Mirador de Lobeira

Respuesta judicial sin retrasos

Antonio Touriño

Antonio Touriño

O Salnés sufre la lacra del narcotráfico desde que se puso coto al tabaco de batea, simplemente porque las drogas eran mucho más rentables y los cigarrillos se convirtieron en un poco penado producto de contrabando.

Desde aquel momento, las operaciones se cuentan por decenas y cada una supera a la otra en cantidad intervenida, calidad de las drogas, dinero incautado y artefactos empleados en el ilícito negocio.

Esta misma semana se activó una de esas redadas que a nadie pasó desapercibida por su notoriedad, la anterior se registró también una muerte que podría estar vinculada al trapicheo y unos días antes se confiscaron potentes planeadoras en una conocida empresa de náutica.

Esa es más o menos la cadencia con intervención de narcolanchas, recuperación de narcosubmarinos, detención de empresarios más que sospechosos, desarticulación de grupos e infraestructuras y también seguimiento de pícaros que intentan engañar a las fuerzas de seguridad con un juego de fardos de cocaína falsos y a la deriva, simplemente para despistar y hacerles perder el tiempo.

Todo ello, sin duda, requiere de una actuación seria de la maquinaria administrativa pues no parece razonable que con todos estos antecedentes ni siquiera se haya consolidado la planta judicial de la comarca, que siga pendiente la construcción del cuartel de la Guardia Civil de Cambados, que la Policía Nacional de Vilagarcía siga escasa de efectivos y que haya cuartelillos de la Policía Local, como A Illa o Meaño, con solo uno o dos agentes en plantilla.

Por suerte, O Salnés todavía no ha sufrido un ataque como el de Barbate, pero si cabe poner de manifiesto que la agresividad de las bandas, por su vinculación internacional, es cada vez mayor y tampoco se pueden olvidar ajustes de cuentas como los del molino, los accidentes de tráfico extraños y otros asuntos que han provocado mucha preocupación.

Por ello, que las administraciones, entre ellas el TSXG, el CGPJ o los ministerios de Interior y Justicia deben actuar cuanto antes con responsabilidad e impulsar asuntos pendientes como el cuarto juzgado de Vilagarcía o acelerar el edificio de la Guardia Civil.

No es una demanda baladí, sino la respuesta proporcional a una situación tan grave como la que se vive en una comarca que es incapaz de sacarse el sambenito del narcotráfico, que comparte con el Mediterráneo andaluz.

Pero se da la circunstancia de que en Arousa las cosas se toman con más calma, con toda la parsimonia del mundo; tanto que parece que se burlan del respetable contribuyente cuando observa como cualquier ciudad le adelanta en servicios al instante de que se produzca un episodio de tanta gravedad como los que tan a menudo se registran en O Salnés.

Es necesario pisar el acelerador. Que el cuarto juzgado de Vilagarcía figure en cuarta posición en las prioridades de la comisión mixta es un primer buen paso, por lo menos para recuperar la esperanza. Pero hace falta mucho más. Es el momento de darlo todo para que el solar de Hacienda se ceda para la ampliación del edificio de O Cavadelo y que se le conceda pronto la licencia.

Porque si hay infraestructuras será más sencillo que el ministerio en 2025 o 2026 sitúe a Vilagarcía en el primer lugar. Los datos del CGPJ son categóricos y dan los argumentos necesarios.

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