La esperanzadora campaña del centollo arranca con 3.800 kilos en O Grove, su principal puerto

Es un volumen altamente positivo para el sector, aunque sea inferior al registro histórico del año pasado

El mejor cotizó a 25,65 euros, uno más que hace un año

Cetárea de Burela, asidua del puerto meco, se lleva una tonelada

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La campaña del centollo (Maja brachydactyla) comenzó ayer en las provincias de Pontevedra y A Coruña con unos resultados que invitan al optimismo. Sobre todo si se toma como referencia la lonja de O Grove, cuyo puerto es el más importante de Galicia para esta especie.

La temporada se estrenó aquí con alrededor de 3.800 kilos de este preciado crustáceo, lo cual generó unos ingresos de 50.000 euros, tras marcar un precio máximo de 25,65 euros por kilo (más IVA).

Mariscos Jacobo

Así salió al mercado el mejor lote, de 40 kilos, adquirido por Mariscos Jacobo. A continuación se colocaron 8,5 kilos a 21 euros, un lote de 33 kilos que cotizó a 20 euros y otro de casi 202 kilos, que salió a casi 19.

Arranca la campaña del centollo, "el rey de los mariscos"

Manuel Méndez

En casi todas esas paradas de puja tuvo protagonismo Cetárea Burela, una firma que suele comprar en O Grove “porque es donde está ahora el mejor marisco”, explican.

Se va a Burela

Tal es su implicación que ayer su representante en la “rula” se quedó con cinco “míos”, el término empleado para aludir a la parada de la subasta, permitiendo a quien lo hace seleccionar el producto que estime oportuno por el precio que ha decidido al frenar la operación.

En este caso concreto se llevó alrededor de mil kilos de centollo para venderlo a través de Internet –la mayoría–, en una marisquería propia y a los particulares que acuden a la cetárea.

La subasta en la lonja grovense, ayer.

La subasta en la lonja grovense, ayer. / Iñaki Abella

A 10 euros

Así fue avanzando la tarde y bajando el precio, muy poco a poco, hasta colocarse los últimos 1.280 kilos a 10 euros, que es el precio mínimo pagado en la lonja grovense.

En cuanto a Cambados, fueron 603 los kilos de centollo vendidos en esta puesta de largo de la temporada, en este caso con un precio máximo de 16 y un mínimo, de 9 euros.

Dicho esto, hay que aclarar que los 3.800 kilos despachados ayer se quedan ligeramente por debajo de los históricos 4.200 con los que comenzó la campaña del año pasado. Una merma insignificante que puede deberse al mal tiempo reinante.

Buenas sensaciones

Sea como fuere, lo sucedido en la lonja grovense puede ser un buen presagio para esta importante campaña puesta en marcha en el litoral atlántico de Galicia, donde los meses de noviembre y diciembre resultan fundamentales para esta especie y la flota de enmalle.

Dos meses, cabe recordar, en los que gracias al centollo se facturaron en Galicia 4,4 millones de euros el año pasado, con la “rula” meca a la cabeza, tras ingresar 976.000 euros por la venta de 75 toneladas.

Otros puertos

De este modo superaba incluso a Ribeira, que a pesar de vender cien toneladas se quedó en 953.000 euros, al puerto de A Coruña, con 716.000 euros (115 toneladas) y a la lonja de Vigo, con 640.000 euros ingresados (67 toneladas de centollo).

Si lo que se compara es solo la jornada inaugural, hay que decir que la pasada campaña (2022-2023) se inauguró el 7 de noviembre del pasado ejercicio con casi 13 toneladas de centollo despachadas en una veintena de lonjas gallegas, donde facturaron un total de 137.000 euros.

Aquel estreno también había dejado muy claro el dominio grovense, con 4.200 kilos que generaron cerca de 55.000 euros en primera venta (más IVA), mientras que Ribeira aportó entonces al mercado 4.394 kilogramos, por importe de 42.100 euros.

Con Ribeira

Es decir, que estas dos lonjas arousanas subastaron dos terceras partes del centollo obtenido el primer día, repartiéndose la cantidad restante entre lonjas como Bueu (500 kilos), Cambados (870), Cangas (600) o Portonovo (400).

En definitiva, que como se explicaba al principio, el de ayer fue un buen arranque de temporada en el puerto “centoleiro” por excelencia, si bien es cierto que con menos capturas de lo esperado a causa de lo embravecido que está el mar desde el paso de los temporales Babet, Aline, Celine, Ciarán y Domingos.

La pesca del centollo, ayer.

La pesca del centollo, ayer. / FdV

Revoltura

Es cierto que la revoltura que los intensos vientos han generado es propicia para que el centollo “enmalle”, pero también lo es que el acusado oleaje que persistía el domingo complicaba las cosas a los barcos de las Rías Baixas y sus tripulaciones, aumentando considerablemente el riesgo de accidente y la posibilidad de sufrir importantes daños en los aparejos.

Los barcos que el domingo zarparon para largar sus aparejos.

Los barcos que el domingo zarparon para largar sus aparejos. / FdV

De ahí que en lugar de largar sus redes, los populares miños, en las zonas supuestamente más ricas en centollo, ya en aguas atlánticas, muchos optaran por calar esos aparejos sin salir de las rías, lo cual reduce las probabilidades de éxito.

Cerca de 800 barcos

Aunque no todos hacen uso de este permiso, en Galicia hay más de 800 barcos autorizados para el manejo de miños, que es la principal arte de pesca del centollo.

Muchos, sobre todo en la provincia de A Coruña y Pontevedra –los de Lugo tendrán que esperar un par de semanas– encuentran ahora en el “rey de los mariscos” una importante fuente de ingresos con la que completar un mal año.

La lonja de O Grove en plena subasta, ayer.

La lonja de O Grove en plena subasta, ayer. / Iñaki Abella

Especialmente en puertos como O Grove, con 47 barcos que tienen permiso para estas redes; en Cambados, con 39 naves autorizadas; Bueu, donde hay 60 inscritas en el Registro de Buques Pesqueros de Galicia; Cangas, con 42 y Baiona, con 19.

Noia

Otro de los puertos importantes es Ribeira, en el que están censadas 57 de las embarcaciones autorizadas para miños. Se le suman otros como Camariñas, con 33, o Noia, con 64. Además de Moaña (9), Aldán-Hío (9), Muros (18) y Portonovo (17), por citar algunos puertos más.

En el caso meco destacan barcos de más 12 metros de eslora, como el Edi, Luciña, Ariño, Gran Solero Quinto, Atlántico, Gran Solero Sexto, el Xarandeiro o el Nuevo Alcamar.

Un momento de la subasta.

Un momento de la subasta. / Iñaki Abella

Al igual que aparecen en el Registro de Buques Pesqueros de Galicia el Xon, de casi 15 metros de eslora, como sucede con el Chapeliño y el Birbirichos, el Chubasco Tres, que roza los 13 metros, el Tucán Dous, de 16, y el Día de Reyes, de 18.

También por encima de los doce metros de eslora se encuentran barcos cambadeses como el Madimar, el Cacharel, Kaiser Dos o el Hesar, mientras que en el de Bueu puede citarse al Playa de Beluso, el Mari-Flora, el Non Sei y el Nuevo Veracruz.

Esa eslora también es superada, en Cangas, por el María del Carmen y el Roci, al igual que, en Ribeira, por el barco La Chaínza, el Segundo Cisne, el Delfín, Meteoro Tercero, Cielo Mar y el Antaeus.

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