Arzobispo Lago abre el paso a sus circulaciones "ordinaria" y "extraordinaria"

Con la entrada en vigor, el próximo martes, de la nueva ordenación del mercadillo ambulante y la instalación de algunos puestos en el tramo inicial de la calle Arzobispo Lago, también se aplicará con rigor la nueva regulación de tráfico en la zona recientemente peatonalizada, así como en todas las calles que allí conectan. Son los casos de Brandariz, Castelao, O Castro y Conde Vallellano. De este modo, se establecerá una circulación “ordinaria” y otra “extraordinaria”, reservada únicamente para los días de mercado, tradicionalmente martes y sábados salvo alguna excepción a causa de festivos.

En ambos casos se permitirá únicamente la circulación de vehículos ligados a los ocho garajes de la zona -uno de uso público en el hotel Castelao-, la carga y descarga en los horarios establecidos y, por supuesto, a los servicios de emergencias, sanidad y seguridad. En cualquier otro caso, sin excepción, la circulación estará prohibida.

En el caso de la circulación ordinaria, el acceso se producirá por la calle de Alexandre Bóveda, la que discurre paralela a la plaza de abastos. Desde allí, los vehículos podrán desviarse a la izquierda o a la derecha, a vados o garajes, o acceder a los puntos permitidos de Arzobispo Lago. En todos los casos, la salida será siempre por Conde Vallellano.

En lo que respecta a la circulación extraordinaria, la que estará en vigor los días de mercado y solo hasta las 17.00 horas, la entrada y salida de los vehículos autorizados se hará por Conde Vallellano. Cabe recordar que, sea ordinaria o extraordinaria, los transportes tienen un horario de carga y descarga determinado que va en dos franjas de 7.00 a 11.00 horas y de 15.00 a 18.00 horas por la tarde.

La semana pasada, el Ayuntamiento ya distribuyó carteles y folletos en los edificios afectados, explicando la nueva ordenación. Además de una infografía, la comunicación recuerda que con la peatonalización de Arzobispo Lago se han ganado cerca de 2.000 metros cuadrados para uso peatonal, pero que, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta las necesidades de los servicios de emergencia, el respeto a los derechos de los vecinos para acceder a sus garajes y viviendas, y a los comerciantes y hosteleros, que dan vida a las calles y plazas. Por ello, el tráfico de vehículos será inevitable, aunque restringido.

El Ayuntamiento confía en que los vecinos y propietarios de establecimientos “cumplan estrictamente con estas sencillas normas urbanísticas, pero, igualmente, el resto de ciudadanos, que en ningún caso podrán utilizar estas vías con sus vehículos”.

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