Nada es casual”. Esta es la conclusión a la que llega la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia en relación con dos de los asuntos que más han polarizado la actualidad del sector bateeiro en los últimos meses: la renuncia del Consello Regulador a seguir peleando por el “sello azul” y el establecimiento de zonas de exclusión en las que no se podrá recoger la mejilla necesaria para encordar los viveros.
En Mexillón de Galicia consideran que estas dos cuestiones guardan una estrecha relación, asegurando que las “presiones y chantajes” de los ecologistas de WWF en contra de la concesión del “sello azul” al “oro negro de batea” dieron pie a la Consellería do Mar para acotar las zonas de obtención de cría, en beneficio de determinadas cofradías y agrupaciones de percebeiros.
Directrices europeas
Dicho de otro modo, que los productores asumen que la Xunta está actuando no solo en beneficio de los pósitos, sino también en sintonía con los ecologistas, quienes, a su vez, seguirían diferentes directrices que poco a poco se imponen en Europa, en relación con la preservación medioambiental de espacios naturales como las rías.
Lo que hace el órgano regulador que preside Lina Solla es dejar claro que la estrategia de WWF durante el proceso de evaluación para conseguir el sello que otorga Marine Stewardship Council (MSC) “tiene más consecuencias que la decisión que hemos adoptado en el sentido de dar por concluido ese proceso”.
Zonas de exclusión de cría
La principal, aducen, es que “provocó la limitación de las zonas a las que históricamente pudieron acudir los productores para, con el amparo de la ley, recolectar la mejilla”.
“Nada es casual”, insiste la DOP, antes de aclarar que en la resolución adoptada por Mar para “garantizar la explotación sostenible de la semilla del mejillón junto con la del percebe”, quedan puestos de manifiesto “los intereses de colectivos” como los de los percebeiros, a los cuales WWF “no dejó de reivindicar” durante el proceso de evaluación del “sello azul”.
Doble objetivo
Es decir, que “la supuesta ONG” naturalista “utilizó el proceso con la doble finalidad de imposibilitar un objetivo que legítimamente conseguimos y, de paso, despejar el camino para que determinados actores vean satisfechos los suyos y puedan controlar las áreas de la costa a las que acuden los bateeiros en busca de cría”.
El Consello Regulador se muestra contundente en estas apreciaciones y, como ya hizo en su día a través de FARO DE VIGO, vuelve a arremeter contra los ecologistas de WWF, la Consellería do Mar y las cofradías.
Boletín informativo
Lo hace a través de su último boletín informativo, en el que asegura que “es un riesgo para el futuro de nuestro sector dejar que una parte estratégica de la gestión de la mejilla esté en manos de los mismos que no pudieron o no supieron atender sus obligaciones de mantener y fortalecer sus cultivos”.
Una vez más, la DOP alude a unos balances productivos que indican que “Galicia pierde fuelle como productora de moluscos como el berberecho, la almeja o la navaja".
Lo que quiere decir es que después de ser una potencia "pasó en 2020, con 6.073 toneladas, a ocupar el tercer puesto, por detrás de Portugal (6.391) e Italia (6.262), siendo la de 2021 una tendencia similar, porque hasta el 31 de agosto Italia aportó al mercado nacional 4.290 toneladas de moluscos, Portugal hizo lo propio con 3.609 y Galicia estaba en 3.183”.
Atendiendo a esa pérdida de peso, Mexillón de Galicia vuelve a cuestionar que se deje en manos de esas mismas cofradías la explotación de la mejilla, ante el temor a que suceda con el molusco de batea lo mismo que está sucediendo con las especies de bivalvos antes citadas.
Insisten en la sostenibilidad del cultivo en batea
Mexillón de Galicia aprovecha el lanzamiento de su boletín informativo correspondiente al mes en curso para defender la sostenibilidad del cultivo en batea y rechazar frontalmente las acusaciones vertidas por los ecologistas de WWF.
Lo hace cuando aclara a sus asociados las razones por las que decidió poner fin al proceso de evaluación destinado a obtener la certificación internacional que otorga Marine Stewardship Council (MSC), el conocido como “sello azul”.
“Renunciamos a pesar de que el equipo técnico independiente encargado de realizar la evaluación acreditó que superamos esa prueba y que, por tanto, el cultivo de mejillón en Galicia es sostenible”, recalca el pleno del Consello, presidido por Lina Solla Sanmartín.
Como indicaron en su momento, repiten que “fue una decisión drástica”, pero que se adoptó “ante la forma de proceder de la organización WWF, que desde el inicio de este camino iniciado en 2019 se empeñó en sembrarlo de impedimentos para que no alcanzáramos nuestro objetivo”.
Lo habría hecho así “con una clara estrategia de lobby” y sin atender a razones ni buscar el diálogo.
“Ni siquiera en la fase de audiencia que se celebró en la sede del Consello y que era la última oportunidad para llegar a un acuerdo, pues si bien estaban previstas hasta tres jornadas, el primer día ya quedó bien claro que no había nada que hacer ante la postura totalmente intransigente planteada por los representantes enviados por WWF”, lamenta la DOP.
En definitiva, que “esta organización solo buscaba satisfacer sus propios intereses”, sentencia.
Lanzan una nueva edición de la guía de buenas prácticas
Ante la problemática generada por la basura marina, y de la mano del proyecto “Acuieco”, Mexillón de Galicia lanzaba en 2018 su primera “Guía de Boas Prácticas”, siendo sabedores en el Consello Regulador, por entonces presidido por Francisco Alcalde, de que “las buenas prácticas son un camino de largo recorrido”.
Ahora, ya con Lina Solla como máximo exponente de este órgano, lanza una nueva edición de la guía. Y lo hace con el convencimiento de que “debemos seguir promoviendo y reforzando las mejores prácticas por el interés general y por el nuestro propio”.
Para defender la publicación de esta guía y animar al conjunto del sector a seguir sus consejos, la DOP reitera que “el principal factor que determina la viabilidad y seguridad del cultivo de mejillón es la calidad del medio”, de ahí que los bateeiros, depuradores y transformadores “debamos ser los primeros en dar ejemplo con una conducta exigente” que se inspire en “unas mejores prácticas” mediante las que “minimizar nuestro impacto sobre el entorno”.
En resumen, que en Mexillón de Galicia consideran necesario proteger las rías y la riqueza que encierran, porque “son valores vitales en Galicia” y de la calidad de sus aguas dependen, directa o indirectamente, decenas de miles de familias.
