Muchos podrían pensar que ahora que las vacaciones de verano han terminado para la mayoría, y cuando los bañistas se han ido casi por completo de las playas, se ha puesto fin a la lucha contra la pesca ilegal y/o el furtivismo, ya sea vacacional, doméstico, marginal, profesional, “legal” o de cualquier otra índole. Pero nada más lejos de la realidad, ya que las fuerzas del orden y la Xunta mantienen activos todos los mecanismos de que disponen para hacer frente a esta lacra.

Puede citarse, como ejemplo, aunque por volumen lo decomisado sea algo testimonial, una actuación contra la pesca ilegal desplegada ayer en la ría de Arousa que permitió retirar del agua 73 nasas que estaban caladas ilegalmente.

Se trata de aparejos que habían sido colocados dentro de la zona balizada de playa Mexilloeira, en aguas de O Grove, por lo que fueron levantados por los agentes que los encontraron.

Una de las embarcaciones de la Guardia Civil del Mar. M. Méndez

Esta vez vez no fue Gardacostas de Galicia, sino la Guardia Civil del Mar, adscrita a la Comandancia de Pontevedra, el departamento encargado de la operación, desplegada desde la embarcación "Corvo Mariño".

Las nasas interceptadas fueron entregadas sí fueron entregadas al servicio de guardacostas dependiente de la Consellería do Mar, para que proceda a su eliminación, mientras que el producto que contenían en su interior fue devuelto al mar.

Es habitual que la Guardia Civil despliegue este tipo de operativos, sobre todo tras un verano tan intenso como el que ahora agoniza, en lo que se refiere a lucha contra el furtivismo y la pesca ilegal.

Como se decía al principio, la lucha contra el furtivismo no descansa, sea cuál sea su modelo, quién lo practique y la época del año o el lugar de que se trate.

No hay que olvidar que el informe titulado “El furtivismo marino y su incidencia en la Comunidad Autónoma de Galicia”, encargado hace un par de décadas por la Fiscalía General al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, deja claro que puede ser doméstico, vacacional, marginal, recreativo, profesional o “legal”.

Hay diferencias considerables entre un tipo de furtivismo y otro, siendo estas las claves fundamentales para entenderlo:

  • Furtivo "legal"

Se considera así a todo aquel que, gracias a que dispone de permiso de explotación marisquera y goza de todos los requisitos que benefician a cualquier mariscador o pescador profesional, se dedica a capturar ejemplares de talla inferior a la permitida o que están en veda.

También se considera furtivo legal al que habitualmente supera los topes establecidos y, en definitiva, a todo aquel que se aprovecha de su condición de pescador o mariscador para colocar en el mercado unas capturas ilegalmente obtenidas.

  • Furtivo doméstico

Se engloba en esta categoría a “personas que residen en los municipios costeros, generalmente personas mayores y marineros jubilados que por uso y costumbre recolectan ejemplares para consumo propio”.

En su informe, la Guardia Civil hacía constar que el furtivo doméstico “parece estar socialmente aceptado, al ser oriundos de la zona y no generar alarma social”.

  • Furtivo vacacional

Es la categoría referida a cuantos durante sus periodos de descanso, sobre todo en verano, acuden a las zonas costeras y/o de baño para “recolectar ejemplares de fácil acceso”, especialmente almejas, berberecho y navajas, realizando una extracción “generalmente destinada a consumo propio”.

El informe de la benemérita añade que “su aceptación social varía de unos lugares a otros, en función del perjuicio que esa actividad puntual pueda causar a otros usuarios”.

  • Furtivo marginal

Es el “furtivo con carencias de integración social y necesidades económicas; personas que por sus circunstancias personales se encuentran en alguna situación de falta de integración social, por presentar psicopatologías adictivas y comportamientos y conductas de desarraigo tales como toxicomanías, alcoholismo, desempleo crónico por falta de adaptación y similares”.

Según la benemérita, “la tolerancia a este tipo de furtivismo es bastante amplia en términos generales, aunque representa, al igual que el resto de conductas, una parte del problema”.

  • Furtivo recreativo

El mismo informe hace alusión a “personas que, amparadas por sus licencias de pesca recreativa, capturan especies para las que no están autorizadas o no respetan los topes de captura y las introducen, a posteriori, en el mercado alimenticio, mediante la venta directa a restaurantes o particulares”.

A lo que añade que, en algunos casos, “esta actividad es llevada a cabo como complemento económico a otras ocupaciones profesionales”.

Así trabajan los Gardacostas de Galicia

Así trabajan los Gardacostas de Galicia Manuel Méndez

Una lucha de todos

Para hacer frente a todo ello se emplean a fondo tanto la Guardia Civil como algunas cofradías de pescadores, la Policía Local de unas cuantas localidades y, lógicamente, Gardacostas de Galicia.

Su trabajo se complementa con campañas divulgativas como las desplegadas por la Consellería do Mar para hacer frente al furtivismo vacacional, también conocido como "furtivismo de bañador".

La última, aún en marcha, fue presentada el pasado mes de julio, también en O Grove, con el lema “Do mar vívese” (Del Mar se Vive), dando continuidad así a otras campañas de sensibilización anteriores con las que informar a los ciudadanos sobre la ilegalidad que supone la extracción de marisco sin permiso de explotación.

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La conselleira do Mar, Rosa Quintana, participa en un operativo contra el furtivismo en Vilagarcía Faro de Vigo

Y es que esta práctica no solo constituye una amenaza para el trabajo de mucha gente que sí vive del mar, sino que encierra un claro riesgo para la salud pública, ya que el consumidor puede acabar ingiriendo producto en malas condiciones si éste llega al mercado por cauces clandestinos.

Gardacostas: vigilancia permanente

Rosa Quintana, la conselleira de Mar, no solo apela a la concienciación ciudadana para que no se compre producto ilegal, sino que advierte de que esta práctica está perseguida.

De ello se encarga Gardacostas de Galicia, un servicio dependiente de su departamento que actúa por tierra, mar y aire para velar por los recursos marisqueros y pesqueros de la comunidad.

Al hilo de esto, Rosa Quintana resalta que “entre junio y septiembre de 2021 Gardacostas realizó alrededor de 400 inspecciones en las playas y su entorno que derivaron en el levantamiento de más de doscientas actas de presunta infracción”.

“El producto extraído y comercializado de manera ilegal puede suponer un riesgo para quien lo consume, al no haber pasado ningún tipo de control que lo avale”, insiste la conselleira de Mar, Rosa Quintana.

Abundando en ello, apela a la sensibilidad de los bañistas, a quienes explica que los profesionales del marisqueo “siembran el marisco, cuidan las zonas y pagan impuestos por su labor”, alcanzando “un tercio de sus capturas y de la facturación anual de su actividad” en verano.

La conselleira se pone una de las pulseras que forman parte del material promocional de la campaña contra el furtivismo vacacional, durante la presentación de la misma en O Grove, en julio | // FDV

Dicho de otro modo, que si los bañistas se llevan el marisco de las playas están tirando por tierra todo el trabajo realizado y dejando sin ingresos a muchas familias.

Con esta y otras iniciativas similares, la Consellería do Mar trata de implicar a la sociedad transmitiéndole “la importancia social y económica del sector del mar".

De O Grove a Bergondo

Pero también tratando de poner en valor la actividad del marisqueo y promoviendo "una gestión sostenible de los recursos desde los puntos de vista económico, ambiental y social”.

Algo en lo que esta misma mañana incide la conselleira en Bergondo (A Coruña), donde asiste a la jornada titulada "Actores en la protección y control del medio marino: el papel de las cofradías de pescadores", organizada por la Federación Galega de Confrarías.

Se trata, en definitiva, de disuadir a quienes aprovechan el baño para atentar contra el medio de vida de los mariscadores, pero también de concienciar a las propias gente del mar para que no atenten contra su propio futuro.

“No seas pirata”

La campaña “Del mar se vive” da continuidad a otras tan populares como la titulada “No seas pirata, a la playa se viene a disfrutar, no a robar”, desplegada en 2016.

También se pusieron en marcha desde Mar iniciativas como la aplicación móvil “Non piques, no peques”, que contiene información sobre la época óptima de consumo de los productos del mar.