Un carné que “ya no es una prioridad”

Los jóvenes de hasta 30 años acuden a las autoescuelas a preguntar por el bono de la Xunta para obtener el permiso de conducir, pero son menos que en ediciones pasadas

Gloria Couto con alumnos en una de las clases teóricas de la Autoescuela Teucro

Gloria Couto con alumnos en una de las clases teóricas de la Autoescuela Teucro / Gustavo Santos

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Las ayudas siempre son bien recibidas, y se ha notado desde que el gobierno autonómico implantó por primera vez los bonos para sufragar los costes de sacar el carné de conducir. En esta ocasión salieron en enero, de nuevo para personas menores de 31 años, con aportaciones que van de los 400 a los 1.300 euros.

En Pontevedra están contentos, en términos generales, pero hasta el verano no acabarán de ver si realmente han generado un efecto llamada entre los jóvenes. Por ejemplo, desde la Autoescuela Tambo indican que no han notado demasiada diferencia con respecto a hace unos meses. La ayuda, indican, “no es realista porque puedes tener un trabajo precario e igualmente no poder permitirte sacar el carné. Deberían ponerse menos limitaciones, como la edad”. Perciben, además, que los meses de invierno son los más difíciles a la hora de atraer nuevos alumnos por la incompatibilidad de horarios de universidad o trabajo.

Un caso distinto es el de la Autoescuela Teucro, donde Gloria Couto imparte clases por la mañana y por la tarde y, aunque las segundas sean las más numerosas, asegura que siempre tiene gente. Por ejemplo, “Hay personas extranjeras que necesitan el carné y tenemos bastante alumnado por esto”.

Jóvenes practicando tests para el examen teórico en la Autoescuela Camba.  | // GUSTAVO SANTOS

Jóvenes practicando tests para el examen teórico en la Autoescuela Camba. | // GUSTAVO SANTOS / Gala Dacosta

“No vemos gran ansia por aprovechar la ayuda, pero sí que vino gente a preguntar por ella”, explica. Y es que, aunque nota el tirón de las ayudas, las condiciones han cambiado con respecto a pasadas ediciones: “Antes, podías presentar la solicitud y si no aprobabas en las fechas que te daban, te quedabas sin ella. Ahora solo puedes pedir la ayuda una vez apruebas”. Por este mismo motivo, sostiene, “no estamos notando tanta gente como suele atraer la ayuda”.

Asegura que la obtención del permiso “ya no es una prioridad para la juventud como era hace años. Notamos que desde la crisis, más o menos, hubo un descenso generalizado de alumnos jóvenes”. Desde la Autoescuela Camba cuentan que desde que anunciaron las ayudas ha ido mucha gente a preguntar por esta oportunidad, pero muchos más bien van a informarse. Que un requisito sea no tener trabajo es una limitación para buena parte de los jóvenes interesados. La matrícula para un intensivo, por ejemplo, ronda en la mayoría los 150 euros, y cada clase práctica los 30. A esto hay que sumar las tasas de ambos exámenes.

“Después de la pandemia, hubo un boom

Hasta poco después de la pandemia, las autoescuelas comprobaron cómo su negocio se paralizaba. Era algo extendido desde el año 2006, más o menos desde el inicio de la crisis económica, y que se sostuvo en el tiempo. Quizás las ganas de desplazarse tras el confinamiento fueron el incentivo que muchos necesitaban para apuntarse a las clases del teórico, y desde entonces la cosa ha mejorado notablemente para estos negocios, si bien cabe recordar que hay menos población joven en Galicia que hace unos años y que el interés por obtener el permiso no acaba de despertarse del todo entre este sector. “Después de la pandemia, notamos que hubo un boom de alumnos”, señala Gloria Couto.

“Ese verano fue una exageración la cantidad de gente que quería sacarlo. Ya no recordábamos esa afluencia, y a partir de ahí fue aumentando cada año y este hay más aún que el anterior, por ejemplo”. En invierno conviven un perfil profesional y de edad más avanzada con gente de menos de treinta años, pero la cosa cambia los meses de verano, cuando los estudiantes aprovechan para acudir a las clases porque están exentos de universidad, instituto y otros quehaceres. La preocupación de las autoescuelas, conociendo la importancia del verano para ellas, es que no se terminen los fondos de la ayuda de la Xunta de Galicia, pues estos son limitados. Estas subvenciones están destinadas a jóvenes de 18 a 30 años que no estén empleados, hasta 1.300 euros para ayudar a cubrir los gastos relacionados con su licencia de conducir. En esta cuarta convocatoria también se permite que los jóvenes que obtuvieron la licencia en 2023 soliciten la ayuda, que el año pasado no se llegó a realizar.