“Trivial”, una oda a la simplicidad de las cosas de The Caver

El artista internacional portugués expone hasta el 18 de junio una muestra de su obra en la Galería Maraca de Vigo

Una de las obras de The Caver.

Una de las obras de The Caver. / Cedida

M. González

M. González

La Galería Maraca inaugura hoy (19.30 horas) la exposición “Trivial” del artista portugués The Caver, que tras más de dos décadas de trayectoria se ha convertido en uno de los referentes del graffiti y del arte urbano tanto en su país como a nivel internacional.

Aunque su hábitat natural es la calle, Nuno Barbedo aka, trae a Vigo la colección “Trivial” –hasta el 18 de junio–, una selección de piezas que mantienen su estilo de formas simples y contrastes en una composición compleja de contenido enigmático, que navega entre lo abstracto y lo icónico, recreando un mundo casi onírico. “Son una serie de pinturas que cada una tiene un color y hablo de temas triviales ya que vivimos tiempos malos, de inestabilidad social, que nos hacen sentir mal y con mucha confusión. Y ya que eso nos consume a todos, decidí hacer como una vía de escape a todo eso con mis pinturas para que las personas puedan entrar y olvidarse un poco del caos del mundo y valorar las cosas simples porque la simplicidad de las cosas puede ser linda también”, explica.

Aunque no se considera un artista muy interventivo, sí que le gusta que su obra “muestre un mensaje y que sea el público el que saque sus propias conclusiones”. De este modo, la muestra es una llamada a la reflexión donde se invita a aprovechar la importancia de los momentos más simples de la vida, “como regar las plantas o simplemente estar en la ventana, dando valor al ahora y al momento presente”.

Evolución

The Caver empezó con el graffiti a los 15 años y ha vivido la evolución del arte y de los materiales. “He sido también diseñador gráfico, pero he sentido la necesidad de fluir y, con los años, he llegado hasta aquí y tengo ganas de hacer más cosas como exposiciones, esculturas, obras públicas...”, expone.

Hoy en día considera que “no hay mucho apoyo al graffiti, sino al arte urbano”. En sus visitas a otros festivales fuera de su país, su impresión es que “todo es muy global”. “En general, se hacen cosas buenas en todo el mundo”, afirma.

Talento

Algo que, además, les obliga a estar siempre innovando. “Es una presión ser artista freelance. Nadie nos paga a final del mes y tenemos que estar siempre reinventándonos si queremos vivir de esto”, destaca. “Hay cada vez más gente con mucha facilidad para empezar, que se hace popular muy rápido gracias a las redes sociales”, afirma: “Es muy fácil ser artista hoy en día, no es como antes, en mis tiempos. Para ser artista hoy no solo tienes que tener talento, sino saber manejar también las redes sociales. Los buenos serán siempre buenos, pero si quieres vivir de esto tienes que ser más que bueno dibujando”.

En cuanto a él, afirma que con el paso de los años ha ido evolucionando en todos los aspectos: “En cómo trabajo, en las metodologías para tener más tiempo, en productividad... Pero siempre fue un proceso natural”, destaca el artista, cuya formación es autodidacta. “Saqué un curso de un año de diseñador gráfico. Por suerte, fui el mejor alumno y trabajé en agencias de publicidad durante diez años, hasta el punto que me decidí a ser solo artista”, relata.

“Trivial”, una oda a la simplicidad de las cosas de The Caver

The Caver, pintando una de sus obras. / Cedida

Presión

La presión del día a día en su apuesta por vivir del arte es, sin embargo, algo con lo que debe lidiar. “Es una presión que no es buena para que el arte sea pura. Yo creo que el arte tiene que ser pura, porque tienes que crear sin pensar en vender o en estrategias”, destaca.

Recientemente The Caver dejó en la calle una de sus obras y lo anunció en sus redes sociales. Se la quedó el primero que la encontró. Una acción que, según él, ha sido fruto de la casualidad y no de una estrategia de marketing. “Lo hice porque de verdad no me cabía en el coche. Pensé que no lo vería mucha gente, pero la verdad es que me han pedido que lo haga en más sitios”, reconoce: “Me quedé muy contento cuando la persona que la recogió me dijo que la tenía en su poder, en su casa”. No descarta repetir la acción, aunque matiza que “no es algo que pueda hacer todos los días, para que mi obra no se devalúe”.

Inspirar

El contacto con el público es algo que también le gusta mucho. “En Oporto, donde yo vivo, pinto mucho en la calle y hay mucha gente que me identifica y que me pide que vaya a su calle a pintar y eso es algo que me gusta mucho”, reconoce. “Es algo que también puede inspirar a los niños y eso es una de las partes que más me gustan: poder cambiar la vida de un niño como alguien cambió la mía”.

En su visita a Vigo intentará también pintar algo en la calle. “Siempre que voy a algún lugar intento también conocer a los artistas de la zona”, afirma. En Vigo, por ejemplo, se confiesa “admirador del trabajo de Abi Castillo”.

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