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Mar amplía un mes más la campaña de la mejilla pese a la oposición de los percebeiros

La actividad en A Mosqueira se centra estos días en realizar reparaciones de los balandros. | // G.N.

La tensión en las rocas entre percebeiros y bateeiros se prolongará un mes más. La Consellería do Mar ha aceptado la petición del sector mejillonero y ampliará la campaña de extracción de la mejilla, que inicialmente tenía que concluir ayer. La decisión se adopta pese al evidente malestar y oposición de las cofradías de pescadores, como las de la provincia de Pontevedra, que siguen demandando que se delimiten zonas de exclusión para proteger la cría del percebe.

Durante las últimas semanas se produjeron distintos episodios de tensión entre los dos sectores, que comparten áreas de trabajo y que tienen visiones e intereses contrapuestos. La temporada para la extracción de la cría del mejillón debía finalizar el 30 de abril, pero hace semanas representantes del sector bateeiro solicitaron a la Consellería do Mar una extensión de ese plazo. El departamento autonómico finalmente ha aprobado una resolución en la que acuerda ampliar ese periodo durante todo el mes de mayo, una postura que desde el sector del percebe reciben con enfado.

El dispositivo de hace un año en Donón para evitar enfrentamientos en la Costa da Vela. Santos Álvarez

Los percebeiros demandan que se establezcan una serie de puntos en los que no se pueda extraer la mejilla, ni por un sector ni por el otro. Se trata de sitios sensibles para la cría del percebe, que podría verse afectada por la extracción de la mejilla. En la comarca de O Morrazo uno de esos lugares a reservar es la Costa da Vela, que formó parte del listado aprobado hace ahora un año en el que se incluían una serie de zonas de reserva.

Aquella medida era provisional, con el compromiso de negociar una nueva y definitiva orden para zanjar la polémica entre las dos partes. Sin embargo, las reuniones celebradas durante los últimos meses fueron completamente infructuosas, sin llegar a ningún punto de acuerdo entre dos sectores que están condenados a compartir espacio de trabajo y, por tanto, a entenderse.

Durante los últimos días hubo conversaciones entre las federaciones de cofradías y la Consellería do Mar al hilo de la petición de los mejilloneros de extender la campaña de la mejilla, unos contactos en los que los pósitos mostraron su frontal oposición.

Precisamente ayer la Federación Galega de Confrarías de Pescadores anunció una nueva movilización del sector de la pesca de bajura en contra de la propuesta para modificar el reglamento de control de la pesca por parte de la Unión Europea, que obliga a un registro electrónico de las capturas o a la instalación de cámaras a bordo para barcos a partir de 12 metros de eslora. El próximo viernes 14 de mayo los barcos volverán a parar y hacer sonar sus bocinas, con concentraciones en los puertos a las 12.00 horas.

Bateeiros de Moaña, trabajando ayer a bordo en labores de mantenimiento. Gonzalo Núñez

La toxina solo deja tres polígonos abiertos en Moaña

La toxina que empezó el lunes a afectar a los polígonos de bateas de la ría de Vigo se extendió a lo largo de toda la semana hacia el interior, de tal forma que los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) han cerrado a final de semana otros dos polígonos. El fin de semana llegó con cuatro sectores afectados por la toxina y en los que no se puede extraer producto. Se trata del Cangas F, frente a Nerga; el Cangas G, frente a Liméns; el Cangas H, frente a Tirán; y el Cangas C, frente al casco urbano moañés. Solo quedan abiertos en estos momentos tres polígonos en los que faenan habitualmente los bateeiros con sus puertos base en la comarca: el Cangas D frente a Meira; el Cangas E frente a A Borna y el Cangas E, entre Domaio y el puente de Rande. El movimiento en los muelles de A Mosqueira y Domaio es escaso estos días. De todas formas el sector señala que las bateas cuentan con poco producto con tamaño suficiente para su venta, sobre todo al mercado interior, por lo que la toxina llega en una época de cría y de baja intensidad comercial. La mayoría del trabajo que se ve en los muelles son tareas de pintado y mantenimiento de los barcos. El poco mejillón que se descarga se exporta en su mayor parte a Francia. Hasta el mes de junio no se espera un repunte de la retirada y comercialización del producto, por lo que los bateeiros de Moaña tienen margen para soportar este primer episodio de toxina del año 2021 en la ría de Vigo.

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