PEDIATRÍA

Leche para bebés: tipos, beneficios y cómo elegir la adecuada según la edad del bebé

La doctora María José Rodríguez Lagunas explica cuántas leches de fórmula para bebés existen en el mercado y cuándo hay que pasar a la de vaca

Leche para bebés: tipos, beneficios y cómo elegir la adecuada según la edad del bebé

Leche para bebés: tipos, beneficios y cómo elegir la adecuada según la edad del bebé / Freepik

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna es el patrón de oro de la alimentación de los lactantes, ya que contiene los anticuerpos, la energía y los nutrientes adecuados para garantizar el correcto desarrollo del bebé. 

Se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.

Entre las causas de abandono o las dificultades que encuentran las madres lactantes podemos destacar:

  • Parto traumático
  • Depresión posparto u otra afección psicológica
  • Incorporación temprana al trabajo
  • Problemas con la lactancia
  • Bajo nivel educacional.

Aunque la leche materna es el mejor alimento para el bebé, a partir de los 6 meses de edad se puede introducir fórmulas infantiles, que son la alternativa a la lactancia.

Eso sí, en este caso, se debe elegir un producto que sea adecuado a sus necesidades nutricionales. 

Todo lo que necesitas saber sobre la leche de fórmula

Como explica a Faro de Vigo la doctora María José Rodríguez Lagunas, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, las fórmulas infantiles que nos encontramos en el mercado “tienen todas las propiedades necesarias para que el bebé nazca fuerte y saludable”.

Hay tres tipos de leche de fórmula, dependiendo de la edad del bebé

Hay tres tipos de leche de fórmula, dependiendo de la edad del bebé / Freepik

Están legisladas y hay diferentes tipos en función de la edad del niño y también si hay algún tipo de alergia o intolerancia.

  • Leche de inicio (tipo 1). El bebé puede tomarla desde su nacimiento y hasta aproximadamente los 6 meses de vida. Puesto que va a ser el único alimento que tomará hasta la diversificación alimentaria, se adaptan a la perfección de las necesidades nutricionales de los más pequeños.

Es muy similar a la leche materna. A la leche tipo 1 tiene menos proteínas, y se sustituye una parte de la grasa de la leche por grasas vegetales. A este tipo de leche, además, se añade lactosa y vitaminas. También las hay enriquecidas en hierro, nucleótidos, omega-3 y 6 o ácidos grasos poliinsaturados. 

  • Leche de continuación (tipo 2). A partir de los 6 meses. Momento en el que se puede combinar con otros alimentos sólidos. Su composición está a caballo entre la leche materna y la leche de vaca. Aporta el 50% de los requerimientos diarios del lactante, ya que el resto se suple con otro tipo de alimentos.
  • Leche de crecimiento (tipo 3). Se asemeja a la leche de vaca. Es el paso entre las leches de continuación y la común. Se puede utilizar entre el primer año y los tres años de edad. Tiene más vitaminas y minerales que las leches de fórmula de continuación. 

Según señala la especialista, “las leches tipo 1 y 2 simulan la composición de la leche materna, y su única diferencia son la cantidad de proteínas y de grasas, que se adapta a los requerimientos del bebé”.

Hay tres tipos de leche materna

  • Los tres primeros días de vida se llama calostro, y es una leche (que sale en poca cantidad) rica en proteínas y con componentes necesarios para el sistema inmunitario del bebé.
  • A partir de esos días, hay otro tipo de leche, que se denomina de transición, que dura dos semanas con menor cantidad de proteína y aumenta la cantidad de lactosa y grasas. 
  • Y durante el resto de la lactancia, tiene una composición más estable (menos proteína y más grasas y lactosa).
Las leches de fórmula son seguras y nutritivas para el bebé

Las leches de fórmula son seguras y nutritivas para el bebé / Freepik

Leches de fórmula: ¿son seguras?

Las leches de fórmula para bebés son una buena opción cuando la lactancia materna no es posible, por el motivo que sea, ya que son nutritivas y seguras para los más pequeños.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que este tipo de leches contengan proteínas de suero de leche y caseína en una proporción de 60:40 y nutrientes como:

  • Proteínas, que son esenciales para el crecimiento y el desarrollo muscular.
  • Hidratos de carbono, cuya función principal es abastecer a los bebés de energía.
  • Grasas, para el desarrollo cerebral y del sistema nervioso.
  • Vitaminas y minerales, que estimulan el funcionamiento del sistema inmunitario, el crecimiento y el desarrollo normal de las células y los órganos.

¿Cómo preparar el biberón con seguridad?

La adecuada preparación de los biberones es la mejor forma de prevenir enfermedades causadas por bacterias como Cronobacter y Salmonella. Por eso, es esencial seguir a rajatabla una serie de medidas para evitar poner en riesgo la salud del bebé:

  • Lavarse las manos con agua y jabón.
  • Lavar todas las piezas de los biberones y todos los utensilios que se emplean para preparar el biberón, con agua caliente y jabón. Se debe usar un cepillo especial para biberones y tetinas para poder eliminar los restos de la toma anterior. Y, por supuesto, aclarar correctamente.
  • No olvidar lavar y desinfectar la superficie donde se va a preparar el biberón.

Para la esterilización de biberones y demás utensilios:

  • Utilizar un esterilizador. Se trata de un dispositivo que utiliza el vapor para eliminar las bacterias de los viveros y de las tetinas que pueden ser perjudiciales para el bebé. Son fáciles de usar y, generalmente, son económicos.
  • Colocar el biberón y todas las piezas en un cazo, con gran cantidad de agua, y ponerla a hervir durante 5 minutos. Para evitar que se deformen, no se deben tocar entre sí o con el lateral de la olla.