Instalar la escultura del burro en A Toxa era misión casi imposible

Fueron numerosas las dificultades que hubo que sortear

Imagen del acto inaugural en la que se aprecia lo cerca que están la escultura (aún tapada, a la derecha), la capilla y los balnearios. |  // PACO LUNA

Imagen del acto inaugural en la que se aprecia lo cerca que están la escultura (aún tapada, a la derecha), la capilla y los balnearios. | // PACO LUNA

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Si elaborar con tanto realismo la figura de un burro esculpida en bronce no resulta nada sencillo, y está solo al alcance de artistas tan importantes como Lucas Míguez, encontrar un sitio adecuado para colocarla y que luzca para siempre en todo su esplendor resulta tanto o más complicado.

Sobre todo si se busca el lugar idóneo en un lugar como A Toxa, donde el terreno esta milimétricamente compartimentado y, como en este caso, son necesarios permisos de empresas privadas, de Costas del Estado y de Patrimonio.

La leyenda

De ahí que la colocación de la escultura que recordará para siempre la leyenda del burro que descubrió las aguas termales resulte aún más relevante de lo que puede parecer. Y de ahí, también, que resultara crucial la colaboración brindada por el grupo hotelero Hotusa.

Ya se explicó ayer que con esta obra se mantiene viva esa leyenda y se rinde homenaje a Emilia Pardo Bazán, que fue quien la inmortalizó para siempre a través de sus publicaciones en 1899.

Al igual que se homenajea a Ceferino de Blas, el exdirector de FARO DE VIGO, fallecido el domingo, que peleó por esta escultura junto al historiador local Francisco Meis.

Complejo proceso administrativo

complejo proceso administrativo realizado a la sombra acabar colocando el borrico en los jardines la capilla de San Caralampio el grupo Hotusa, emblemático Gran Hotel La Toja y del Eurostars Isla de La Toja
A Toxa homenajea a Ceferino de Blas

Manuel Méndez

La colaboración del citado grupo hotelero ha sido crucial, ya que, en caso contrario, no habría sido nada fácil encontrar una ubicación idónea para este burro que se revuelca en el barro, de 2,35 metros de largo y 1,15 de alto, que pesa unos 150 kilos y se sitúa con firmeza sobre una base de hormigón.

"No ha sido nada sencillo"

Conoce bien las dificultades atravesadas Francisco Meis, el gran artífice de este proyecto financiado por la Diputación de Pontevedra.

“No ha sido nada sencillo”, confiesa cuando explica que “fue necesario superar diversos trámites administrativos previos que complicaron las cosas”.

Laguna de Vista Alegre y Porca Morta

Relata el historiador que antiguamente ese lugar en el que se encuentran los jardines y, ahora, también la escultura, “era una laguna llamada Vista Alegre que fue rellenada con el paso del tiempo, aprovechando los restos de diferentes épocas de los balnearios, baños y viviendas existentes en el lugar de Porca Morta”.

El mismo enclave, por cierto, donde habría sido abandonado el burro de la leyenda para que pasara sus últimos días de vida.

Aspira a ser uno de los elementos más fotografiados | NOÉ PARGA

La escultura aspira a ser uno de los elementos más fotografiados. / Noé Parga

Actualmente, por tanto, “dentro de los jardines existe una amplia zona que pertenece al dominio público marítimo-terrestre y, en consecuencia, es propiedad del Estado”.

Lugar estratégico

Es justamente ahí, en “un lugar estratégico por el que pasan miles de personas cada año” y forma parte de la concesión a favor de Hotusa, donde se ha ubicado la escultura.

Inaugurada la exposición "Emilia Pardo Bazán en el país de las rías", en O Grove

Manuel Méndez

De ahí que desde el Concello de O Grove agradezcan las gestiones del presidente de la compañía, Amancio López Seijas, quien en representación de La Toja S.A. medió ante Costas para que, a petición del gobierno local, se autorizara la colocación de la escultura en dominio público marítimo-terrestre.

A esto se suma el hecho de que está ubicada en el área de afectación o protección de la capilla de San Caralampio y de un crucero de piedra, haciendo necesario un informe favorable de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

Proteger el esplendor

En este sentido, aclara Francisco Meis que “las directrices de Patrimonio son claras a este respecto, de ahí que cualquier actuación en el entorno no deba dificultar ni restar importancia a la observación y esplendor” de la popular capilla de conchas.

Dicho de otro modo, que la colocación de la escultura y su exposición hacia el público dependían de una serie de condicionantes.

Patrimonio y Costas

Salvados todos ellos, Patrimonio informó en su momento de que “no se encuentra impedimento en informar favorablemente la instalación de la escultura”, teniendo en cuenta que “no interfiere en la visión de la capilla de San Caralampio ni supone mayor alteración de las condiciones de su entorno; una zona ajardinada con arbolado y setos”.

Informe similar al dictado por el Servicio Provincial de Costas, en base a la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas y la Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral.

Costas analizó en detalle el expediente, referido a “actuaciones en dominio público marítimo terrestre consistente en la instalación de una escultura que representa a ‘un burro revolcándose en aguas termales’ en el entorno de la capilla de San Caralampio de la isla de A Toxa”.

En base a ello y a la documentación aportada, Costas resolvió “autorizar al Concello de O Grove la instalación” de esa escultura.

Aspira a ser uno de los elementos más fotografiados | NOÉ PARGA

Carmela Silva posa al lado de la escultura. / Noé Parga

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En la inauguración ya decía Carmela Silva, la presidenta de la Diputación, que la escultura del burro de A Toxa aspira a convertirse en uno de los elementos más fotografiados de la isla, apuntando que “todos se querrán hacer un selfi a su lado”.

Y no le faltaba razón, ya que desde el preciso momento en que se levantó la lona que cubría esta obra de Lucas Míguez la expectación ha sido máxima y las cámaras de fotos no han dejado de funcionar.

Se sitúa al lado de uno de los caminos de los jardines del Gran Hotel. Al otro se encuentra la capilla de conchas.

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