¿Qué es el 'virus de la bofetada'? Síntomas y cómo detectarlo

Los menores entre 5 y 12 años son los más propensos a contagiarse

Un niño enfermo espera a que el termómetro mida su temperatura.

Un niño enfermo espera a que el termómetro mida su temperatura. / OlgaKhorkova

Ligero malestar, escasas décimas de fiebre y mejillas muy coloradas como si hubiese recibido una bofetada. Esos son los síntomas que evidencian en un menor el eritema infeccioso producido por el parvovirus B19 y que se denomina, comúnmente, síndrome o virus de la bofetada.

Esta época del año favorece que este tipo de enfermedades víricas prolifere en los colegios, pues como el niño o la niña no precisan quedarse en casa, se contagian de unos a otros. Algunos padres se alarman, pero la enfermedad se considera leve. Solo se recomienda no hacer mucho ejercicio y no exponerse al sol, pero no hay que tener mayor cuidado, aseguran los expertos.

El contagio se produce en el período de incubación, antes de la aparición "de la bofetada" en las mejillas, por lo que es fácil que la infección prolifere entre varios alumnos del aula. Este virus cuando se manifiesta ya no contagia.

La mayoría de adultos ya están inmunizados y por eso no les afecta, pero al ser muy contagioso casi el 50% de los niños que convive con el virus lo adquieren, pero sin gran preocupación. Lo único que se le suele recetar en estos casos es ibuprofeno o paracetamol.

La mejor prevención, como en todo tipo de virus de estas características, es una higiene extrema, sobre todo con lavado de manos frecuente, al estar en contacto con algún niño afectado. Los pequeños que se contagian suelen tener entre 5 y 12 años y más allá de la incomodidad.

Lo que sí que hay que hacer es poner especial cuidado en procurar evitar el contagio a mujeres embarazadas, que no han pasado esta infección, por el riesgo que puede tener para el feto», explica la doctora Puig.