Perros potencialmente amorosos

Os Palleiros hace un llamamiento a la adopción de los canes clasificados por la ley como PPP

Gloria Cubas y Nuria Casalderrey junto a Plácido.

Gloria Cubas y Nuria Casalderrey junto a Plácido. / RAFA VAZQUEZ

Llevan el estigma ya en su clasificación por pertenecer a determinadas razas, pero eso no significa ni que supongan un peligro por defecto ni que se libren del maltrato al que, por desgracia, muchísimos animales son sometidos por el ser humano. Son los llamados PPP (perros potencialmente peligrosos), los proscritos de la sociedad y para los que las adopciones se convierten en un “más difícil todavía”. En Os Palleiros hay actualmente una docena, y como ocurre con cualquier otro can, los hay sociables, desconfiados, dóciles, cariñosos, activos, nerviosos, tranquilos... Por ello desde la protectora pontevedresa se anima a dejar a un lado los prejuicios y darles una oportunidad, conociéndolos un poco más durante los “paseos palleiros”, haciendo de casa de acogida o incluso poniendo el broche de oro al proceso brindándoles un hogar para toda la vida.

Puede sonar a tópico, pero todavía a día de hoy es necesario repetirlo hasta la saciedad: “No depende de la raza el comportamiento del perro, sino de la educación que se le dé”. Son palabras de Gloria Cubas, la presidenta de la protectora, que abre sus puertas con toda la ilusión del mundo para dar visibilidad a sus “inquilinos” que la ley incluye en esta categoría y cruzando los dedos para que surja el flechazo tan deseado entre los canes y alguna familia.

La tesorera de Os Palleiros, Nuria Casalderrey, abraza a Plácido, cruce de pit bull.

La tesorera de Os Palleiros, Nuria Casalderrey, abraza a Plácido, cruce de pit bull. / RAFA VAZQUEZ

Hay algunos que llevan muchos años en las instalaciones de Campañó y para los que, cada día que pasa, se reducen sus posibilidades de adopción. Es el caso de Plácido, un pit bull al que se le calcula una década de edad, aunque entró en la protectora en 2018. Fue recogido en una finca en Salcedo y llegó siendo muy desconfiado, fruto de una mala educación y una falta de sociabilización total. Pero su mejoría en este tiempo ha sido abismal y su comportamiento ha mejorado mucho. Ahora se muere por un mimo, sobre todo si viene de su madrina, Nuria Casalderrey, la tesorera de Os Palleiros, a la que, como pille por banda, no deja ni a sol ni sombra para demostrarle todo su amor. Desde la protectora destacan, con pena, que “corre severo riesgo de morir aquí sin haber conocido lo que es un hogar”.

La presidenta de Os Palleiros, Gloria Cubas, pasea a Katia, cruce de american stanford.

La presidenta de Os Palleiros, Gloria Cubas, pasea a Katia, cruce de american stanford. / RAFA VAZQUEZ

Lo mismo ocurre con Katia, american stanford de unos siete años que “con las personas es un auténtico amor” . Su historia es la demostración, una vez más, de lo cruel que puede llegar a ser el ser humano, ya que durante su primer año de vida vivió con una familia en Barcelona que la maltrataba, pero cuando la adoptó otra de Estribela, decidió tenerla atada durante casi otro año. “Hicimos todos los trámites para retirársela y que entrase en la prote, y lleva desde entonces con nosotras”.

Y así un largo etcétera de historias a las que las voluntarias y voluntarios de Os Palleiros quieren dar un final feliz. “Es que yo no me canso de decirlo: los perros no son juguetes ni zapatillas de las que te puedas cansar. Son seres vivos que sienten y padecen y no se merecen estar aquí”, afirma la presidenta de la asociación.

Por su parte, la tesorera subraya que “hay que pensar en lo que es bueno para el perro y para el adoptante, pero sobre todo en qué le puedes ofrecer, porque al fin y al cabo un piso no deja de ser una jaula de lujo”. Recuerda que según la raza y la edad del perro estos necesitan más o menos salidas, paseos largos, etc...

Si todas las adopciones “se miran con lupa” en Os Palleiros, las de los llamados PPP todavía más. “Hay que valorar muchísimas cosas, pero si la persona tiene ganas, eso no va a ser un problema”, concluyen desde una protectora en la que solo durante el primer trimestre de este año entraron 67 perros de diversas razas. En total viven en sus instalaciones y en casas de acogida alrededor de un centenar, incluidos los doce “potencialmente peligrosos”.

Gloria Cubas con la perra Katia.   | // RAFA VÁZQUEZ

Toxo con su nueva familia adoptiva, vecinos de Ponte Caldelas. / OS PALLEIROS

El milagro de Toxo y el sueño (casi) cumplido de Kali

Con Toxo Os Palleiros vio cómo surgía el milagro en un tiempo récord. “Desde que entró en la protectora siempre fue un perro muy especial y no pensé que se fuera a ir tan temprano, ya que el hecho de tener solo tres patas y ser PPP lo ponía muy difícil. Significó que aún hay gente buena que cree en la nobleza de estas razas”, resume Gloria Cubas este caso. Y es que el joven Toxo, un cruce de pit bull, fue encontrado atropellado el pasado mes de enero junto al Pontillón do Castro. Las heridas fueron tan duras que hubo que amputarle la pata derecha trasera. Aún así, se obró el milagro y ya vive desde hace unos días con su familia adoptiva, un matrimonio con dos hijos que residen en el concello de Ponte Caldelas, ya que no tenía chip ni nadie lo reclamó.

Y algo similar está a punto de alcanzar Kali, mestiza PPP, ya que, si el proceso no se trunca, pronto estará en su nuevo hogar. Por lo de pronto, pasa esta época intermedia, mientras no se oficializa la adopción, en la casa de acogida que le brinda una pareja en San Salvador de Poio.

Kali está con una familia de acogida.   | // GUSTAVO SANTOS

Kali está con una familia de acogida en San Salvador de Poio. / GUSTAVO SANTOS