Bateeiros y percebeiros vuelven a situarse en el ojo del huracán. Pero esta vez no se debe a nuevos enfrentamientos entre los dos colectivos a causa de la recolección de mejilla –la semilla o cría del mejillón– en las rocas del litoral, sino por todo lo contrario.
Resulta que algunos productores mejilloneros, y no pocos percebeiros, se han aliado para recolectar esa cría de molusco de manera totalmente fraudulenta, ya que la campaña no arranca nunca antes de 1 de diciembre.
Pero ya llevan días, puede decirse que semanas, extrayendo semilla en las rocas del litoral atlántico para trasladarla por carretera a diferentes puertos de las Rías Baixas, desde los que se conduce a las bateas para efectuar allí, de manera clandestina, el proceso de encordado, es decir, la fijación de esa cría a las cuerdas mediante una fina red biodegradable.
La escasez de mejillón de talla comercial ha derivado en esta situación. Como ya avanzó FARO DE VIGO en varias ocasiones desde el verano, la campaña del mejillón de este año es corta.
La deficiente fijación de la semilla en 2020 y la creciente demanda de “oro negro” de batea, tanto para fresco (depuradoras) como para industria (cocederos y conserveras) han agotado existencias en buena parte de los parques.
No quieren tener que esperar
Esto quiere decir que hay bateas vacías o carentes de mejillón comercial cuyos concesionarios no están dispuestos a permanecer de brazos cruzados a la espera de que crezca la siguiente cosecha o llegue diciembre para empezar a abastecer las cuerdas de cría.
Y no se les ha ocurrido otra cosa que aliarse con aquellos a los que acusan repetidamente de impedirles hacer su trabajo, los percebeiros.
Los mismos que se oponen habitualmente a que los mejilloneros recojan cría, alegando que cuando lo hacen destrozan los bancos naturales de percebe, puesto que las dos especies comparten las mismas rocas.
Pero unos y otros enterraron el hacha de guerra para gestar esta alianza furtiva, y parece que ya no existe reparo o enfado alguno entre ellos.
Irritación en el sector
De ahí que se estén dedicando a raspar las piedras en diferentes zonas de la costa gallega, tanto en la pontevedresa como en la de A Coruña, para recoger fraudulentamente la cría con la que empezar a encordar.
Esta situación ha provocado la inmediata reacción del grueso del sector, tanto bateeiros “de ropa de aguas” como dirigentes de diferentes agrupaciones de productores.
Todos condenan esta actividad ilegal y rechazan la acción de los percebeiros, “está claro que lo único que buscan cuando se enfrentan a nosotros es ser ellos los que recojan la cría para poder vendérnosla, que es lo que están haciendo ahora”.
Como también arremeten contra sus propios compañeros de faena, pues “no puede ser que haya bateeiros dispuestos a actuar de forma furtiva y empezar a encordar antes de tiempo, tanto si es con ayuda de los percebeiros como sin ella”.
Esa condena llega, incluso, desde asociaciones donde se pide que se elimine la veda de la mejilla y que esta pueda recogerse durante todo el año.
“Nosotros queremos que se limite la extracción porque consideramos que será mejor para ir escalonando la producción a lo largo de todo el año –argumentan en estas entidades–, pero mientras esa reglamentación exista todos estamos obligados a respetarla, y no podemos permitir que unos pocos se salten las normas y la veda a la torera”.
Es evidente que el enfado de los acuicultores es enorme. Tanto, que en los puertos empiezan a escucharse importantes reproches en este sentido.
Los mismos puertos, por cierto, en los que Gardacostas de Galicia ya se ha incautado de diferentes cantidades de mejillón.
En días pasados, sin ir más lejos, este servicio de vigilancia e inspección dependiente de la Consellería do Mar interceptaba en los puertos de Tragove (Cambados) y O Grove, 41 viveros, 132 kilos de volandeira, 44 de nécora, 9 de ostra, 4 de centollo, 5 de almeja japónica, 3 de camarón, 2 de relojito y, precisamente, 120 kilos de mejillón.
La interceptación de esta especie, manipulada de forma ilegal, puede dar una idea de la importante actividad furtiva que se está llevando a cabo con la mejilla.
Ritmo alto de descargas en los muelles
El ritmo de descargas de mejillón sigue siendo elevado en los diferentes muelles gallegos, y eso que la campaña está agonizando ya.
Los pedidos no dejan de llegar, sobre todo procedentes de las depuradoras gallegas, catalanas, francesas e italianas.
De ahí la intensa actividad que se registra en lugares como Porto Meloxo (O Grove), donde prácticamente cada mañana se apilan ingentes cantidades de sacos, como se observa en estas imágenes.
Lo mismo sucede en Vilanova de Arousa, A Illa y tantos otros puertos de las Rías Baixas. Y eso a pesar de la escasez de producto, sobre todo de tamaño medio o grande.