A Toxa, la isla más fotografiada

El afamado territorio insular meco vuelve a cobrar protagonismo ante la masiva llegada de turistas

Familias en la parcela de los burros "fariñeiros".

Familias en la parcela de los burros "fariñeiros". / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Cuando el pasado mes de febrero se inauguró en A Toxa la escultura de un burro de bronce que recuerda a aquel animal que, según dice la leyenda, permitió descubrir las aguas termales, la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, pronosticó que ese lugar iba a convertirse en una “zona selfi”.

Tanto ella como el alcalde, José Cacabelos, indicaban que sería uno de los enclaves más fotografiados de O Grove. Y llevaban razón, tal y como se ha constatado en los últimos días. Pero no es, ni mucho menos, el único centro de todas las miradas, ya que esta emblemática isla siempre sorprende.

De acuerdo que A Toxa no es lo que era, pero sigue teniendo encanto. Y, sobre todo, tiene nombre, fama y proyección nacional, aunque lejos de A Gudiña muchos la conozcan como “La Toja”.

De ahí que cause auténtica admiración y, aunque venida a menos, visitarla sea una excursión obligada para buena parte de los turistas que se acercan a Galicia.

Así como para muchos gallegos que desean perderse por este espacio natural privilegiado con una historia tan rica como ricas son las aguas termales por las que se dio a conocer.

Esto explica que en el largo puente festivo con el que comienza mayo se dispararan decenas de miles de fotografías en este llamativo territorio insular que trata de reverdecer viejos laureles.

La escultura

Con ayuda, por ejemplo, de la escultura instalada por el Concello de O Grove y la Diputación de Pontevedra para recordar la leyenda del burro enfermo que descubrió las aguas mineromedicinales de la isla cuando, retozando en ellas, salvó su vida. La misma que legaron para siempre periodistas como Emilia Pardo Bazán y Ceferino de Blas.

Esa escultura se ha convertido en uno de los elementos más visitados y fotografiados de la isla, tal y como se constató en Semana Santa y, de nuevo, en el puente festivo que terminaba ayer en Galicia y terminan hoy los madrileños que celebran el día de su comunidad.

El centro de artesanía O Redondo.

El centro de artesanía O Redondo. / FdV

Los “fariñeiros”

Aunque este de bronce no es el único burro admirado en A Toxa, donde son cada vez más las familias que quieren acercarse a la parcela que ocupan los burros “fariñeiros” –estos son de verdad– con los que también se recuerda la leyenda antes aludida.

Niños y adultos se dedican a observar de cerca los movimientos de los animales y a fotografiarse a su lado.

Lo hacen antes o después de visitar, a escasos metros, la no menos llamativa e igual de fotografiada Aldea Grobit, que se ha convertido en uno de los principales reclamos de la localidad meca.

Turistas junto a la escultura del burro.

Turistas junto a la escultura del burro. / FdV

Un espacio de fantasía que, cabe recordar, el pasado verano recibió a 50.000 visitantes en julio y agosto, alcanzándose un pico de 3.100 personas el festivo de la Ascensión y el día previo, que fue domingo.

La capilla

Y si se disparan miles de fotografías en esos lugares, hay que decir que también se hace en el entorno de lugares tan destacados de la isla como el templo de San Caralampio, popularmente conocido como capilla de las conchas.

A Toxa homenajea a Ceferino de Blas

Manuel Méndez

Sobre todo cuando, como sucedió durante este puente, se ofician bodas cristianas, lo cual da pie a un mayor lucimiento de los jardines que rodean al emblemático Gran Hotel La Toja.

Las “collareiras”

Los mismos que suelen dar cabida a las no menos tradicionales “collareiras”, es decir, las vendedoras de collares, pulseras, pendientes y todo tipo de abalorios elaborados de forma artesanal con las conchas que las propias mujeres recogen en las playas grovenses.

También ellas, como el centro de artesanía O Redondo, forman parte del atractivo que propició el lleno de A Toxa durante el puente con el que comienza mayo.

Una boda en A Toxa, el domingo.

Una boda en A Toxa, el domingo. / FdV

Golf y croquet

El mismo que facilita la llegada de una gran cantidad de jugadores dispuestos a disfrutar de los terrenos de juego o canchas en los que se practican golf, croquet y pádel sin salir de la isla.

Algunos de ellos llegados en barco, ya que A Toxa dispone de un remozado puerto deportivo que contribuye a enriquecer la oferta turística de la isla, el Ayuntamiento de O Grove y el conjunto de la ría de Arousa.

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