Una nueva forma de proteger a las aves

El “Corredor migratorio galaico-cantábrico occidental” se hace fuerte en la comarca

Dos mujeres observan aves en el “Corredor migratorio galaico-cantábrico occidental”,  a bordo del aula flotante de la naturaleza “Chasula”.

Dos mujeres observan aves en el “Corredor migratorio galaico-cantábrico occidental”, a bordo del aula flotante de la naturaleza “Chasula”. / Colón de Cangas

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La comarca de O Salnés es un eje esencial en el recién creado “Corredor migratorio galaico-cantábrico occidental”, una figura de protección medioambiental que es fruto de la ampliación y unificación de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de competencia estatal existentes entre la costa central asturiana y el suroeste de Galicia, entre las que ya destaca desde hace mucho el Complejo Intermareal Umia-O Grove, Lagoa Bodeira e Punta Carreirón.

El Ayuntamiento de O Grove y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) hacen hincapié en ello, sabedores de que se consolida así un “importante corredor migratorio de aves que abarca la mayor parte de las aguas del noroeste peninsular” y, en consecuencia, la Reserva Ornitológica que la propia entidad conservacionista gestiona en la península meca.

Miles de aves

Un territorio “por el que cruzan centenares de miles de aves marinas de decenas de especies cada año”, especialmente en el conocido como paso postnupcial u otoñal, que tiene lugar entre septiembre y diciembre.

Aluden así a especies tan conocidas como el alcatraz atlántico, que llega a alcanzar “cerca de un millón de aves en paso postnupcial”, al menos hasta que la influenza aviar se cebó sobremanera con esta especie.

Pero también se refieren a la pardela pichoneta, la cenicienta atlántica y la pardela sombría, junto a otras “especies singulares en el ámbito europeo, como la gaviota de Sabine, una especie pelágica que raramente se ve en Europa”.

Así lo detallan la delegación en Pontevedra de SEO y la concejalía de Medio Ambiente grovense a través del Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO) de la localidad meca.

Punta Pateiro

La misma herramienta en la que, como se explicó en su momento, recomiendan visitar Punta Pateiro, “desde donde se han avistado volando hacia el Sur y en una sola jornada de observación cientos de alcatraces atlánticos de distintas edades”.

Además de aves en “peligro crítico de extinción” como la pardela balear y cormoranes moñudos, una especie “vulnerable” que “suele pernoctar en Ons y salir por las mañanas en bandos hacia las ricas aguas de Arousa, pasando muchos entre Pateiro y el islote Pombeiro”.

Pero hay más que ver en ese lugar de la costa de San Vicente, como por ejemplo pardelas cenicientas, negrones comunes, págalos grandes, charranes patinegros, gaviotas patiamarillas, cabecinegras, reidoras, sombrías, gaviones atlánticos, cormoranes grandes, alcas, paíños y otras muchas especies también presentes en las singladuras en busca de pelágicas que se desarrollan a bordo del pesquero rehabilitado “Chasula”.

Ahora, desde el PIO abundan en todo ello incidiendo en que el corredor migratorio debe ayudar a proteger y dar a conocer a las citadas y otras especies singulares.

Como también a muchas de las consideradas “raras” en España, “pero que aparecen regularmente en la zona, como sucede con la pardela chica macaronésica, el charrán rosado, el págalo rabero o el págalo polar”.

Al margen de lo que representa para las aves pelágicas, no hay que dejar de lado las ventajas que el corredor migratorio puede deparar para numerosas especies de aves acuáticas y terrestres.

Máxime teniendo en cuenta que “hasta ahora, la red de ZEPAs marinas cubría solamente parte del corredor, concentrando la atención en los puntos en los que el paso de aves es más intenso en las cercanías de tierra firme, como Estaca de Bares, o zonas especialmente propicias para la alimentación de estas aves, como la Costa da Morte y las Rías Baixas”, explican en el Concello de O Grove.

Pero con la ampliación de las Zonas de Especial Protección para las Aves localizadas en la costa gallega y cantábrica occidental, para constituir un único espacio ZEPA, se implementa la protección de los espacios de paso, refugio o alimentación de las aves, así como a los propios animales.

Parques eólicos marinos

Y no solo eso, sino que, según el Concello de O Grove y SEO, “dentro de este gran corredor se blinda en parte el desarrollo de parques eólicos marinos, una de las amenazas potencialmente más importantes para las aves en paso”.

En cualquier caso, y aún felicitándose por la consolidación del corredor migratorio, naturalistas y administración local sugieren que “es importante no bajar la guardia y seguir trabajando” para, por ejemplo, “elaborar, aprobar e implementar los planes de gestión para los espacios Red Natura 2000”, ya que se trata de “una asignatura pendiente”.

Consideran que sin esa herramienta “los espacios marinos corren el riesgo de convertirse en papel mojado”.

A lo que añaden que “es importante empezar a poner sobre la mesa el compromiso de protección estricta del 10% de la superficie marina, como contempla la estrategia de biodiversidad de la UE”.

Suscríbete para seguir leyendo