Los pilares de Marián Mouriño: confianza en Benítez, paz con el Concello, reconectar con el celtismo y salud económica

Cuarenta y ocho horas después de tomar oficialmente el relevo de su padre en la presidencia del Celta, Marián Mouriño compareció ayer en A Sede para dar a conocer las líneas maestras de su plan estratégico a tres años para hacer un club “más competitivo, conectado a la comunidad y económicamente consistente”.

Arropada por los siete miembros del nuevo consejo de administración, la mandataria celeste ratificó su “plena confianza” en Rafa Benítez hasta final de temporada, dejó en el aire la continuidad de Luis Campos, cuyo contrato expira en junio y dependerá de su encaje (o no) en el nuevo organigrama deportivo, y expuso su disposición a mejorar la relación y la colaboración con las instituciones y, en concreto, con el Concello de Vigo.

Acerca de las prioridades para el mercado de invierno, la dirigente fue concluyente: el club destinará sus recursos a la contratación de un medio centro y un defensa central que cubra la baja de Aidoo.

La mandataria celeste ratificó su “plena confianza” en Rafa Benítez hasta final de temporada, dejó en el aire la continuidad de Luis Campos, cuyo contrato expira en junio

“Quiero volver a las raíces”, resumió Mouriño al referirse al plan en el que se lleva trabajando desde el verano y que “marcará los próximos tres años del club para convertir al Celta en un club más sólido, grande y competitivo”.

La presidenta del Celta explicó que el plan trazado para los próximos tres años se sustentará sobre tres pilares básicos que se sintetizan en los que ella denominó las tres C: conexión con la comunidad, competencia deportiva y consistencia económica.

Conexión con la comunidad

Una de las grandes prioridades que se marcado la nueva dirección es “reconectar con el celtismo” tras un tiempo de desafección entre la dirección del club la afición, recuperando “la paz social” y “trabajar de la mano de las instituciones”: Xunta, Diputación y Concello.

“Si algo he aprendido estos años, es que nosotros tenemos el privilegio y la responsabilidad de dirigir el club, pero el Celta es de todos”, dijo Mouriño, que valoró las “buenas sensaciones” que transmiten en este aspecto una “ilusionante campaña de abonados” y una nueva grada de Marcador que “está volcada animando y contagia a todo el estadio. “Queremos reconectar con el celtismo, que no sientan cercanos”, aseguró la nueva mandataria. “Hemos tenido mucho apoyo y mucha ilusión en esta temporada del centenario. Es lo que el club ha trabajado y quiere seguir trabajando”, precisó.

Marián Mouriño quiere una abrir una nueva etapa, más próxima con las instituciones, en concreto, con el Concello de Vigo, cuyo alcalde, Abel Caballero, lleva años enfrentado a su padre a cuenta de la reforma de Balaídos. “Queremos trabajar de la mano de todas las instituciones. Es importantísimo para mí recuperar la relación y la cordialidad con la Xunta, la Diputación y el Concello, trabajar entre todos para hacer un Celta más grande y fuerte”, proclamó Mouriño, a quien le encantaría “recuperar aquella foto de Los Escudos” como símbolo de entendimiento entre las distintas administraciones.

Marián Mouriño quiere una abrir una nueva etapa más próxima con las instituciones, en concreto, con el Concello de Vigo, cuyo alcalde, Abel Caballero, lleva años enfrentado a su padre

“Es la única forma que creo que puede llevarnos a seguir creciendo y afianzándonos”, advirtió Mouriño, que destacó la importancia de concluir la ciudad deportiva y el proyecto Galicia Sports 360 que ellas misma ha encabezado.

Competitividad deportiva

El segundo de los pilares del proyecto se centra en la parcela deportiva. “Todo tiene que ir al verde, al campo”, declaró la presidenta. Mouriño explicó que el nuevo organigrama en el que el club viene trabajando desde el verano se dará a conocer en “uno o dos meses” y será “un proyecto de fútbol por encima de las personas” que abarcará “desde la cantera al primer equipo”. “Quiero un proyecto de fútbol, volver al césped, al campo, que se hable de fútbol”, subrayó. La dirigente explicó que el área corporativa será la encargada de “generar recursos y optimizar gastos para que cada euro se dedica al proyecto deportivo”.

“Estamos reestructurando el organigrama para presentar un proyecto por encima de las personas. No se trata de quién esté hoy en el campo jugando ni entrenando ni en la dirección deportiva. Queremos un proyecto sólido, de procesos, metodología e innovación que quede en el club y quien venga a dirigir, jugar o fichar tenga todo el conocimiento y todos los recursos para hacer un proyecto que una desde la base hasta el primer equipo”, expuso.

Este nuevo organigrama deportivo tendrá un papel preponderante la cantera como “pilar que nos diferencia y del que nos sentimos orgullosos”, cuyo legado Mouriño recoge “con mucho orgullo”. Será, en resumidas cuentas, “un proyecto multidisciplinar” ligado desde la base al primer equipo. “Tenemos muy claro en lo que estamos trabajando y conformando”, destacó.

Consistencia económica

En lo que respecta a las finanzas, Marián Mouriño, se propone realizar una política continuista. “La consistencia económica es la prudencia de gestionar y cuidar lo que hoy recibimos: un club saneado con patrimonio neto positivo que ayude al límite salarial”, observó la presidenta, que pidió prudencia para “cuidar esos números”. La política financiera requiere, según enfatizó la dirigente, “pensar en un club a largo plazo”, así como “perseverar en la prudencia y en la consistencia económica” para “hacer un club de muchos más”. “Hay que recuperar esa identidad y esas raíces que nos han unido y que con el himno [Oliveira dos Cen Anos] hemos sentido todos”.

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