El alza de los precios desploma la compraventa de viviendas en la ciudad: cae un 30% en un año

El mercado inmobiliario continúa en retroceso en la comarca de Pontevedra y especialmente en la capital, que cerró el año 2023 con una caída del 30% en la compraventa de viviendas. Así se desprende de los datos publicados ayer por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible actualizados al último trimestre del año pasado y según los cuales en la Boa Vila se vendieron en todo el año un total de 578 casas, 250 menos que en 2022. Además, solo 50 de éstas (menos del 9%) eran nuevas.

El mercado de nueva promoción, tras años en los que representaba entre un 5 y un 7% del total (2018 y anteriores), había experimentado una ligera mejoría, llegando a alcanzar un 16% en 2021; sin embargo, en 2022 volvió a caer, hasta el 11%, y en 2023 se confirmó el desplome, por debajo del 9%.

Más residual incluso es la cifra de viviendas protegidas que se vendieron a lo largo de 2023. Quince en total en toda la comarca: diez en Pontevedra, dos en Moraña, una en Caldas, una en Marín y una en Poio. Representan apenas un 1% de todas las compraventas que se llevaron a cabo el año pasado.

En el global de la comarca la situación no es mucho mejor. En todo el año pasado se vendieron 1.430 viviendas, 339 menos que en 2022, lo que supone una caída del 19%. Del total de estas propiedades, solo 82 eran nuevas, representando menos de un 6%.

Tras Pontevedra, el municipio en el que más transacciones se llevaron a cabo fue, como es habitual, Sanxenxo, con 337 operaciones, pero con una caída del 12% con respecto a 2022 (382 en total) y solo 21 de las propiedades eran nuevas (algo más de un 6%). Por encima del centenar de compraventas estuvieron Marín, con 137, y Poio, con 136. En el primer caso, la caída con respecto a 2022 fue de un 7% (once transacciones menos), mientras que en el segundo caso fue de un 26% (49 menos).

De los 14 concellos de la comarca de Pontevedra, en cinco de ellos se llevaron a cabo más compraventas de viviendas que en 2022, aunque fueron subidas muy ligeras. Es el caso de Caldas, con 55 compraventas, 8 más que el año anterior; Cerdedo-Cotobade, con 45, tres más; Cuntis, con 18, seis más; Vilaboa, con 13, una más, y A Lama, con 27, 14 más, lo que supone un crecimiento del 108%. Solo en Campo Lameiro se repitió la cifra de seis compraventas. En estos seis municipios solo se vendieron seis viviendas nuevas (una en Caldas, una en Cerdedo-Cotobade, una en Campo Lameiro y tres en Vilaboa).

Profesionales del sector inmobiliario explican esta situación en una caída de la demanda, especialmente de vivienda de nueva promoción, relacionada directamente por el aumento de la inflación y los problemas financieros que atraviesan muchas familias en su día a día. Así, auguran que al menos hasta la segunda mitad del año la situación seguirá igual, con el mercado de la compraventa a la baja mientras no bajen los precios.

Apuntan, además, a un cambio en el perfil del comprador, que lo conforman sobre todo personas con un nivel socioeconómico alto, debido a la situación de inflación a nivel global. De hecho, son cada vez más los compradores que no contratan una hipoteca, sino que utilizan ahorros o ayudas familiares para adquirir una propiedad.

Por otro lado, apuntan que las viviendas de obra nueva experimentarán una subida, más hacia finales de año o el primer trimestre de 2025, gracias a las promociones que están en marcha en la comarca, aunque la subida en los materiales de construcción y la falta de mano de obra siguen complicando mucho la ampliación del parque de viviendas.

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