España estudia a la pardela balear en las Rías Baixas

Es una especie gravemente amenazada que se deja ver ocasionalmente por Galicia

Los investigadores utilizan la lancha rápida "Albatros", de Cruceros del Ulla Turimares, para moverse frente a las Rías Baixas en busca de pardelas baleares.

Los investigadores utilizan la lancha rápida "Albatros", de Cruceros del Ulla Turimares, para moverse frente a las Rías Baixas en busca de pardelas baleares. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, junto con la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y la empresa Tragsa, intensifica el estudio de la pardela balear (Puffinus mauretanicus) aprovechando su presencia ocasional en las Rías Baixas.

Ya se explicó en numerosas ocasiones anteriores que se trata de un ave en riesgo crítico que se deja ver en la costa gallega de forma puntual, sobre todo coincidiendo con los movimientos migracionales que se llevan a cabo en otoño, como sucede en la actualidad, y primavera.

Seguimiento especial

Sometida a infinidad de estudios, el Gobierno de España, la entidad conservacionista aludida y la empresa pública Tragsa abundan en ello realizando un seguimiento especial de esta amenazada pardela; especie claramente diferenciada de la pardela mediterránea (Puffinus yelkouan) y de la pardela pichoneta (Puffinus puffinus).

Observación de pardelas, alcas, paíños y otras especies pelágicasdesde el barco “Chasula”, dedicado a las expediciones ornitológicasdentro y fuera de la ría de Arousa.   | //  JUAN DIÉGUEZ / CHASULA BIRDS

Observación de pardelas, alcas, paíños y otras especies pelágicas desde el barco “Chasula”, dedicado a las expediciones ornitológicasdentro y fuera de la ría de Arousa. | // JUAN DIÉGUEZ / CHASULA BIRDS / Manuel Méndez

Se trata de una revisión taxonómica motivada por la importante regresión de sus poblaciones. La misma que hace años propició la elaboración de una “Estrategia de Conservación” y derivó en su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, dentro de la categoría de “En peligro de extinción”.

En la Albatros

Lo que se está haciendo en los últimos días, a bordo de embarcaciones como la lancha rápida Albatros, perteneciente a la naviera Cruceros del Ulla Turimares, es un estrecho seguimiento de las pardelas baleares que pueden toparse de forma esporádica dentro de rías como la arousana.

Y, sobre todo, en la plataforma continental, donde suele compartir espacio con alcatraces, págalos, alcas y otras pardelas, tal y como pueden constatar con frecuencia quienes viajan a bordo del barco escuela “Chasula”.

Hay que tener presente, como destacan en SEO, que “la pardela balear se reproduce exclusivamente en Islas Baleares, nidificando en huras y cuevas de islotes y acantilados marinos en los cinco grupos principales de islas”.

Una pardela balear descansando ala altura de la isla de Sálvora.

Una pardela balear descansando ala altura de la isla de Sálvora. / XABIERVÁZQUEZ PUMARIÑO / CHASULA BIRDS / BIRDING.GAL

Parece que el grueso de la población de pardela balear “se desplaza hacia el Atlántico tras la reproducción, que va de marzo a principios de julio, pasando el verano en aguas del suroeste de Europa, principalmente entre el golfo de Cádiz y las Rías Baixas, así como en el noroeste de Francia y, en menor medida, suroeste de Gran Bretaña y norte de Marruecos”.

Regresan al Mediterráneo

Cuando llega el otoño, la mayoría de los ejemplares regresan al Mediterráneo, con el pico de paso en octubre, y desde ese momento “realizan visitas regulares a las colonias y su entorno, pero la población se concentra en las costas del Levante ibérico y Cataluña”, donde suelen formar grandes grupos cerca de la costa.

Al aludir a la que es “única especie de ave marina endémica de España”, un ave longeva (puede vivir más de 35 años) que se reproduce lentamente (en los años que cría solo pone un huevo), SEO/BirdLife explica que durante el periodo reproductor los adultos hacen viajes de cientos de kilómetros para buscar alimento, principalmente de pequeños peces pelágicos como la sardina y el boquerón, mayoritariamente en las aguas del Levante ibérico y Cataluña, como también en las costas del norte de África y el Golfo de León.

La ruta del barco "Albatros" siguiendo a las pardelas.

La ruta del barco "Albatros" siguiendo a las pardelas. / FdV

3.000 parejas

Lo relevante, de ahí la importancia del estudio que se lleva a cabo en Arousa, con puerto base en O Grove, es que su población estimada es de apenas 3.000 parejas y se encuentra en franco declive, por lo que se cree que “al ritmo actual puede extinguirse en menos de sesenta años”.

Esto lleva a SEO a incidir en las amenazas que pesan sobre la especie, siendo la principal causa de mortalidad “las capturas accidentales” durante las labores de pesca; “además de la reducción de presas por sobreexplotación pesquera, que también puede tener un impacto negativo sobre la especie”.

Depredadores

Eso sin olvidar que las pardelas “son muy sensibles a la depredación de huevos, pollos y adultos por parte de depredadores terrestres como gatos y ratas, que llegaron de la mano del hombre a islas e islotes”.

El urbanismo también “reduce la disponibilidad de lugares adecuados para criar”, y la contaminación lumínica, “sobre todo en grandes instalaciones como industrias, campos deportivos y otros, causan desorientación a los pollos”, sostienen los conservacionistas.

También citan como amenaza “la creciente proliferación de plataformas petrolíferas y aerogeneradores”, para añadir que “por ser costeras y muy gregarias, son especialmente sensibles a los derrames de hidrocarburos”.

Plásticos

Para terminar diciendo que la basuraleza es otro de los elementos que “afectan gravemente a las pardelas, que pueden enredarse con residuos plásticos y redes de pesca abandonadas o ingerir plásticos mientras se alimentan”.

[object Object]

Aunque sea una especie amenazada que visita la costa gallega solo ocasionalmente, los avistamientos de pardela balear suelen producirse con cierta frecuencia a bordo del “Chasula”.

Esta aula flotante de naturaleza capitaneada por Isidro Mariño realiza expediciones a la plataforma continental que permiten descubrir tanto esta amenazada pelágica como paíños, frailecillos, alcas y otras muchas aves que apenas se acercan a la costa para criar.

En la primera expedición pelágica realizada este mes, sin ir más lejos, fueron avistados 18 ejemplares de pardela balear, convirtiéndose en protagonista de la jornada junto a la gaviota de Sabine.

Como se indicó en su momento, fueron localizados un centenar de ejemplares de esta especie que cría en el Ártico y tiene una distribución circumpolar, principalmente por Norteamérica y Eurasia.

Un ave migratoria que vuela hacia el sur en otoño y suele pasar el invierno en el océano Pacífico, mientras que las de Groenlandia y Canadá oriental cruzan el Atlántico camino de las costas occidentales de Europa para pasar el invierno, llegando a alcanzar África Suroccidental.

Ahora también se localizan estas y otras especies desde la embarcación “Albatros” de Cruceros del Ulla, gracias al programa de investigación de SEO y el Gobierno.

Suscríbete para seguir leyendo