La Marteilia, riadas y vientos frenan el libre marisqueo

Mar confirma la paralización de la campaña y el mal momento de Os Lombos, O Bohído y Cabío

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La campaña de libre marisqueo en la ría de Arousa ha tenido que ser nuevamente suspendida. El banco de Os Lombos do Ulla ni siquiera abrió cuando comenzó la temporada, el pasado mes de octubre, mientras que los de Cabío y O Bohído volvieron a dejar patente que ya no son lo que eran y que acudir a ellos cada mañana es una pérdida de tiempo para los rañeiros.

El Plan General de Explotación Marisquera para el trienio 2024-2026 hace constar que el informe técnico emitido por el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) “recomienda la suspensión de las campañas de extracción” en los citados bancos.

Proteger el reclutamiento

Se hace para proteger el reclutamiento de las principales especies objetivo de estos bancos, como son el berberecho y la almeja japonesa, en Os Lombos do Ulla, la almeja babosa en O Bohído y la almeja babosa y la almeja rubia, en Cabío.

El objetivo es velar por los individuos que “aún no alcanzaron los tamaños mínimos para su explotación y constituirán el stock explotable el próximo año”.

Al igual que se quiere proteger a “los reproductores aún presentes en los tres bancos, a la espera de que el stock de reclutas contribuya a la recuperación de las poblaciones”.

Consellería do Mar

Todas ellas castigadas, como remarcan en la Consellería do Mar, por “causas de fuerza mayor” como la Marteiliosis y los episodios océano-meteorológicos adversos, los cuales “afectaron al estado de los recursos” y, consiguientemente, al régimen de explotación marisquera de tales bancos, “siendo necesaria la adopción de medidas técnicas de conservación extraordinarias consistentes en la prohibición de la actividad marisquera en esta zona de forma temporal”, sentencia la Xunta en el Plan General de Explotación.

El mismo en el que se presta especial atención al informe técnico del CIMA antes aludido y relativo al estado de salud de los stocks explotados en los bancos infralitorales de libre marisqueo arousanos, en los que pueden desarrollar su actividad todas las embarcaciones con base en algún puerto de la ría que tengan la modalidad de marisqueo o libre marisqueo en su permiso de explotación.

Dicho informe incide en que tanto en Os Lombos de Ulla como en O Bohído y Cabío la población de berberecho, “que debería haber originado el stock comercial disponible para la campaña 2023-2024, estuvo sometida a prevalencias de Marteilia cochillia superiores al 30% e intensidades de infección severas”, con densidades superiores a 2.000 individuos por metro cuadrado.

Baja salinidad

Dicho de otro modo, que “tanto la prevalencia de Marteilia cochillia como la densidad justifican plenamente la mortalidad elevada de berberecho”.

Y por si no fuera suficiente, “los episodios de salinidades bajas” agravan y explican también “la mortalidad de berberecho y de almeja japonesa registrada en Os Lombos do Ulla, donde las poblaciones de bivalvos estuvieron sometidas durante el invierno 2022-2023 a dos episodios de salinidades bajas de duración elevada”, recuerdan en el CIMA.

La conclusión es que “tanto las condiciones océano-meteorológicas como la prevalencia de Marteilia cochillia anularon el stock” de berberecho y de almeja japónica en la desembocadura del río.

En cuando al banco de O Bohído, el mismo informe técnico aluden a los registros históricos para hacer constar que el stock comercial de almeja babosa alcanzó mínimos en 2005, 2018 y las campañas de evaluación de 2022 y 2023.

“De esta manera, el valor mínimo de stock de esta especie coincide con el mínimo de stock de berberecho y almeja japonesa en Os Lombos do Ulla”, explican en Mar.

Esfuerzo pesquero

Donde también creen que la tendencia a la disminución de la producción “puede estar relacionada con condiciones océano-meteorológicas, en particular con el régimen de vientos y tendencia de descenso de la fluorescencia ligada a la cantidad de fitoplancton en la columna de agua registrada en una serie temporal”.

Por último, la Xunta justifica el cierre temporal del libre marisqueo en Cabío diciendo que “el stock comercial de almeja babosa y almeja rubia indican una tendencia descendente”.

Una caída de producción que parece más acusada en el caso de la primera especie. En cualquier caso, y aún existiendo ejemplares de tamaño comercial de almeja rubia, también se trata de las cantidades más bajas de la serie histórica analizada por la comunidad científica.

Dicho esto, el informe del CIMA deja claro que los bancos citados “constituyen una unidad de gestión”, de ahí que la suspensión de la actividad en uno de ellos, como se hizo en octubre con Os Lombos, afecte a los otros dos, ya que soportan una mayor presión pesquera sobre sus ya mermados stocks.

En definitiva, que la acción de la Marteilia y las condiciones océano-meteorológicas han contribuido a hundir el libre marisqueo en Arousa, afectado igualmente por un plan de gestión diseñado por el propio sector que lo único que ha logrado ha sido enfrentar a las cofradías de la ría.

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