Tras confirmarse que la propia asociación Rañeiros da Ría, a pesar de ser la entidad gestora, confirma el fracaso absoluto del libre marisqueo en Arousa, los depuradores saltan a la palestra para alertar de la situación, pero dejando claro que el paro biológico subvencionado que proponen los mariscadores de a flote no es la solución.
Como se explica hoy mismo en FARO, Rañeiros da Ría asumió que su gestión no ha dado resultado desde el preciso momento en que puso sobre la mesa la decisión de parar la campaña el 1 de enero, tres meses antes de lo previsto.
Ya se dijo que este colectivo, sustentado únicamente por las cofradías de Vilanova, A Illa, Cambados y O Grove, llegó a decir que estaba encauzado un paro biológico subvencionado por la Xunta, lo cual desmintieron desde la Consellería do Mar, dejando claro que es una opción que se puede estudiar, pero que está muy verde aún.
De ahí la trascendencia del posicionamiento de la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade), pues si bien dice estar plenamente de acuerdo con Rañeiros da Ría en cuanto al desastre en que se ha convertido el libre marisqueo, también dice que eso de pagar por dejar de trabajar no procede.
Un pilar para las empresas
Y lo que opine Agade tiene enorme trascendencia, ya que “la campaña de libre marisqueo en la ría de Arousa supone, desde tiempos inmemoriales, uno de los pilares fundamentales de la actividad empresarial y comercial de las empresas dedicadas a la depuración de marisco, hasta el punto que la planificación anual de su actividad se articula en torno a esa campaña, habitualmente de principios de octubre a finales de marzo”.
Si finalmente es imprescindible establecer un paro subvencionado, también deberán establecerse compensaciones económicas para las empresas depuradoras y comercializadoras
Una vez visto el fracaso de la misma, del que ha alertado FARO DE VIGO en infinidad de ocasiones, los depuradores la definen como una campaña “ruinosa, con cantidades de marisco extraído muy inferiores a las esperadas en comparación con años anteriores, confirmándose la tendencia a la baja de la producción”.
Esto genera “efectos adversos sobre la economía de mariscadores, cofradías y las propias depuradoras”, ya que sufren “un desabastecimiento de la materia prima”.
El resultado, como ya advirtieron en ocasiones anteriores los depuradores, entonces bajo presidencia de Tito Fariña y ahora con Lucas Daporta al frente, es una notable pérdida de presencia del marisco gallego en los mercados tradicionales, “precisamente en las épocas en que estos tienen una mayor demanda de producto gallego”.
Y, en buena lógica, desabastecer el mercado de producto gallego es tanto como abrir las puertas de los mismos clientes a los proveedores de Portugal y cualquier otra procedencia.
Es difícil recuperar el terreno perdido
Una pérdida de presencia que después “resulta muy difícil de recuperar”, de ahí que Agade reclame que se revierta la situación “lo antes posible”.
Llegados a este extremo, los depuradores de moluscos dejan claro que valoran “muy negativamente” la propuesta de Rañeiros da Ría en el sentido de establecer un paro biológico total y para todos los bancos, entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023.
La entidad que tiene a Juan Maneiro como secretario general no lo ve razonable. Incluso considera la propuesta “altamente desacertada, tanto como medida de gestión de los bancos marisqueros como para el normal desarrollo de la cadena de depuración y comercialización del marisco procedente de los bancos de libre marisqueo de Arousa”.
Considera la patronal de la depuración que “adoptar una medida así agravaría el desabastecimiento y propiciaría un mayor incremento del desplazamiento del marisco gallego en sus mercados tradicionales”.
Rotación de zonas
Además, “si finalmente se determinase como necesaria una medida de este calado, entendemos que debería realizarse una rotación de zonas, de tal forma que siempre se mantuviese alguna abierta que pudiese dar continuidad al suministro de marisco, aunque sea en cantidades menores de las demandadas”, reflexionan en Agade.
Lo que quiere decir es que lejos de paros biológicos o ceses de actividad generalizados, subvencionados o no, lo que procede es “desarrollar un conjunto coordinado de estudios y otras actuaciones –léase resiembras, arado del lecho marino, limpieza de bancos y demás– que permitan determinar y corregir las distintas causas de la actual situación del libre marisqueo en Arousa”.
Solo así se podrá “revertir la actual situación de baja productividad de los bancos”, teniendo claro en todo momento que la producción marisquera gallega no solo depende de los mariscadores y/o cofradías, sino que la constituyen también las empresas depuradoras y comercializadoras.
No hay que perder de vista, y es una clara advertencia para que Rañeiros da Ría deje de ir por libre y tenga en consideración a Agade, que “la depuración constituye un requisito legal sin el cual no se podría consumir la mayor parte del marisco gallego”.
Aviso a navegantes
Dicho de otro modo, que sin Agade no hay marisco que valga, de ahí que reclame a Rañeiros da Ría y a la Consellería do Mar una “participación activa” de la asociación en cualquier toma de decisiones con las que “mejorar el estado de los recursos del libre marisqueo”.
La propuesta de Rañeiros es altamente desacertada, tanto como medida de gestión de los bancos marisqueros como para el normal desarrollo de la cadena de depuración y comercialización del marisco procedente del libre marisqueo de Arousa
Y eso no es todo, porque los depuradores ya advierten de que “si finalmente es imprescindible establecer un paro subvencionado, también deberán establecerse compensaciones económicas para las empresas depuradoras y comercializadoras que vean afectada su actividad habitual por la ausencia de marisco de las zonas cerradas”.
Subvenciones para toda Galicia
Y eso sería solo el principio, ya que, “como parte del sector pesquero, tal y como reconoce la Ley de Pesca de Galicia, pediremos a la Xunta que las solicitudes específicas para las zonas de libre marisqueo de Arousa se hagan extensibles a todos aquellos ceses de actividad que se establezcan en Galicia y redunden en una falta de marisco que repercuta negativamente en la actividad económica de las depuradoras”.
