Vecinos, hosteleros y comerciantes recogen firmas por los problemas en A Ferrería

Están hartos de sufrir amenazas y agresiones por parte de algunas personas que viven en la calle y dicen que las denuncias no les ponen fin | Aumenta la presencia policial en la zona

Un hombre duerme en plena Praza da Ferrería, junto a uno de los soportales más afectados.

Un hombre duerme en plena Praza da Ferrería, junto a uno de los soportales más afectados. / FdV

Están realmente desesperados y no ven la luz ante un problema que está yendo a peor. Son los vecinos, comerciantes y hosteleros del entorno de la Praza de A Ferrería, que llevan meses quejándose de la situación de violencia que se vive en esta zona a raíz de los altercados provocados por determinadas personas que viven en la calle y de las que varios de ellos han sido víctimas hasta el momento.

El último incidente tuvo lugar el pasado lunes por la tarde, a plena luz del día, cuando un vecino de uno de los grandes edificios rehabilitados de los soportales de la parte baja de A Ferrería recibió varios golpes por un conocido sintecho que se mueve por este entorno. La víctima tuvo que ser trasladada a un centro de salud para recibir atención médica y el agresor ya estaba ayer mismo haciendo su vida habitual con el resto de compañeros en este importante enclave de la ciudad.

“El pobre hombre recibió palos por todos lados, porque el individuo le quitó su bastón para darle golpes, varias veces fue a por él y hasta que lo tiró al suelo no paró”, asegura apenada una mujer que tiene un negocio por la zona y que se muestra muy disgustada con la situación que se está viviendo.

“La plaza se está muriendo, las familias ya no traen a los niños aquí”

Ninguna de las personas entrevistadas por FARO quieren dar sus nombres, porque, aseguran, las amenazadas son continuas y tienen hasta miedo de que “nos quemen los negocios, porque no es la primera vez que nos lo dicen”.

“Esta plaza se está muriendo, las familias han dejado de traer a los niños aquí. Antes daba gusto ver A Ferrería, con los pequeños dando de comer a la palomas, jugando con las bicis, pelotas... Ahora a nadie se le ocurre traer a los menores. ¿Para qué, para que vean esto? En pleno Camiño de Santiago”, se queja.

“No se trata de una cuestión de clasismo ni nada de eso, porque siempre ha habido gente que no tiene casa y en eso Pontevedra no es una excepción. El problema es que al grupo que llevan aquí toda la vida se han unido hace unos meses unos tipos muy conflictivos que solo dan problemas: se meten con los vecinos, orinan en los portales, dejan basura... Esto no puede ser. Hemos protestado al Concello y nadie nos hace caso. También llamamos a la Policía, pero parece que a esta gente no les importa nada, por menos de nada te sacan una navaja”, resume un hostelero.

“Todas las mañanas baldeo el portal porque dejan restos de comida, orinan, escupen...”

Es por ello que entre todos han decidido iniciar una recogida de firmas, que ya llevan a buen ritmo desde hace unos días. Todavía no saben cuál va a ser la finalidad de las rúbricas, ya que están estudiando la mejor de las maneras para que sean efectivas.

Reconocen que a raíz de los últimos incidentes la presencia policial, tanto de la Local como de la Nacional, en el entorno de A Ferrería ha aumentado. Ayer mismo a mediodía FARO comprobó cómo pasaban casi de forma consecutiva dos patrullas del cuerpo nacional.

Esto da algo más de seguridad a los afectados, en lo relativo a las amenazas, aunque no soluciona los de limpieza y civismo. “Todas las mañanas tengo que baldear el portal porque se quedan a dormir ante nuestra puerta y dejan restos de comida, orinan, escupen... También podrían estar atentos para multarlos, como hacen con el resto de los ciudadanos, ¿no?”, apunta un vecino de otra zona de los Soportales.

“Por menos de nada te sacan una navaja”

Continuas pintadas

Por otro lado, está la cuestión de las pintadas en las fachadas de casas y edificios de aquellas personas que se atreven a llamarles la atención cuando los pillan “in fraganti”. La más llamativa es la que pone “Puta perra. Te gusta mojar, pues ahora limpia”, dirigida a una vecina que se quejó de la suciedad.

Todo el barrio confía en que cuando reabra la cafetería San Francisco, algo que podría suceder esta misma primavera, se suavicen al menos un poco los problemas de convivencia. “Se está quemando A Ferrería”, advierten.

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