“La impunidad de los detenidos de Vilaxoán da alas a otros para abrir nuevos narcopisos”

La Fundación Galega Contra o Narcotráfico lamenta que los arrestados por menudeo quedaran libres | Fernando Alonso: “El camello de barrio parece un personaje rutinario hasta que se instala en tu edificio y te arruina la vida”

El gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, participó en la concentración vecinal contra el menudeo.

El gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, participó en la concentración vecinal contra el menudeo. / Noé Parga

María López

María López

La puesta en libertad –tras pasar a disposición judicial– de los dos inquilinos del narcopiso de Vilaxoán detenidos por un presunto delito contra la salud pública ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos del pueblo. También en determinados colectivos, como es el caso de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico (FGCN). Su gerente, Fernando Alonso, asistió el sábado a la concentración convocada por la asociación de vecinos contra el trapicheo de drogas como una muestra de apoyo a los vilaxoaneses. “Nos ponemos a su disposición para lo que puedan necesitar”, ofrece Alonso, quien califica de “absolutamente incomprensible que a día de hoy sigamos sin soluciones concretas para los narcopisos” pese a tratarse de una problemática generalizada en toda España.

“Lo que ocurrió el viernes fue una tragedia por la muerte de una persona pero también porque un narcopiso arruina la vida de los vecinos”, advierte el responsable de la FGCN.

Explica que este tipo de viviendas en las que se venden sustancias estupefacientes directamente al drogodependiente representan el último eslabón del narcotráfico, pero no por ello son de menor gravedad que otros escalafones de la organización.

“Banalización” del menudeo

Alonso está convencido de que “se banaliza el problema del menudeo”. “Nos asustamos con las toneladas de droga pero cuando nos dicen que se trapichea en un determinado lugar nos acostumbramos. El camello de barrio parece un personaje rutinario hasta que se instala en tu barrio o edificio y te arruina la vida”, sentencia.

Cree que lo ocurrido el viernes en Vilaxoán “da alas a otras personas para abrir más narcopisos”. “Allí ha muerto una persona pero no pasa nada”, critica en alusión a la libertad de la que gozan los hermanos isleños que fueron descubiertos por la Policía Local de Vilagarcía cuando estaban escondidos en medio de una plantación de marihuana “indoor” en la citada vivienda de la calle Saralegui. “Fueron detenidos el viernes y el domingo se van “de rositas”. Seguro que ya están haciendo lo mismo. La duda es si van a usar ese mismo piso o se van a ir a otro”, lamenta el gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico.

Leyes más duras

En su opinión, el problema no radica en el ámbito policial, ya que “la Policía ha hecho su trabajo porque en 24 horas estaban todos detenidos y el asunto resuelto”.

Pero al llegar al juzgado, la cosa cambia. Por ello, Alonso apuesta por endurecer las leyes y establecer medidas específicas para erradicar los narcopisos, puntos negros que proliferan en numerosas ciudades y que lastran la vida de miles de familias. “El narcopiso destruye todo lo que hay a su alrededor. Eso significa amenazas, violencia, hurtos, robos; es una aberración. A los dos días quedan en la calle y las familias no deberían sufrir esa impunidad; el derecho a la seguridad y a la salud debe prevalecer”, defiende Alonso.

En este sentido advierte de que la Fundación ha llegado a ser testigo de vecinos de narcopisos que han abandonado sus hogares desesperados con la convivencia.

La concentración vecinal en la que participó el gerente de la FGCN se celebró en la calle Saralegui, justo donde Luis Mariano Cañón Parada perdió la vida tras ser supuestamente apuñalado por su cuñado José Fernández Otero, que ya está en prisión. Aunque el crimen se perpetró en la vía pública, la discusión entre los isleños ya habría comenzado en el narcopiso donde la Policía Nacional se incautó de doscientas plantas de marihuana.

Los vecinos sospechan de tres puntos de trapicheo

Los vecinos de Vilaxoán reclaman a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que incrementen la presión y vigilancia en su pueblo para acabar con los demás puntos negros de venta de droga. Además del narcopiso desmantelado en la calle Saralegui a raíz del homicidio de Luis Mariano Cañón, tienen sospechas de otras dos zonas en las que presuntamente se trapichea. Una se encuentra en las inmediaciones de la plaza de Rafael Pazos y otra en un bar de la localidad.

A ello hay que añadir las fechorías que una persona supuestamente relacionada con el mundillo del menudeo está realizando en Vilaxoán, así como el intento de okupación de una casa.

Que los dos detenidos por un presunto delito contra la salud pública quedaran el domingo en libertad no ha sido visto con buenos ojos en Vilaxoán. “Nosotros solo queremos que esta gente se vaya de aquí”, coinciden.

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