El temporal ahoga la cesta de la compra

Escasez de producto en las lonjas y precios desorbitados en víspera de las fiestas

La escasez de producto caracterizó la última subasta antes de las fiestas.

La escasez de producto caracterizó la última subasta antes de las fiestas. / Noe Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Un absoluto desastre. Así puede considerarse la última jornada laborable antes de las fiestas de Nochebuena y Navidad. El temporal obligó a amarrar a buena parte de la flota, lo cual provocó un preocupante desabastecimiento de las lonjas en muchos de los puertos gallegos, así como en las ya maltrechas plazas de abastos.

Lógicamente, esto se traduce en un desabastecimiento igual de alarmante en las plazas de abastos y pescaderías, al igual que desencadena una brutal subida de precios que se suma a la escalada habitual de estas fechas.

La flota amarrada en el puerto de O Grove.   | //  NOÉ PARGA

La flota amarrada en el puerto de O Grove. | // NOÉ PARGA / Manuel Méndez

Algunos marineros salieron a faenar y regresaron de vacío, otros consiguieron cantidades testimoniales de producto y la mayoría ni siquiera zarparon, ya que el mar estaba “imposible”.

Hubo incluso quien desembarcó pequeñas cantidades de mercancía –sucedió con el percebe y el camarón– y al ver que no había distribuidores a quienes vendérselo o que no era posible alcanzar el precio deseado, ni siquiera lo sometieron a subasta, y se marcharon con el producto a otra parte.

Las descargas fueron mínimas, debido al mal tiempo. |   //  PARGA

Las descargas fueron mínimas, debido al mal tiempo. | // PARGA / Manuel Méndez

Es por todo ello que las lonjas presentaron una imagen absolutamente desangelada –por momentos desoladora–, para desesperación de los compradores –muchos menos de lo habitual– que querían abastecer a sus clientes –sobre todo en las plazas de abastos– y al consumidor final en unas fechas tan señaladas.

Sirva como ejemplo lo sucedido en las lonjas arousanas, con cantidades de producto en algunos casos insignificantes y precios desorbitados.

A Illa

En A Illa, sin ir más lejos, solo pudieron vender en lonja 13 kilos de su producto estrella, el camarón común, cuyo precio alcanzó un tope de 160 euros por kilo, quedándose el mínimo en 81 euros.

En esta misma “rula” se despacharon 170 kilos de navaja, entre 13 y 17 euros; y 569 de almeja babosa, con un máximo de 36 euros, y un mínimo de 30.

En cualquier caso, y a modo de aclaración, puede decirse que, aún siendo precios elevados, en realidad tampoco lo son tanto si se comparan con otros puntos de venta.

Almeja portuguesa a 55 euros en el súper

Así lo demuestra el hecho de que en una conocida cadena de supermercados se estuviera vendiendo almeja babosa de Portugal –con menos calidad que la arousana– a un precio de 55 euros el kilogramo.

Subasta de camarón en O Grove.   | //  NOÉ PARGA

Subasta de camarón en O Grove. | // NOÉ PARGA / Manuel Méndez

Dicho esto, y volviendo a lo sucedido en la última subasta de la lonja isleña antes de las celebraciones navideñas, puede destacarse que la almeja japónica (387 kilos) alcanzó un máximo de 18 euros, mientras que la fina llegó a los 67 euros el kilo.

Cambados

No muy lejos de allí, en Cambados, la almeja babosa se cotizaba a 29 (solo 43 kilos a la venta), mientras que la mejor almeja fina (97 kilos) salía a 43 y la japónica, a 21 euros.

En este punto de primera venta –hay que añadir el IVA y otros costes antes de calcular el precio que paga el consumidor– se despacharon también cien kilos de centollo, a 15 euros, y 31 de navaja, entre 20 y 27 euros el kilo.

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Las plazas de abastos funcionan a golpe de sábado para dar servicio a los clientes que esperaron hasta el último momento para preparar la cena de Nochebuena y la comida de Navidad.

Lo que sucede es que tanto esos compradores como los vendedores lo tienen francamente complicado, a tenor de la escasez de producto provocada por la sucesión de temporales y lo disparados que están los precios.

“Incluso estamos planteándonos si abrir mañana o no, ya que la plaza de abastos va a ser un auténtico desastre”, indicaban el viernes pescantinas que operan en la de Vilagarcía.

Tanto ellas como placeros de Cambados confirmaban que habían acudido a las lonjas para comprar mercancía para venderla hoy pero tuvieron que volver a casa “con las manos vacías”.

Para que el lector se haga una idea de la escasez de producto y su alto precio, también en el puerto cambadés, incluso pueden citarse 506 kilos de volandeira, a 7,5 euros de tope, la venta de solo diez kilos de nécora, a 30, y un volumen idéntico de pulpo.

O Grove

También puede citarse lo sucedido en O Grove, con únicamente 130 kilos de babosa, a un máximo de 32; 225 de fina, a 69; 2.337 de almeja japónica, a 19; y 255 kilos de berberecho, a 10 euros.

El escaso percebe alcanzó los 195 euros en O Grove.   | //  NOÉ PARGA

El desangelado aspecto de la lonja de O Grove. / Noé Parga

En vísperas de Nochebuena y Navidad, los mecos únicamente pudieron vender 1,6 kilos de camarón, a 111 euros; 173 de centollo, a un máximo de 25; apenas nueve kilos de bogavante, a 55; y 73 de percebe, a 195 euros.

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No solo pescadores y mariscadores salen perjudicados por el mal tiempo que condiciona sus ventas en la época más fuerte del año.

También los bateeiros atraviesan momentos complicados debido a la sucesión de temporales.

Si bien es cierto que en los últimos días algunos los desafiaron y estuvieron trabajando, especialmente en los viveros más resguardados de rías como la de Arousa, también lo es que el intenso oleaje dificulta enormemente las operaciones, además de constituir un peligro para los mejilloneros.

De ahí que la mayor parte del sector productor espere a que el temporal amaine para retomar la actividad.

Debe esperar a pesar de la ausencia generalizada de biotoxinas, de ahí que el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar) permita la extracción en absolutamente todos los polígonos.

Incluidos los de Pontevedra, que suelen permanecer cerrados la mayor parte del año.

Carril

En el caso de Carril, que siempre juega un papel decisivo en Navidad gracias a la Agrupación de Parquistas y su afamada almeja, decir que la fina se vendió en víspera de Nochebuena a 45 euros el kilo.

Por su parte, la babosa se situó en topes de casi 19 euros, la japónica alcanzó los 18 y el berberecho, salió de lonja a un máximo de 7 euros por kilogramo.

Aguiño

Aguiño es otro de los puertos arousano a tener en cuenta en estas fechas, sobre todo por el tirón que ejerce su percebe. En este caso hay que decir que, debido al mal tiempo, los socios ni siquiera salieron a capturar este crustáceo.

Su última subasta tuvo lugar el miércoles, marcando un tope de 180 euros.

El traslado de los bivalvos a la lonja meca. |   //  NOÉ PARGA

El traslado de los bivalvos a la lonja meca. | // NOÉ PARGA / Manuel Méndez

Podrían ponerse otros muchos ejemplos, pero todos conducen a la misma conclusión. Y no es otra que decir que corren tiempos difíciles para la pesca, el marisqueo y la acuicultura.

Posible mortandad

Y más que pueden serlo, ya que las incesantes precipitaciones provocan escorrentías y una brutal crecida de los ríos que, a la postre, significa multiplicar el aporte de agua dulce a las rías.

Es por ello que el sector –sobre todo los mariscadores–, está muy pendiente de la posible mortandad de bivalvos que suele provocar un descenso acusado de la salinidad.

Sobre todo en bancos marisqueros como los de Os Lombos, Carril, Castrelo y todos aquellos próximos a la desembocadura de ríos tan caudalosos como el Ulla y el Umia.

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Algunos pescadores dicen haber detectado que, en las últimas semanas, la nécora y el camarón han empezado a “desaparecer”.

Hablan de una “escasez” notable de estos productos después de meses “francamente buenos”, y lo achacan al aumento del agua dulce en la ría de Arousa.

“Con tantas lluvias y las riadas no solo muere el marisco situado más cerca de la desembocadura de los ríos, especialmente la almeja y el berberecho, sino que también salen perjudicadas especies como el camarón y la nécora”, aseguran en el sector.

Lo cierto es que en lo que va de año se despacharon en las lonjas gallegas algo más de cien toneladas, por importe de 1,8 millones de euros.

Son datos aún provisionales que se sitúan ligeramente por debajo de las 110 toneladas y los casi 2 millones de euros del mismo periodo de 2021.

En el presente ejercicio destacan los casi 400.000 euros facturados en la lonja de Vigo, después de la venta de 21 toneladas de nécora.

Pero también los 285.000 euros que facturó O Grove tras despachar la mitad de producto.

Otras lonjas importantes para la nécora son Ribeira, con 246.000 euros (15 toneladas), A Coruña, con 285.000 euros y 19 toneladas, y Cangas, que ingresó 109.000 euros tras vender algo más de cuatro toneladas.

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