Según el estudio ‘Hábitos de merienda en escolares de nuestro medio’, la merienda es una comida fundamental, como podría ser el desayuno, y su ausencia está relacionada con peor rendimiento académico de los niños a la hora de hacer tareas escolares e incluso peor rendimiento deportivo en las clases extraescolares.

Pero sus beneficios no se quedan ahí.

Saltarse la merienda también puede suponer un riesgo para padecer obesidad (el 23,3% de los escolares españoles entre 6 y 9 años tiene sobrepeso) y debería suponer el 15% de la distribución dietética diaria.

Los especialistas señalan que, a medida que los más pequeños hacen las mismas comidas que un adulto, su ingesta calórica debe aumentar.

Aunque cada niño es un mundo y cada uno tiene sus propias necesidades nutricionales, se estima que:

  • Entre los 2-3 años deben consumir una media de 1.000 calorías diarias.
  • Aumenta hasta los 1.400 a partir de los 4 años
  • Y sobrepasa las 2.200 calorías al día a partir de los 14 años.
  • El estudio HABIMER pone de relieve que el 76% de los niños españoles entre 6 y 12 años merienda todos los días.

Sin embargo, de esta investigación también se desprende que el 3,2% de ellos toma algún tipo de estimulante en la merienda, ya sea café, té o bebidas carbonatadas, lo que podría afectar directamente a su salud, ya que no se han establecido cuáles son las dosis seguras de cafeína en niños ni adolecentes.

¿Qué meriendan los niños españoles?

De acuerdo a este estudio, la mayoría de las meriendas de los niños españoles están protagonizadas por el pan:

  • El 69% de los niños entre 6 y 12 años meriendan sándwiches o tostadas
  • El 60% consumieron bocadillos en los últimos tres días. 

De ahí, que una de las asignaturas pendientes en la edad infantil sea el consumo de hidratos de carbono integrales, los cuales tienen un menor impacto en el aumento de la glucosa en sangre y, por ende, una disminución del riesgo de desarrollo de diabetes mellitus y mejor perfil de colesterol y triglicéridos.

La merienda debe estar formada por frutas, hidratos de carbono y lácteos Freepik

Los lácteos, que son fundamentales en la alimentación infantil (también en la edad adulta), la forma de tomarlos no fue la adecuada, como se extrae de esta investigación publicada en la Revista Pediatría Atención Primaria. 

La mayoría de los niños encuestados aseguraba haber ingerido lácteos pero con alto porcentaje de grasa, tales como flanes, batidos o quesitos.

Los expertos también alertan de la tendencia decreciente del consumo de leches y derivados (del 77 al 60% de 1º a 6º de Primaria), lo que redunda en un déficit de calcio y vitamina D, uno de los nutrientes esenciales para evitar enfermedades como la osteoporosis y el raquitismo.

¿Qué meriendas son las más saludables para niños?

Una alimentación variada y equilibrada es fundamental para que los más pequeños de la casa crezcan sanos. Ningún niño debería someterse a una restricción de calorías a menos que sea recomendado específicamente por un profesional médico. 

El porridge de avena con frutas es una buena opción de merienda Freepik

Y es que, el ritmo de los niños es imparable y por ello se hace necesario que repongan toda la energía que gastan a lo largo del día. 

Por ello, la merienda es casi imprescidible, ya que “pasan muchas horas entre el almuerzo y la cena”, como explica a Faro de Vigo la doctora Marta Ramón, endocrinóloga pediátrica y Jefa de Servicio de Endocrinología del Hospital Sant Joan de Dèu de Barcelona.

Especialmente, si después de todas las horas que pasan en el colegio, también tienen actividades extraescolares, sean deportivas o no.

  • Se recomienda comer una pieza de fruta, un yogur… Pero si llegan a la merienda con mucha hambre, también se puede optar por un bocadillo”. En este caso, a media mañana se debería elegir una pieza de fruta.

Lo ideal es que las meriendas combinen frutas (mejor entera que en zumo), carbohidratos y lácteos (de 2-4 al día). Pero en cantidades moderadas para evitar que los niños lleguen a la cena sin hambre. 

En el caso de los hidratos de carbono, y como ya se ha comentado, deben ser integrales siempre que sea posible para evitar enfermedades no transmisibles en el futuro.

Otras opciones recomendadas por la especialista:

  • Yogur (mejor natural) con cereales y frutas del bosque.
  • Bocadillo de pan integral con jamón serrano y tomate.
  • Hummus (pasta de garbanzo con zumo de limón) con palitos de zanahoria, pimiento y pepino crudos.
  • Guacamole con chips de batata.

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Guacamole con batatas es otra opción saludable Freepik

  • Porridge de avena con frutas como manzana y plátano.
  • Membrillo y queso fresco.
  • Frutos secos al natural.
  • Tostada de pan integral con crema de cacahuete y plátano.
  • Compota de manzana y canela.
  • Galletas caseras de avena, plátano y almendra. Solo hay que machacar con un tenedor dos plátanos bien maduros, agregar dos cucharadas soperas de copos de avena integrales y hornearlas 10 minutos. Se puede espolvorear con almendra molida.