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Los ecologistas frenan las aspiraciones de Mexillón de Galicia

Bateas en la ría de Arousa.

El Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia sufre un serio revés en su intento por dar un paso más en pro de la calidad y la diferenciación de su producto.

Pretendía hacerlo mediante la consecución de lo que se conoce como “sello azul”, es decir, incorporando sus bateas al proceso de evaluación Marine Stewardship Council (MSC), un programa de certificación y ecoetiquetado de pesquerías de captura salvaje que cumple con los requisitos de buenas prácticas establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y por la asociación mundial para estándares de sostenibilidad, Iseal.

Las críticas de WWF

Pero los ecologistas impiden esa nueva distinción para el “oro negro” de batea. La asociación WWF llega a decir que el cultivo de mejillón “presenta graves deficiencias en su gestión y no cumple con el estándar de MSC para ser considerado una producción sostenible”.

Tras haber participado en el proceso de certificación MSC del mejillón impulsado por el Consello Regulador que preside Lina Solla, la citada entidad ecologista planteó una queja “ante la única entidad de acreditación de las empresas certificadoras reconocida por MSC” para denunciar “las graves carencias del proceso y el pobre desempeño realizado por la empresa certificadora Bureau Veritas, dejando constancia de que “la magnitud de la producción de mejillón en Galicia, junto con las gravísimas carencias en su gestión y una ausencia de seguimiento y control por parte de la Xunta, amenazan el ecosistema de varias rías, especialmente la de Arousa”.

Lina Solla Sanmartín, presidenta de Mexillón de Galicia.

De este modo WWF se opone “a una posible certificación MSC para el mejillón, por entender que, tras el análisis realizado, se suspenden hasta ocho de los 22 indicadores evaluados por el certificador; y suspender uno solo de ellos supone que una pesquería falla y no es certificable”.

Parece que entre los problemas más graves encontrados “está un marco regulatorio obsoleto, con objetivos únicamente productivos y carente de cualquier consideración ambiental”.

Se meten en el conflicto de la cría

No satisfecha con esto, la organización WWF llega incluso a referirse al conflicto entre bateeiros y percebeiros a causa de la recolección de cría en las rocas del litoral.

Lo hace cuando espeta que “la Xunta, responsable de la gestión de este importante sector, lleva décadas obviando el impacto de la actividad sobre el ecosistema, así como el conflicto entre percebeiros y bateeiros por la mejilla, precisamente por falta de una regulación adecuada”.

Y añade: “cada año se asiste al enfrentamiento entre los recolectores de percebe y los de semilla de mejillón, sin haberse evaluado hasta el momento el impacto ambiental de la recolección”.

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