La nueva lucha obrera para el bum digital

Teletrabajo, salud mental o la desconexión se unen a la batalla diaria de los sindicatos

Una de las últimas manifestaciones de trabajadores celebradas en Vigo

Una de las últimas manifestaciones de trabajadores celebradas en Vigo / José Lores

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El teletrabajo, el derecho a la desconexión digital, la protección de la salud mental o la implementación reglada de las nuevas tecnologías ocupan ya un amplio espacio en la lucha obrera actual. El bum digital y los cambios que la sociedad vive desde la pandemia de COVID han confluido en una nueva era que afecta en el día a día de la gente y que, como tal, han hecho saltar los mecanismos de acción en las centrales sindicales, también en la comarca de Vigo. Con motivo del Primero de Mayo, del Día del Trabajo, este diario ha preguntado a responsables de los sindicatos locales cómo está repercutiendo esta nueva realidad tanto al mercado laboral como a la vida de los propios trabajadores.

La secretaria general de la unión comarcal de CC OO de Vigo, Montserrat Carrera, reconoce que la central “tiene que estar” en todos los frentes y los debates que hoy afectan a la ciudadanía. “Hay nuevas formas de trabajo, con nuevos escenarios”, recuerda, “como por ejemplo el tema del teletrabajo”.

Monste Carrera, a la izquierda en una rueda de prensa de CC OO

Monste Carrera, a la izquierda en una rueda de prensa de CC OO / Cristina Graña

Para Carrera, es necesario “tener mucho cuidado” con esta nueva herramienta, extendida principalmente a raíz de la pandemia. “No puede ser una puerta abierta para que los trabajadores no tengan desconexión y trabajen más. Tiene que estar controlado, pero en el buen sentido, con sus derechos”, recalca.

Ahí, Carrera enlaza con otra de los grandes problemas que suele traer aparejado el teletrabajo, que es la falta de desconexión digital. “No podemos dejar que se pervierta. Hay formas para regularlo”, concreta. De hecho, para ella esto acrecienta todavía más los problemas de salud mental que afectan a buena parte de la población, “uno de los grandes problemas ahora mismo”.

En esto están de acuerdo tanto su homólogo en UGT, Ernesto Fontanes, como en la CIG, Alberto Gonçalves. Para este último, cada vez se detectan “máis baixas por estrés” por “presións nos horarios de traballo”. “Un exemplo llamativo: Stellantis, onde se fai a mesma produción que fai 15 anos, pero con moita menos plantilla e xornadas máis extenuantes”, señala.

Gonçalves, a la derecha, en un acto de la CIG

Gonçalves, a la derecha, en un acto de la CIG / Marta G. Brea

Según Gonçalves, la CIG siempre se opuso al teletrabajo porque en su momento denunciaban “o que xa está pasando”. “O que aparentemente era unha cousa boa convertiuse nunha explotación moi grande da meirande parte dos traballadores”, añade, ya que a su juicio se incumplen jornadas laborales y las empresas se aprovechan. “O que demandamos é esa desconexión dixital efectiva, que non sexan ‘molestados’ máis alá das suas horas”, explica.

Fontanes, por su parte, pone también encima de la mesa la reducción de jornada. Si Gonçalves apuesta por las 35 horas, el responsable de UGT apunta a las 32 horas por semana. Sin embargo, reconoce que “hay una parte muy importante de los trabajadores que no se ven beneficiados por la reducción de jornada”. “Que se modifique el estatuto de los trabajadores para que llegue a todos, es cierto que hay sectores que pueden generar algún problema, pero estamos dispuestos a hablar, no vamos a renunciar a ellas”, indica.

Ernesto Fontanes, de UGT

Ernesto Fontanes, de UGT / Alba Villar

De igual forma, recuerda que la industria y el país en general está “en un proceso cambiante” por la digitalización y que ahora “todo tiene que pasar por hacer menos jornada y más conciliación”. A mayores, reivindica, como sus compañeros, la necesidad de mejorar los salarios, mientras que sobre el teletrabajo recuerda que también hay que regular lo que tiene que ver con los accidentes laborales en el domicilio. “Hay que garantizar derechos y protecciones a las personas que teletrabajan, como el tema de la desconexión digital”, sentencia Fontanes.

En este sentido, Montse Carrera apunta que la sociedad está “en un momento de cambio de ciclo productivo”, pero también que “nadie puede quedar atrás”. “Son escenarios nuevos; tiene que haber una serie de normas muy claras”, recalca.

Siniestralidad

Más allá de las reivindicaciones que cada sindicato enarbole durante el Primero de Mayo en Vigo, el nexo común será precisamente el de reducir los accidentes laborales, en especial tras un inicio de año negro en la provincia de Pontevedra. De hecho, de los 12 fallecidos registrados en la comunidad, ocho se produjeron en la provincia.

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