El deterioro de las instalaciones deportivas de Vilagarcía alimenta el enfado de sus usuarios

El día a día de la gran mayoría de los deportistas en Vilagarcía pasa por enfrentarse a diario a las carencias que presentan muchas de las instalaciones municipales. La inversión en esta materia que realiza en Gobierno local se está evidenciando como escasa para poder atender lo que exige el paso de miles de personas semanalmente por campos de fútbol y diferentes pabellones.

La lista de mejoras a realizar demandadas por los clubes es muy extensa, denunciando además que en algunas de esas superficies corre riesgo incluso la propia integridad física de sus usuarios. Uno de esos casos es el del Manuel Jiménez. Allí el actual tapete de césped sintético cuenta con más de una década de uso y un mantenimiento que algunos califican de inexistente. Ello ha derivado en una realidad en la que las lesiones de todo tipo se han convertido en el pan de cada día. Desde roturas de ligamento que obligan a pasar por el quirófano, descompensaciones de espalda o problemas articulatorios y musculares de todo tipo se derivan del uso de una superficie absolutamente deteriorada en la que cada giro o frenada es atentar contra la salud.

Otra de las prioridades absolutas en materia de instalaciones es Fontecarmoa. La proyectada remodelación todavía no cuenta con una fecha de inicio definida por lo que la humedad sigue campando a sus anchas cada invierno convirtiendo en inutilizables las canchas de cualquier pabellón municipal vilagarciano, no solo del central sino también del anexo. También en el pabellón de Castelao el agua sigue corriendo paredes abajo los días de lluvia produciendo una imagen, cuanto menos, preocupante.

La humedad también impide a los equipos del Vilagarcía Tenis de Mesa hacer uso en unas condiciones mínimas del gimnasio del colegio Arealonga, donde también tienen que lidiar con su reducido espacio. En menor medida, tampoco se libra Fexdega, donde también empiezan a abundar las goteras.

Los usuarios de la instalación de A Maroma agradecen que se hayan acondicionado dos de las tres pistas de goma, si bien existe una tercera totalmente cuarteada, irregular y con riesgo de caídas. Aún así Fexdega se ha convertido en demanda de muchas entidades para convertirla en una superficie multiusos entendiendo que se desperdicia su espacio durante prácticamente todo el año, por lo que los clubes piden un plan municipal acorde a sus potencialidades.

A Lomba convertida en una escombrera

El caso de A Lomba también merece un capítulo aparte. Al margen del mantenimiento del césped que siempre ha generado polémica, existen otras cuestiones relativas a la instalación que están contribuyendo a una imagen cuanto menos cuestionable. Los bajos de las gradas de fondo y preferencia se han convertido en escombreras.

La acumulación de restos de obra y materiales como baldosas, carretillas, cables o todo tipo de cascajos, llevan años allí olvidados convirtiendo esos espacios en auténticos basureros. Las quejas de los aficionados que van a uno de los estadios más importantes de la provincia se extiende también a los baños de la grada de preferencia. Allí, las humedades y los olores derivan en un aspecto insalubre que solivianta a sus usuarios. En cuanto al mantenimiento del césped, todavía no existe una solución a un contrato ya finalizado y que lleva prorrogándose hace meses a la espera de volver a salir a licitación.

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