Gardacostas pone la lupa en el centollo

Los controles se intensifican para evitar la pesca ilegal

Un marinero que actúa de forma legal en la ría de Arousa se dispone a recoger uncentollo, subido a bordo con las populares redes conocidas como “miños”.

Un marinero que actúa de forma legal en la ría de Arousa se dispone a recoger uncentollo, subido a bordo con las populares redes conocidas como “miños”. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Gardacostas de Galicia, Policía Autonómica e incluso la Guardia Civil han intensificado los planes de inspección correspondientes a la lucha contra el furtivismo y la pesca ilegal.

En el primer caso, desde la Consellería do Mar confirman que una de las claves del éxito de su trabajó está en especializarse en la vigilancia de las diferentes zonas en función de la época del año de que se trate y, muy especialmente, dependiendo de cuál sea la especie objetivo de la flota en cada momento.

Con la vieira

De ahí que en esta época del año casi todas las miradas se centren en la vieira de Ferrol y el centollo que desde el día 6 se pesca en las provincias de Pontevedra y A Coruña, ya que en la de Lugo no se largarán los aparejos hasta el 26.

En lo referido al crustáceo, los guardacostas confirman que quienes practican la pesca ilegal se están llevando a casa más centollo del permitido y están calando más red de la autorizada.

Con la Policía Local

De ahí que los funcionarios de este servicio adscrito a la Consellería do Mar, con apoyo de las fuerzas y cuerpos de seguridad –también de la Policía Local, en algunos municipios–, se encarguen de velar por el cumplimiento de la normativa establecida para el manejo de los populares miños, el arte de pesca mayoritaria.

Además de tratar de garantizar que se respetan los horarios de trabajo establecidos –incluido el de descanso semanal– y que no se superen los cupos legales, que son de 35 kilos de centollo al día por barco, con 35 kilos más por cada tripulante enrolado y a bordo.

Más de 7.000 metros

Al hablar de los miños, no está de más recordar que estas redes no pueden superar los 2.000 metros por embarcación y día –el equivalente a 40 piezas– en las embarcaciones Tipo I y II, es decir, de hasta 2,49 toneladas de registro bruto (TRB) o 1,74 de arqueo bruto (GT).


La centolla (centollo hembra) tiene un abultamiento en la zona ventral y su forma es ovalada. |   //  ABELLA

El centollo macho tiene una tapa o vientre más alargado y estrecho, plano y triangular que la hembra. / Iñaki Abella

A las de Tipo III, que tienen hasta 4,99 TRB o 4,24 GT, se les permiten 4.000 metros, mientras que las de Tipo IV y V –hasta 9,99 TRB– pueden largar 5.500 metros (110 piezas de miños).

Las de mayor porte, que sin las embarcaciones de Tipo VI y VII, desde 10 TRB o 10 GT, tienen la opción de emplear hasta 7.000 metros de “miños” al día.

Superar esos tamaños o dejar las redes en el mar sin respetar el descanso semanal se considera pesca ilegal.

Furtivismo "legal"

Es lo mismo que el furtivismo “legal”, así definido en el informe titulado “El furtivismo marino y su incidencia en la Comunidad Autónoma de Galicia”, encargado en su día por la Fiscalía General al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

[object Object]
  • Los topes de captura están claros

La flota de enmalle que actúa de forma legal regresa a puerto cada día con 35 kilos de centollo por barco, y 35 más por tripulante a bordo.

  • El número de redes depende del barco

claves destacadas

  • Un intenso trabajo de control a diario

En ese documento se deja claro que el furtivismo puede ser doméstico, vacacional, marginal, recreativo, profesional o “legal”, que es el practicado por los mariscadores, tripulantes o armadores que se aprovechan de sus permisos de explotación marisquera y pesquera.

Privilegios

Es decir, que gozan de todos los privilegios que benefician a cualquier mariscador o pescador profesional, empleando esas autorizaciones para capturar ejemplares de talla inferior a la permitida o que están en veda.

Al igual que se tacha de furtivo “legal” a quien supera los topes establecidos y, en definitiva, se aprovecha de su condición de pescador o mariscador para colocar en el mercado capturas ilegales.

Gardacostas intenta evitar el empleo de redes ilegales y que se rebasen los topes de centollo

La centolla (centollo hembra) tiene un abultamiento en la zona ventral y su forma es ovalada. / Iñaki Abella

Eso es lo que estos días vigila de un modo especial Gardacostas de Galicia para velar por el correcto desarrollo de la campaña del centollo.

Sin dejar de lado el trabajo diario, por tierra, mar y aire, contra la pesca ilegal que afecta a otras especies y el furtivismo que tanto daño ha causado históricamente a los bancos marisqueros.

Nueve meses intensos

Llegados a este extremo, puede recordarse también que entre el 1 de enero y el pasado 30 de septiembre Gardacostas realizó un total de 8.430 inspecciones en Galicia, las cuales dieron como resultado la apertura de 2.083 actas de infracción por furtivismo y/o pesca ilegal, todo ello.

Un periodo en el que, como avanzó FARO DE VIGO en su momento, se decomisaron 22.184 kilos de pescado, crustáceos, bivalvos y cefalópodos, además de realizarse 22.173 incautaciones de redes, nasas, “cacharros” de pulpo, jaulas y otros útiles, aparejos o artes de pesca y marisqueo ilegales.

La estrategia

Gracias a la “eficaz estrategia de este departamento –asegura la Consellería do Mar–, adaptando sus controles a las zonas, épocas y especies de mayor relevancia”, Gardacostas realizó en Corrubedo y Arousa Norte (Barbanza), durante los nueve primeros meses del año, 818 inspecciones, con resultado de 410 sanciones, 2.852 incautaciones y 4.018 kilos decomisados.

Un operativo de Gardacostas contra el furtivismo, para levantar nasas ilegales en Arousa.

Un operativo de Gardacostas contra el furtivismo, para levantar nasas ilegales en Arousa. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Al igual que interceptó 2.154 kilos de producto y 3.714 útiles o aparejos en Arousa Sur (costa de O Salnés), en este caso con 1.071 inspecciones efectuadas y 353 infracciones.

En San Vicente de O Grove, la ensenada de A Lanzada, la ría de Pontevedra y Aldán fueron 5.433 útiles intervenidos, y 5.043 kilos de producto los recuperados en el mismo periodo, tramitándose 277 actas de infracción, tras la realización de 866 inspecciones.

En la ría de Vigo y la zona costera de A Guarda habían sido 4.643 útiles interceptados, junto a 2.467 kilos decomisados, con 1.688 inspecciones efectuadas y 278 actas de infracción levantadas.

Suscríbete para seguir leyendo