¿Sería la carretera de Castrelo más peligrosa con pasos de peatones que sin ellos?

Los técnicos de Infraestructuras rechazaron las pretensiones de los vecinos y del Ayuntamiento de habilitar alguna zona segura para los viandantes en la PO-550

Imagen de archivo de vehículos circulando por la carretera PO-550, a su paso por Castrelo.

Imagen de archivo de vehículos circulando por la carretera PO-550, a su paso por Castrelo. / Iñaki Abella

La antigua carretera comarcal C-550 atravesaba Ullán y O Salnés de norte a sur, uniendo Pontecesures y O Grove. Hace unos años, la Xunta dividió esta vía en tres con numeraciones consecutivas: PO-548, de Pontecesures a Vilagarcía; PO-549, de Vilagarcía a Cambados; y PO-550, entre Cambados y A Lanzada. Tres carreteras con tramos muy distintos y con soluciones de seguridad vial también muy diferentes.

En el caso de la PO-550, numerosos vecinos y colectivos vecinales de la parroquia de Castrelo demandan desde hace años que se habiliten al menos dos pasos de peatones. Pero la Xunta de Galicia, titular de la vía, rechaza la propuesta una y otra vez. Argumentan que, de hecho, habilitar pasos de cebra en esa carretera incrementaría el riesgo de atropello al tratarse de una travesía.

La PO-550 discurre por la parroquia de Castrelo a lo largo de un tramo de un par de kilómetros. En todo ese trayecto, no hay ni un solo paso de peatones, pese a la existencia de zonas pobladas, el colegio de los salesianos, tres hoteles, una farmacia, gasolineras y otros muchos negocios. Los vecinos demandan desde hace tiempo alguna zona para el paso seguro de los peatones, pero siempre sin éxito.

Tampoco lo tuvo el Ayuntamiento de Cambados cuando realizó la petición. El alcalde, Samuel Lago, explica que propusieron al departamento de Infraestructuras de la Xunta de Galicia dos posibles alternativas: una consistía en elevar los pasos de cebra, para obligar a los vehículos a aminorar la velocidad en esos puntos; la otra, pasaba por habilitar unos pasos de peatones regulados por semáforo.

La respuesta de la Xunta

“Proponíamos habilitar al menos dos puntos de paso seguros”, explica el regidor de Cambados. Estos se ubicaban en las inmediaciones del colegio Salesiano y en el cruce de O Facho. No obstante, la respuesta de la Xunta de Galicia fue desfavorable. “Respondieron que es una travesía y que según las estadísticas que ellos manejan, si en ese tipo de carretera cruza alguien, será más seguro que lo haga tal y como está ahora que con un paso de peatones, que podría darle una falsa sensación de seguridad”.

También quedó en el cajón la rotonda del cruce de O Facho

Samuel Lago admite que la Xunta no le mostró en ningún momento esa supuesta estadística, y duda de que, en efecto, la situación actual sea la más segura.

La PO-550, a su paso por Castrelo, es una carretera ancha, en la que a menudo se registran velocidades inadecuadas para la vía. Obligar a cruzar la calzada sin paso de peatones perjudica a los usuarios más vulnerables, como los niños, las personas de edad avanzada o con alguna circunstancia que les limite la movilidad. En su momento, se llegó a instalar en el cruce de O Facho una cámara de tráfico para valorar la idoneidad o no de construir allí una rotonda o habilitar pasos de peatones.

El exalcalde José Manuel Cores Tourís, siendo delegado de la Xunta en Pontevedra, incluso anunció que había 150.000 euros para esa glorieta. Sin embargo, las imágenes obtenidas por el dispositivo parecen no haber convencido a los técnicos, ya que la proyectada rotonda quedó en el olvido.

Los vecinos se quejan de que no disponen ni de un solo paso seguro para cruzar la carretera en una distancia de más de dos kilómetros. Los afectados recuerdan que hay gente que tiene propiedades a ambos lados de la vía, o que tienen que cruzar para ir a una tienda o a sus casas, y a quienes no les queda más remedio que jugarse la vida cruzando por lugares donde los peatones no tienen ningún tipo de preferencia. La Xunta sí pintó pasos de peatones en otros tramos de la antigua C-550, como por ejemplo Campaña, Catoira, Vilaxoán, Corón o San Miguel.