O Salnés confía en otro año con cifras de "récord" de peregrinos
Los establecimientos ya recibieron la semana pasada a los primeros viajeros, y las reservas se intensifican a partir de abril
Una peregrina, a su paso por Pontearnelas (Vilanova). / Iñaki Abella
El año en curso volverá a registrar cifras de récord en cuanto a peregrinos que recorren la Variante Espiritual do Salnés. Así lo esperan al menos alojamientos rurales de la comarca, que ya han empezado a recibir a los primeros viajeros que se dirigen a Santiago. “Están empezando a llegar a cuentagotas, antes de ayer (por el viernes) tuvimos los primeros del año”, sostienen en el hostal Santa Baia, de Ribadumia.
La Variante Espiritual do Salnés es una alternativa al Camino Portugués clásico, que se desvía en Pontevedra (o incluso antes) hacia el monte Castrove y Armenteira. Así, en vez de seguir hacia el Norte (Barro, Caldas...) gira hacia el Oeste. Tras pasar por Armenteira, baja hacia Vilanova, y allí los caminantes tienen dos opciones: o seguir andando hacia Vilagarcía, Catoira y Pontecesures, o remontar el interior de la ría y el Ulla en embarcación, bajando en Pontecesures. Allí, entroncan de nuevo con el itinerario jacobeo portugués.
Los alojamientos rurales ya están ultimando una campaña, que esperan que sea buena, tras un 2023 que fue, “masivo”, en palabras de la propietaria del hostal Santa Baia. “Empieza a haber reservas, así que contamos que a partir de marzo ya vengan más”, añade esta hostelera de Ribadumia.
“El peregrino ahora es un viajero que disfruta haciendo senderismo por espacios naturales, que quiere probar la gastronomía y tomar los vinos de los lugares por los que pasa"
En su caso concreto, la campaña de Semana Santa la completará con los huéspedes del torneo de fútbol base que se celebra esos días en Ribadumia, pero espera que los caminantes que se dirigen a Santiago vuelvan a ser muy numerosos. “La Variante Espiritual es una ruta muy bonita, distinta a todas. Cada vez se conoce más gracias al boca a boca, así que creo que aún tiene margen de crecimiento”.
También lo cree José Luis Vilanova, gerente de Novavila, un hotel con encanto situado en Meis. Eso sí, él matiza que, “más que peregrinos, la mayoría de la gente que está haciendo la Variante Espiritual son viajeros que buscan vivir una experiencia”. Vilanova está convencido de que la mayoría de los caminantes no se mueven por una motivación religiosa -o no solo por eso-, y que son gente que desea “explorar nuevos territorios”. “El peregrino ahora es un viajero que disfruta haciendo senderismo por espacios naturales, que quiere probar la gastronomía y tomar los vinos de los lugares por los que pasa. Ya no son los peregrinos de antaño, sino que son viajeros que desean vivir experiencias”.
Vilanova, que es también presidente de la federación comarcal de empresarios (FECA) ya tiene reservas de personas que se dirigen a Santiago, a partir del mes de abril, por lo que cree que, “este 2024 va a ser un buen año”.
La falta de señalización en el río Ulla puede complicar la navegación para los neófitos
El gerente de Novavila elogia la Variante Espiritual y la promoción que se hace de este producto, pues sostiene que ha hecho mucho bien a O Salnés. Eso sí, él también cree que habría que redefinir el modelo actual, y buscar más “valor que volumen” de turistas. Por ello, cree que los albergues públicos son un modelo obsoleto y que el territorio podría crecer más con una buena oferta de alojamientos privados con encanto.
El río sigue sin balizar
Uno de los principales atractivos de la Variante Espiritual es que da la posibilidad de hacer otro Camino, como es el del Mar de Arousa. La oportunidad de remontar la ría y el Ulla a bordo de una embarcación, viendo de cerca como trabajan los bateeiros, el vía crucis fluvial que empieza junto a las islas Malveiras, las Torres de Oeste o la playa de Vilarello conquista a más de un viajero. Por eso, además de albergues y hostales, esta variante del Camino Portugués ha facilitado el nacimiento de hasta media docena de empresas náuticas.
En el sector apuntan que, pese a la importancia que ha adquirido esta ruta, el río Ulla sigue sin balizar, lo que complica mucho la navegación. En el caso de los profesionales, van sobrellevando la situación porque ya conocen bien el río, pero advierten de que hay zonas que pueden ser una verdadera trampa para los navegantes recreativos que tratan de remontar el río en sus propios barcos. “Hay que tener la precaución de navegar solo con marea llena y por el centro del río. Aún así, hay una zona peligrosa con piedras sin señalizar cerca de Vilarello”, advierte un patrón.
Sale a concurso la explotación del albergue público de Armenteira
El albergue público de San Ero, en Armenteira, se encuentra actualmente cerrado. El contrato del anterior concesionario era por dos años, prorrogable por otros dos, pero el Concello prefirió no activar la prórroga al finalizar el tiempo ordinario. Por ello, sacó a concurso de nuevo la gestión del establecimiento, que se encuentra en la casa da cultura de Armenteira. Esta misma semana finalizó el periodo de exposición pública y presentación de alegaciones del estudio de viabilidad, por lo que a partir de mañana lunes podrá reactivarse el procedimiento administrativo de licitación.
La alcaldesa, Marta Giráldez, indicó ayer que confía en que el albergue ya pueda estar funcionando con el nuevo concesionario en Semana Santa. Pero apuntó que si esto no fuese posible porque no diesen los plazos, “trataríamos de abrirlo el Concello mediante el apoyo de voluntarios”. El pliego de condiciones redactado por el municipio contempla una cuota anual de 3.000 euros a favor del Ayuntamiento, y fija los precios por la prestación del servicio.
Así, la pernocta costará 10 euros en temporada alta (de junio a septiembre, ambos incluidos) y 8 euros el resto del año. El servicio de lavadora o secadora tendrá un coste de tres euros, y el precio medio de los productos de la máquina expendedora de bebidas y alimentos debe ser de 2,70 euros. El estudio económico elaborado por el Ayuntamiento prevé un gasto total para el concesionario de 30.700 euros (incluyendo el pago de las cuotas de autónomos y un salario de 1.300 euros mensuales), y unos ingresos de 39.000, por lo que el beneficio estimado rondaría los 8.300 euros, según los técnicos municipales.
Además de este albergue público, en Armenteira hay otras posibilidades de alojamiento, aunque de precio bastante más elevado. Así, hay una casa rural en las inmediaciones del monasterio, las monjas del convento también admiten viajeros y, finalmente, se espera que en Semana Santa vuelva a abrir la pousada, como hizo en años anteriores.
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