Los mejores balcones de O Salnés

Los Ayuntamientos de Vilagarcía y Meis han acondicionado los miradores de Xiabre y Castrove para mejorar el acceso y facilitar el disfrute de las vistas

Mirador del  monte Xiabre, en Vilagarcía.

Mirador del monte Xiabre, en Vilagarcía. / Iñaki Abella

O Salnés no es una comarca montañosa, pero tiene un buen puñado de miradores excepcionales. Las cumbres de los montes más altos (el Castrove, el Xiabre y Lobeira) ofrecen unas panorámicas excelentes al valle, los pueblos y la ría de Arousa, pero es posible gozar de unas vistas inmejorables desde muchos otros puntos. De hecho, cualquier colina que se eleve poco más de 100 metros sobre el nivel del mar ya puede ofrecer unas vistas privilegiadas.

Conscientes de que los miradores son a menudo un imán, tanto para los turistas como para los propios vecinos, los ayuntamientos han hecho un esfuerzo en los últimos meses para acondicionar espacios de este tipo. Los ejemplos más recientes son los de Vilagarcía y Meis. En este último municipio, el Concello y las comunidades de montes han arreglado la pista forestal de subida al Castrove, y han colocado cerca de las antenas de telecomunicaciones un banco que permite disfrutar de un vistazo de una gran panorámica que combina el valle y el mar.

En Vilagarcía, el Ayuntamiento ha creado un mirador en torno a la cruz de hierro de Xiabre, y la excursión hasta él se ha convertido en una de las actividades preferidas por los vilagarcianos y los vecinos de otras localidades cercanas. Eso sí, parte de la subida es muy empinada y está en mal estado debido a las escorrentías de agua, por lo que no puede hacerse en vehículo y es demasiado exigente para las personas con problemas de movilidad.

Por ello, el Ayuntamiento tiene en marcha un proyecto para suavizar la subida, mediante unos escalones graduados, que harán el acceso más asequible.

O Grove y Vilanova

O Grove tiene otro de los miradores más conocidos de la comarca, como es el del monte Siradella. Ofrece unas vistas excelentes al istmo de A Lanzada y al mar abierto. Además, es un lugar al que acuden algunas noches de verano los aficionados a la astronomía, ya que al tener poca contaminación lumínica es un buen punto para observar las estrellas.

En Vilanova, los miradores más conocidos se localizan en el monte Lobeira. El más famoso es el de la cruz, que se eleva en un punto donde en el pasado hubo un castillo. Pero también es muy apreciado el del Faro das Lúas, con una escultura de Manolo Chazo.

Alternativas en Cambados, A Illa o Meaño

El paseo clásico en Cambados para quienes desean disfrutar de las vistas desde las alturas es hasta el monte de A Pastora. El mirador está en la cima de la colina y permite ver hacia el sur la desembocadura del río Umia. También hay un mirador conocido por vecinos y visitantes en un municipio tan llano como A Illa. Se encuentra en el lugar de Con do Forno, a tan solo 63 metros de altura sobre el nivel del mar, y destaca por la gran figura del Corazón de Jesús, “El Santo”.

En Ribadumia, hay buenas vistas desde el castro de Besomaño, lo que permite compaginar en una misma visita el disfrute del paisaje con la observación de un extenso asentamiento castrexo bastante excavado. En Meaño el más famoso es el de San Cibrán, coronado por una bonita escultura del artista local Francisco Pazos, pero tienen otros tres en los montes de Fonfría, A Queimada y Simes. En el Ullán, el monte Xiabre y los molinos de viento de Abalo, en Catoira, son una visita imprescindible.

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