La satisfacción de la familia de acogida de un niño: "Ya estamos hiperencariñadas. Merece la pena"

Una veintena de menores están en acogimiento temporal en hogares con Cruz Roja en el área de Pontevedra. La institución busca más colaboradores para este programa de la Xunta

Marta, Iria y su hija pasean por el centro de Pontevedra al pequeño que la familia tiene en acogimiento temporal.

Marta, Iria y su hija pasean por el centro de Pontevedra al pequeño que la familia tiene en acogimiento temporal. / GUSTAVO SANTOS

Ana López

Un total de 18 menores se encuentran actualmente en acogimiento familiar en 16 hogares en el área de influencia de Pontevedra a través de Cruz Roja y el programa oficial de la Xunta de Galicia. En el conjunto de la provincia son 59 niños y 49 familias. Se trata de una red fundamental pensada en favor de los pequeños y adolescentes que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad. Este recurso de protección es siempre temporal y desde la Consellería de Política Social se recuerda que no se trata de una adopción, ya que en todo momento se mantienen los vínculos de parentesco de los menores con sus padres biológicos.

Cruz Roja gestiona este Programa de Acollemento Familiar, para el que siempre hacen falta nuevos hogares dispuestos a colaborar, de modo que periódicamente se celebran sesiones informativas para llegar a la sociedad y animar a la participación en este sistema de protección para la infancia. Ayer mismo tuvo lugar en la sede de la ONG en Pontevedra una de estas citas informativas, que hoy se repetirá en Vigo y el jueves en Santiago de Compostela.

La Xunta de Galicia tiene en funcionamiento desde hace más de 25 años esta iniciativa, que trata de proporcionar una atención temporal a aquellos niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo, desamparo o desprotección social, tutelados o en guardia por el gobierno autonómico. Los núcleos acogedores les ofrecen su hogar con la misión de proporcionarles los cuidados, la seguridad, la educación y el cariño que necesitan mientras se solucionan las circunstancias que les impiden vivir con su familia de origen.

El acogimiento puede ser de tres tipos: pleno, de fin de semana/vacaciones o de día/noche

Se trata de una fórmula alternativa a un centro de menores. Para ello, es prioritario desarrollar una red de familias lo más amplia posible que puedan acoger a uno o varios niños, niñas o adolescentes durante el tiempo necesario. Cualquier persona, matrimonio o pareja de hecho, con o sin hijos, de cualquier condición social, ideología o creencia, puede ser familia acogedora. “El objetivo principal es proteger el derecho de todos los menores a vivir y crecer en una familia, como el mejor contexto para su crecimiento personal, su formación en valores sociales y sus perspectivas de futuro”, destacan desde Cruz Roja Pontevedra.

En la actualidad, forman parte de la red en Galicia más de 330 familias. Un total de 319 niños y adolescentes estuvieron en situación de acogimiento en algún momento a lo largo de 2023. En la provincia de Pontevedra hay 78 familias, de las cuales 49 se encuentran acogiendo a un total de 59 menores. En el caso de la comarca de Pontevedra son 16 familias y 18 menores.

“Sin embargo, todavía hay quienes esperan ser acogidos y se necesitan más familias”, recuerdan en Cruz Roja.

Todos los acogimientos familiares tienen una duración determinada, en función de las necesidades y del problema que motivó su formalización.

En función del tipo de convivencia entre el pequeño y la familia acogedora, el acogimiento puede ser de tres tipos. En el de convivencia plena, la familia acogedora se ocupa las 24 horas del día los siete días de la semana del menor. El de fin de semana y/o vacaciones se desarrolla durante esos períodos de tiempo, mientras que el resto del año, el niño o adolescente está con su propia familia o en un centro residencial. Por último, existe también la opción de día/noche: el acogimiento tiene lugar durante el día, regresando el niño con su familia de origen por la noche, o viceversa.

“Cruz Roja ha sido increíble, hace una labor estupenda. Fue todo muy fácil y muy rápido”.

La familia pontevedresa compuesta por Marta Freire, Iria Blanco y su hija de casi siete años se estrena en el Programa de Acollemento Familiar de la Xunta. Con estas tres mujeres vive un pequeño que en breve va a cumplir su primer año de vida. La pareja se animó a raíz de la experiencia de otras personas de su entorno y “porque nos despertaba mucho entusiasmo este tema y para poder ayudar a los menores y conocer otras realidades”. Asimismo, consideraron que para su hija también podría ser enriquecedora esta experiencia a nivel personal.

“Aunque tiene casi siete años, intentamos explicarle todo con bastante claridad, dentro de su edad, claro está. Y ella se involucra en todo lo posible. Nos está sorprendiendo cómo lo entiende, lo consciente que es y como intenta ayudar”, celebran ambas mujeres. Se muestran muy satisfechas con las facilidades que se les dieron durante todo el proceso: “Cruz Roja ha sido increíble, hace una labor estupenda. Fue todo muy fácil y muy rápido. Todo muy bien; no te adornan nada, es todo muy real”.

“No nos costó nada”

El pequeño llegó el pasado 7 de noviembre a este hogar temporal. Pese a que se puede pensar que los primeros días son los más difíciles en la adaptación, tanto Marta como Iria confiesan que “no nos costó nada”, y eso que el niño “no dormía muy bien porque estaba algo malito”, ya que llegó en plena época de catarros y gripes.

Las familias acogedoras no saben exactamente cuánto tiempo van a estar los menores en sus casas, y en el caso de esta pareja lo único que conocen por el momento es que “será más de un año”.

Es inevitable preguntar a ambas si tienen miedo a encariñarse con el bebé y las respuestas son rotundas: “Ya lo estamos”, “Estamos hiperencariñadas, sabemos que va a haber un sufrimiento muy grande”. Sin embargo, lo confiesan entre risas y conscientes de que “ya lo sabíamos cuando nos metíamos en esto”. “No es algo que se pueda controlar, surge y ya está”.

El apoyo en su entorno fue relativo, porque “siempre hay quien te dice eso de que estamos locas y que vamos a sufrir, pero es algo que ya sabemos, que no nos va a hacer cambiar de opinión, priorizamos la ayuda que él necesita en este momento y disfrutando nosotras del presente, no pensando más allá”.

Su consejo para otras potenciales familias acogedoras es que “se animen”. “Si lo están pensando es porque lo quieren hacer. Cada uno tiene situaciones diferentes, como nosotras, que somos novatas. Pero todos los técnicos de Cruz Roja están ahí para lo que necesitas. Es tan gratificante ver en ese niño la ayuda que estás dando, que eso puede con todo. Merece la pena”.

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