Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Para qué volver al libre marisqueo si no hay marisco?

Los preocupantes datos de extracción confirman la “muerte” de las zonas comunes de la ría

Embarcaciones en Os Lombos do Ulla antes de que la escasez de bivalvos obligara a cerrar precipitadamente la campaña de libre marisqueo en Arousa. Noé Parga

FARO DE VIGO lleva mucho tiempo advirtiendo de la decadencia del marisqueo en rías como la de Arousa. Y, sobre todo, incidiendo en el fracaso que, independientemente de las causas que lo originaron, ha resultado ser la gestión de las zonas de libre marisqueo, desde hace años en manos de las propias cofradías de pescadores a través de la asociación Rañeiros da Ría.

Esta entidad acordó a principios de mes suspender la campaña que había iniciado el 18 de octubre y que estaba resultando un estrepitoso fracaso, anunciando que la misma podría retomarse el próximo día 24.

Pero tal y como están las cosas no parece lo más aconsejable, ya que con dos semanas de “descanso” resulta del todo inviable que se recuperará la producción en unos bancos tan agotados como los del libre marisqueo.

Solo 46 toneladas de bivalvos en doce semanas

Los mismos que en apenas doce semanas de actividad únicamente ofrecieron al sector 46 toneladas de bivalvos, lejos de las 400 o 500 que podrían ofrecer en ese mismo periodo cuando esos bancos comunes de la ría eran realmente productivos.

Los datos aportados a la Consellería do Mar por las propias cofradías son contundentes, pues de los mismos se desprende que desde el 18 de octubre únicamente se extrajeron 19 toneladas de bivalvos en O Bohído, algo más de cinco toneladas en Cabío y 21 toneladas en las llamadas “otras zonas”, debiendo conformarse un espacio otrora fundamental, como el de Os Lombos do Ulla, con unos ridículos 292 kilogramos de producto.

Dicho de otro modo, que esas que antaño eran unas zonas maravillosas en las que refugiarse en invierno están siendo para el marisqueo a flote un auténtico lastre del que únicamente pudieron sacarse en el periodo aludido 2,5 toneladas de berberecho, 1,5 toneladas de almeja fina, 4,4 de japónica, casi 16 toneladas de babosa, una cantidad similar de almeja rubia y seis toneladas de relojito.

“Son de todos, pero no son de nadie”.

De ahí que nadie a estas alturas, por muchos parches que quieran ponerse, puede dudar de la debacle absoluta que resume el trabajo en esas zonas comunes de la ría que, como suelen decir en el propio sector, “son de todos, pero no son de nadie”.

56

El libre marisqueo se queda sin oxígeno en Arousa M. Méndez

Es tal el fiasco del marisqueo, la preocupación por la desaparición de especies como la almeja y el berberecho y el temor a la creciente competencia que llega de Portugal, que la discusión sobre esta crisis productiva se ha convertido en asunto recurrente en los puertos, donde los propios mariscadores de a flote (rañeiros) son conscientes de que si no se resiembran, limpian y oxigenan las zonas comunes de la ría, poco o nada pueden ofrecer después de tantos años de explotación.

Un debate que también se repite una y otra vez en el Parlamento de Galicia, donde ayer volvía a hablarse de esto a instancias del BNG y el PSOE, que independientemente de a quién responsabilicen por ello, reconocen el absoluto fiasco del libre marisqueo en Arousa.

En el caso de la interpelación socialista, de la que ya se hablaba ayer en la edición digital de FARO, puede decirse que los diputados Julio Torrado, Patricia Otero y Gonzalo Caballero reclamaron que se constituya una mesa de diálogo y trabajo permanente a través de la que “diseñar un plan multianual para recuperar la mayor productividad posible” y acordar las partidas económicas precisas para lograrlo.

Lo plantearon mediante una proposición no de ley en la que reclamaban la presencia en esa mesa de trabajo tanto de los propios políticos como de los representantes del sector marisquero, investigadores y expertos que puedan arrojar algo de luz sobre las causas de la mortandad de almeja, el deficiente reclutamiento de juveniles de berberecho, la afectación de parásitos como la Marteilia, la necesidad de dragar el río Ulla, los riesgos de las riadas y otros muchos condicionantes.

Sabedores de que las campañas venideras serán igual de malas que las últimas, y probablemente, mucho peores, los socialistas arremeten contra la Consellería do Mar por haber dejado la gestión del libre marisqueo en manos de las cofradías, que era lo que éstas querían.

Le reprochan, por ejemplo, que “ha desatendido sus funciones en cuanto al cuidado de la ría, saneamiento y realización de los dragados necesarios para minorar los problemas derivados de las riadas”.

Una situación precaria en los tres grandes bancos

Los socialistas confirman que la campaña de libre marisqueo iniciada el pasado mes de octubre ha ofrecido “un resultado muy negativo”, con “un notorio descenso en Os Lombos do Ulla, inmerso en un problema de desatención por parte de la Consellería, que niega la realidad evidente de la pérdida de bivalvos por no actuar con dragados y un mayor control”.

Mariscadores de a flote en el Ulla. Noe Parga

Prueba de ese fiasco es que en esa zona del Ulla solo se obtuvieran 9 kilos de berberecho, 39 de almeja fina y 154 kilos de japónica, cuando en el pasado habrían sido varios miles de kilos de cada una de esas especies y de babosa.

Situación precaria que el PSdeG-PSOE hace extensiva a Cabío, que “también resultó un fracaso”, haciendo que muchos mariscadores de a flote dejaran de acudir a esa zona tras los primeros y fallidos intentos.

En este caso fueron únicamente 22 kilos de berberecho, 44 de almeja fina, 43 de japónica, 1.234 de babosa, 2.455 de rubia y apenas 1.500 de relojito.

En cuanto a la tercera gran zona de libre marisqueo, la de O Bohído, “pudo resistir algo más, pero la bajísima producción de las otras zonas le hizo sufrir una sobreexplotación que pone en peligro su capacidad de regeneración en futuras campañas”, aducen los socialistas.

Pronóstico que formulan tras saber que solo generó 8 kilos de berberecho, 846 de fina, 1.588 de japónica, 13.504 de babosa, 89 de rubia y 3.139 kilos de relojito.

Es decir, unos resultados igual de pésimos que en los bancos antes aludidos. Razón por la cual los socialistas demandaron “una estrategia conjunta a largo plazo y con carácter permanente para salvar la producción de la ría de Arousa”.

En esa propuesta, rechazada por el PP, este grupo confirma lo dicho por FARO, en el sentido de que “los datos evidencian que la situación está peor que hace unos meses”.

Julio Torrado, en su intento por culpar de ello a la Xunta, recordó que cuando Alberto Núñez Feijóo accedió a la presidencia del Gobierno, hace 12 años, “existían más de 6.400 permisos marisqueros, y prometieron alcanzar los 8.000, pero ahora estamos en menos de 4.000”.

Dudan de que el descenso de la salinidad tenga toda la culpa

El BNG planteó la crisis del libre marisqueo en sede parlamentaria para pedir a la Xunta de Galicia la puesta en marcha de un plan de choque para recuperar la producción marisquera de la ría, topándose con el rechazo del grupo conservador.

Los nacionalistas también respaldaron los planteamientos recogidos en los últimos meses por este periódico para decir que “la baja salinidad de las aguas originada por las lluvias de febrero de 2021 no explica la preocupante evolución de los datos en la ría a lo largo de la última década”.

35

Las mariscadoras de Carril, al rescate de bivalvos en la playa de Compostela Iñaki Abella

Un periodo en el cual “de más de 800 toneladas de producción de almeja babosa en 2010 se pasó a poco más de 127 en 2021, y de 800 barcos faenando en los bancos de libre marisqueo –en tiempos de bonanza– se bajó a los 400” despachados en los últimos meses, y eso siendo generosos.

Aseguran que los vertidos van en aumento

La diputada nacionalista Rosana Pérez indicó ayer en sede parlamentaria que, “lejos de disminuir, los vertidos en la ría van en aumento, con un total de 458 en 2021, 14 más que en el ejercicio anterior, según datos de Augas de Galicia”.

A lo que añadió que los muestreos realizados por las cofradías de pescadores demuestran que además de los vertidos de aguas residuales, también afecta a la ría “la falta de control en la expulsión de los sedimentos que se almacenan en el embalse de Portodemouros y de los continuados vertidos industriales”.

El PP se defiende

 Frente a los ataques del PSdeG-PSOE y el BNG, el PP se defiende acusando a los grupos de la oposición de mentir. Lo hizo ayer por mediación de la diputada arousana Elena Suárez, convencida de que “la Xunta ya está llevando a cabo actuaciones dirigidas a mejorar la calidad medioambiental de la ría”, tanto en materia de investigación científica como invirtiendo en saneamiento o estableciendo ayudas para paliar la pérdida de ingresos.

Dicho lo cual, el PP cree que “no se puede reclamar una mesa de trabajo permanente, ni apelar a la adopción de medidas acordadas con el sector, cuando la realidad es que ya hay continuas reuniones con el mismo por parte de la Xunta para adoptar soluciones consensuadas”.

Uno de los vertidos en el río de Vilagarcía, antes de desembocar en la ría. M. MÉNDEZ

Abundando en ello, Elena Suárez recordó a la oposición que existen a disposición del sector “convocatorias de ayudas económicas para la regeneración de bancos marisqueros, así como para asistencia técnica y vigilancia”.

“No se puede hablar de abandono de la gestión”, sino de "descenso de salinidad"

Lo que quiso decir con esto es que “no se puede hablar de abandono de la gestión cuando no existe problema alguno en este sentido”.

A lo que añadió que “la situación por la que atravesaron los bancos marisqueros del fondo de la ría de Arousa el año pasado no fue ninguna sorpresa, ya que la elevada mortandad es consecuencia de un episodio relacionado con la bajada de salinidad, tanto en los bancos de libre marisqueo como en los gestionados por las cofradías”.

Sin rastro de contaminación química

En cuanto a la posible contaminación química procedente de los ríos Ulla, Umia y Sar, a la que aludió el BNG, Elena Suárez remarcó que los análisis efectuados confirman que “no hay niveles elevados de contaminantes químicos, ni se aprecian diferencias relevantes entre bancos, ni tampoco una tendencia al empeoramiento”.

Compartir el artículo

stats