión general de Fernández de Sousa, en línea con el sentir general del sector. “Esta compañía, lo que sea en el futuro, tiene que ser coherente con lo que ha conseguido y con su historia, no puede querer ser otra cosa diferente. El modelo de la compañía es de futuro, y ese mérito sí lo tiene”. Tuvo una aliada excepcional: la marca. A la que siempre ha defendido y a la que ha acompañado en una estrategia de querer acercarla a todo tipo de públicos. Con productos de siempre –una caja de dos kilos de gambones–, pero con lanzamientos de referencias convenience (listas para comer) o la reactivación del aletargado marplatense Rodolfo Langostino. No todos (dippeo, sushi, lonchas de mar o los propios rodolfos) tuvieron resultados satisfactorios. “Reconstruimos la reputación de la compañía, dotándola de una gobernanza y un compliance dignos de una cotizada. Empezamos a aparecer en las listas Merco de reputación”, destacó González en sus redes sociales, en un extenso resumen de su paso por la pesquera.

El actual presidente, Benavent, asumirá sus funciones hasta la venta a Cooke

Sus funciones las asumirá desde hoy Benavent, designado por Abanca para la presidencia del consejo, y mientras se concreta ya el precio de la venta del 80% de Nueva Pescanova a la compañía canadiense Cooke. Una operación que Nacho ha defendido como “un excelente accionista para el crecimiento”. “Seguro que me equivoqué, muchas veces, y pido perdón por ello, pero siempre fue teniendo a la Compañía en la cabeza y en el corazón. He sido inmensamente feliz, y dejo aquí el proyecto profesional más apasionante de mi vida”. Vuelve con los suyos a Madrid, con la Ría de Aldán en la retaguardia.

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