Más de cuatro millones de euros y 220 kilos de coca, el golpe de la Guardia Civil a la red de Baloiras

La operación “Carplaya” acaba con una organización especializada en la distribución a todo el territorio nacional y Portugal

En la nave de Zamar fue donde se localizó la mayor parte de la droga incautada por la Guardia Civil.

Iñaki Abella

A. G.

La Guardia Civil, en el marco de la operación”Carplaya, ha desarticulado una activa organización criminal cuyo epicentro se situaría en la comarca de O Salnés, especializada en el transporte de cocaína entre distintos puntos del territorio nacional y Portugal, utilizando para ello vehículos dotados de sofisticados sistemas de ocultación.

La Audiencia Nacional ha decretado prisión incondicional para cuatro de los diez detenidos, mientras que otros cinco han quedado en libertad con la imposición del pago de una fianza de 2.000 euros y otro más con medidas cautelares consistentes en comparecencias periódicas en el juzgado, retirada pasaporte y prohibición de salir del país.

La investigación, llevada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se inició en el mes de abril del pasado año tras tener conocimiento de la posible existencia, gracias a la colaboración internacional de la Guardia Civil en materia de narcotráfico, de un robusto entramado criminal asentado principalmente en Galicia, pero con una intensa actividad delictiva por distintas provincias españolas, e incluso por varias zonas de Portugal. Ese entramado estaría dirigido por un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el vilagarciano Marcelino Baloiras, con varias detenciones a sus espaldas.

En el transcurso de la operación, según se iban definiendo los distintos objetivos, los agentes pudieron corroborar como algunos de los investigados, transportaban indeterminadas cantidades de estupefaciente ocultas en vehículos, sin contar con el apoyo de otros vehículos de seguridad para evitar controles policiales o cualquier otra incidencia como es lo habitual en estos modus operandi, lo que puso sobre la pista a los investigadores de la posible existencia de sofisticados sistemas de ocultación en el interior de los mismos.

Esta línea de investigación, llevó a los agentes hasta un taller clandestino ubicado en la parroquia viguesa de Valadares, en el barrio de O Carregal, cuyo responsable era un actor fundamental en la logística utilizada por la organización ahora desmantelada. Los vecinos de la zona comentan que el garaje del detenido, de nombre Álex, registraba un notorio trasiego de vehículos de alta gama. Esto levantó sus sospechas acerca de la actividad del establecimiento, que se vieron agudizadas antes del operativo por la presencia de agentes en la zona.

Camiño da Simona, en el barrio de O Carregal, donde se ubica el taller clandestino clave en la operativa de la narcorred desmantelada por la Guardia Civil.

Camiño da Simona, en el barrio de O Carregal, donde se ubica el taller clandestino clave en la operativa de la narcorred desmantelada por la Guardia Civil. / GSV

El grupo criminal investigado estaba fuertemente cohesionado, ya que gran parte de sus integrantes estaban unidos por vínculos familiares y delincuenciales que han perdurado en el tiempo, contando con experiencia previa en esta tipología delictiva, así como en el uso de tecnología de mensajería encriptada en sus comunicaciones, sistemas de inhibición y detectores de radiofrecuencia de última generación. Por otro lado, ha sido muy relevante para los investigadores el comprobar el alto nivel de vida de muchos de sus integrantes, aún sin disponer de ingresos económicos legales conocidos, ni propiedades, pero sí distintas sociedades en grave estado de déficit declarado.  

Vehículos de alta gama

Pese a ello, los investigados adquirían con frecuencia vehículos de alta gama, todo tipo de mobiliario para viviendas a nombre de cónyuges o familiares, así como viajes exclusivos, lo que derivó en un exhaustivo análisis económico y patrimonial sobre los principales miembros de esta organización y de sus sociedades, permitiendo todo ello la imputación de otros delitos como el blanqueo de capitales. El conjunto de este tipo de actividades delictivas, se encuentran profundamente arraigadas en determinadas zonas de población, aflorando en las mismas una economía sumergida que ha generado entramados societarios y actividades económicas de distinta índole, que se nutren directa e indirectamente de los beneficios obtenidos del tráfico de estupefacientes, siendo un objetivo prioritario para los investigadores el erradicar los aparatos económicos y financieros que estas organizaciones criminales, muy asentadas en el noroeste peninsular y en otras zonas de nuestro país, sustentan.

El pasado miércoles, se llevó a cabo la fase de explotación de la investigación, procediéndose a la detención de 10 personas, a las que se imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública y blanqueo de capitales, así como a 15 registros que se practicaron en las provincias de Pontevedra y Lugo. De manera global, la operación “Carplaya” se ha saldado con la intervención de 220 kilogramos de cocaína, 2.5 Kg de hachís, 640.000 € en billetes de diverso valor, 8 vehículos, inhibidores de frecuencia, sistemas de detección de radio frecuencia (raquetas), documentación relacionada con los ilícitos investigados y terminales con sistemas de comunicación encriptados. En la parte económica, han sido inmovilizados más de 4 millones de euros entre sociedades mercantiles, bienes inmuebles, embarcaciones, y cuentas bancarias bloqueadas.

La guardia Civil realizó una inspección minuciosa de la vivienda de Marcelino Baloiras el pasado miércoles.

La Guardia Civil realizó una inspección minuciosa de la vivienda de Marcelino Baloiras el pasado miércoles. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Como dato relevante, en la nave registrada en Zamar, Vilagarcía, fue hallada la mayor parte de la sustancia estupefaciente intervenida, encontrándose oculta en un zulo subterráneo habilitado al efecto, siendo su hallazgo muy complicado para los agentes dado su sofisticado sistema de soterramiento. La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo contra el Crimen Organizado con sede en Galicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, contando con la colaboración de Europol en el desarrollo de las investigaciones. El dispositivo de la fase de explotación, ha contado con la participación de más de 250 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil, entre ellas el Grupo de Acción Rápida (GAR), los Grupos de Reserva y Seguridad de Valencia y León, Servicio Cinológico Central, Sección Fiscal de Melilla y diversas unidades de las Comandancias de Pontevedra, Lugo y Melilla. La investigación ha sido dirigida por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Especial Antidroga