La Vía Verde reclama más mantenimiento en su año de estreno como Sendero Azul

Los usuarios demandan más frecuencia en los desbroces de vegetación y que se amplíen los vallados de seguridad en puntos con riesgo de caída

El distintivo lo concede Adeac

El apeadero de Rubiáns, ayer, cubierto de vegetación.

El apeadero de Rubiáns, ayer, cubierto de vegetación. / FdV

Una gran bandera blanca ondea desde hace un par de meses a la altura del kilómetro uno de la Vía Verde do Salnés, frente al aparcamiento situado junto al pazo de Rubiáns. Se trata del distintivo de Sendero Azul, que concede la Adeac (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor), y que el itinerario construido sobre la antigua vía del ferrocarril estrena este año. Es una prueba de calidad y de buen estado de la infraestructura, lo cual tampoco impide que haya algunos asuntos pendientes de resolver, sobre todo ahora que se aproxima la temporada de verano.

El que más salta a la vista es el relacionado con el control de la vegetación. En algunos puntos del trazado, las hierbas de los márgenes han crecido tanto que estrechan el camino hasta el extremo de que a duras penas pasarían bien dos bicicletas que se cruzasen en el camino.

Tramo de la vía sin valla de protección.

Tramo de la vía sin valla de protección. / FdV

Otro ejemplo de esta situación es el apeadero de Rubiáns, un espacio pensado para tomarse un respiro, hacerse unas fotos en la antigua parada del tren o leer el panel explicativo sobre la historia de la instalación. Pero a día de hoy la maleza está tan alta que nada invita a detenerse allí.

Otro asunto sobre el que los usuarios han llamado la atención en más de una ocasión es la necesidad de reforzar el vallado en algunos puntos en los que la senda discurre a varios metros de altura con respecto al terreno.

En Rubiáns hay un par de lugares demasiado descubiertos cuando se cortan los árboles o se roza la vegetación, de ahí que algunos usuarios, sobre todo los que van con niños, consideran que habría que colocar algún vallado más. En un par de puntos, además, hay que reparar algunos maderos rotos.

Ya pensando a largo plazo, la Vía Verde do Salnés adolece de una entrada en buenas condiciones en su comienzo en Vilagarcía. La gran mayoría de los usuarios que se desplazan hasta ella en coche paran frente al pazo de Rubiáns, que está situado en el kilómetro uno, ya que el acceso desde el inicio de la ruta es más complicado y no hay demasiado sitio para dejar el coche. El Concello de Vilagarcía planteó en su día la posibilidad de ampliar la ruta en su punto de inicio hacia otro lugar más accesible.

Adeac avala rutas en Vilagarcía, A Illa y Sanxenxo

Vilagarcía, A Illa de Arousa y Sanxenxo son los tres municipios que este año presumen de senderos azules, una iniciativa promovida y desarrollada por la Adeac, organismo que concede las archiconocidas banderas azules de las playas a nivel nacional.

La gran novedad en esta edición es la incorporación de Vilagarcía, que entró en esta prestigiosa relación con la Vía Verde que cruza los municipios de Vilagarcía, Caldas de Reis y Portas, y la Senda Mariñeira entre Carril y Vilaxoán. Con ellas, cabe subrayar el premio que mantiene A Illa de Arousa con la senda perimetral Bao-Xastelas, que discurre por una zona litoral espectacular.

Sanxenxo está a la cabeza en estas distinciones de la Adeac y que en esta ocasión incorpora una ruta nueva: la bautizada como senda fluvial del río Pintillón, que se suma a otras siete posibilidades para los amantes de estas rutas.

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