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La almeja babosa desaparece de las rías gallegas

Los depuradores de moluscos alertan de que la escasez de esta especie facilita la entrada en el mercado español de la japónica de otros países

Imágenes de la regeneración con babosa que llevó a cabo A Illa en O Bao. | // CEDIDA

Juan José Rial Millán, patrón mayor de A Illa, sitúa en 2020 el momento en el que la producción de almeja babosa empezó a caer en picado. Entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2019, se vendieron en las lonjas gallegas 235.000 kilos de esta especie. En el mismo periodo temporal del presente ejercicio, han salido de las rulas de la comunidad algo menos de 78.000 kilos, un 77 por ciento menos.

El brutal descenso de producción que se está viendo en la almeja babosa tiene consecuencias directas sobre los mariscadores, pero también sobre los comercializadores y, en última instancia, sobre el conjunto del sector gallego. Los primeros ven mermar sus ingresos, pues compensan los cupos de babosa con la almeja japónica, generalmente más barata. Los comercializadores, por su parte, ya no pueden atender todos los pedidos de babosa, una especie tan delicada en el medio natural como apreciada en la mesa.

La pasada semana, la Cofradía de A Illa concluyó los trabajos de regeneración ejecutados en una concesión improductiva entre O Bao y Conserrado, en los que se invirtieron casi 28.500 euros, cofinanciados por la Xunta de Galicia y la Unión Europea. La actuación consistió en un dragado (8.500 euros), y en el aporte de un millón de unidades de babosa de entre 15 y 18 milímetros, que costaron 19.800 euros. “Los compradores nos piden nuestra babosa, pero en estos dos últimos años está siendo difícil abastecerlos”, explica Rial Millán.

La almeja babosa ha sido tradicionalmente uno de los buques insignia del marisqueo gallego. La japónica es, en realidad, una especie foránea, y tiene la ventaja de su gran resistencia a situaciones ambientales que serían letales para otras clases de bivalvos. Pero, tradicionalmente, ha sido menos apreciada que la babosa o la fina.

Un hombre muestra la almeja babosa sembrada en A Illa estos días

Los compradores y los consumidores prefieren estas últimas variedades, autóctonas. El secretario general de la Asociación Galega de Depuradores de Moluscos (Agade), Juan Carlos Maneiro, alerta de que la crisis productiva de la babosa puede, a la larga, suponer que Galicia pierda la ventaja competitiva que le confiere ofrecer un marisco más sabroso que el foráneo.

“La babosa siempre fue el producto estrella de la comercialización de los moluscos blancos, y la situación actual es complicada porque puede provocar que este recurso se vea desplazado por otras especies”, alerta Maneiro. El secretario general de Agade admite que, “nos preocupa el cambio de preferencias en el consumidor”.

Se está vendiendo más barata que en 2021, pese a que hay la mitad de marisco

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Tradicionalmente, los mercados preferían la almeja babosa a la japónica. Y esto beneficiaba a Galicia, dado que pocos territorios europeos pueden producir una babosa con la calidad de la gallega; pero en un mercado orientado a la japónica, Galicia pierde esa ligera ventaja, puesto que esta última especie es más resistente y crece en bancos marisqueros de varias regiones.

Eso obliga a la almeja gallega a competir por el nicho de mercado con la de otros países, y ahí no siempre sale victoriosa porque es más cara. De hecho, recuerda Maneiro, “Galicia ha perdido el primer puesto en el aprovisionamiento de almeja para el mercado español”, al verse superada recientemente por Portugal.

Cifras para la preocupación

La producción de babosa en lo que va de año es un 77 por ciento inferior a la de 2019. Pero la caída todavía es mayor si se compara con 2014. En aquel entonces, en las lonjas gallegas se habían vendido 366.000 kilos, un 79 por ciento más que ahora.

Además, la caída es sostenida en el tiempo, puesto que los datos de este 2022 también son muy inferiores a los de 2021. En el ecuador del año pasado se habían comercializado en las rulas de la comunidad 130.000 kilos, casi el doble que ahora. Por si todo esto no fuese suficiente, los precios tampoco han subido en la misma proporción que la carestía de recurso.

Según los datos del portal web oficial Pesca de Galicia, la cotización media de la babosa en el presente ejercicio es de 15,6 euros el kilo, inferior a los 21,3 euros de media de 2021, cuando hubo mucho más marisco.

El precio actual ni siquiera es mucho más alto que el de 2019 (13,6 euros el kilo) o el de 2014 (10,9 euros el kilo), pese a que entonces la babosa era más abundante y ahora la vida es más cara. En consecuencia, la facturación en las lonjas se ha desplomado de forma dramática en lo que respecta a esta especie. En la primera mitad de 2014, la babosa generó en Galicia un volumen de negocio de 4 millones de euros; en lo que va de 2022, ha dejado 1.200.000 euros.

Una especie muy sensible a las riadas

A falta de estudios científicos concluyentes, en el sector consideran que la decadencia de la almeja babosa puede deberse a un cúmulo de factores, entre los que se encuentran cambios bruscos de temperatura o salinidad, ligados a episodios de lluvias copiosas. Los mariscadores están sufriendo esta situación no solo en sus concesiones, sino también en el libre marisqueo, como demuestran los pobres resultados de Os Lombos durante la pasada campaña. Por ello, las cofradías intentarán recuperar bancos improductivos con el apoyo económico de la Unión Europea y la Consellería do Mar. De hecho, la Xunta ha aprobado proyectos para los seis pósitos de Arousa sur. Juan José Rial Millán confía en que la cría que han sembrado estos días logre salir adelante para recuperar un poco las cifras de antaño, y Juan Carlos Maneiro expresa el deseo de los depuradores de moluscos de que así sea, pues eso ayudaría a que el marisco gallego siga siendo percibido por los consumidores como mejor. En lo que respecta a la almeja japónica, las capturas este año están siendo ligeramente mejores a las de 2021, aunque se encuentran a un nivel sensiblemente inferior al de las campañas precedentes. Así, entre enero y mediados de junio de este ejercicio se vendieron en las lonjas gallegas 742.000 kilos, frente a los 694.000 de 2021, y los algo más de 1.166.000 kilos de 2019.

El pulpo gallego regresa a la lonja

Hoy comienza la campaña extractiva del pulpo, que se prolongará hasta el inicio de la veda de 2023, en una fecha todavía sin concretar. Desde hoy, y hasta el 30 de agosto, las tripulaciones podrán pescar 30 kilos diarios de pulpo por barco, y otros 30 por cada tripulante enrolado, hasta un máximo de 210 kilogramos. En lo que respecta al régimen de las nasas, hasta el 1 de octubre, entre la punta de Con da Aguieira, en O Grove, hasta Corrubedo será necesario levantarlas y llevarlas para puerto todos los días.



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